Mis queridos pitoquitos

El Diablo, no de la “Salsa”, sino Satanás el príncipe de las tinieblas, era panita de Dios. Juntos fueron al preescolar, luego a la primaria. En esa etapa de sus vidas, ambos jugaban desde gárgaro malojo, hasta pelota infantil en un mismo club de la Liga Celestial. Por cosas del destino, Dios era más acucioso que Satanás. Le ponía atención a todo. Se fijaba y anotaba. Analizaba el comportamiento del pueblo pobre y de las minorías ricas. Veía que los que poseían muchas cosas a expensa de los pobres, habían borrado del “Cúmulo” –diccionario Celeste- la palabra equidad.

Dios pensaba: “¿Por qué unos tienen demás y otros pocos?”. Uno de sus amigos, que no tenía mucho talento y sí mucha afición por las cosas materiales, al verlo en esas divagaciones un mediodía que estaban almorzando le dijo: “Oye Dios, tú si te preocupas por los pobres. No te das cuenta que si no fuera por los ricos ellos ni siquiera tuvieran trabajo, porque son los ricos los que abren las fuentes para laborar”. Dios alzó su invisible rostro. Había en sus ojos un exquisito brillo de paz y amor: “No, no me opongo a que los ricos abran las fábricas, me opongo a que si son los pobres los que producen el dinero, ¿por qué los ricos se llevan el 95% y sólo reparten entre los trabajadores el 5%?”.Dios observaba que faltaba y que sobraba.

Que era bueno y que era malo. ¿Por qué las riquezas del país no llegaban a los más necesitados? ¿Por qué hacia el Este crecían lujosas urbanizaciones, mientras que hacia el Oeste, Norte y Sur de la capital de la nación, se multiplicaban los ranchos, la inseguridad social, la pobreza, la promiscuidad, la falta de educación? Los ricos sentían asco por los pobres, aunque todos eran Celestiales. Habían formado una frontera que dividía, “aristócratas de tierrúos”, aunque la Carta Magna del país, naturalmente creada a semejanza de los poderes, decía que”todos eran iguales…” Por otro lado Satanás no se fijaba en eso. Quería llegar a reinar en el cielo y para sus planes, a veces se les metían “diabluras” en la cabeza, que lo despertaban cuando apenas cerraba los ojos.

Para ese momento, de la adolescencia de Dios y Satanás, el Presidente de Celeste era un tipo viva la pepa. UN INMORAL. A su esposa la tenía aislada en una mansión hacia el Suroeste de Celeste, mientras que al Este, vivía su amante. Una viviana de alcurnia, que sin dejo de moral alguna, se jactaba de ser la Amante del Presidente. Mientras éste, el Presidente, sólo utilizaba a la esposa para reuniones sociales, bonches de embajadores , y orgías con sus panas que inhalaban una vaina blanca que llamaban “périco” y demás yerbas. Eso porque había fotos para la prensa. Una tarde Dios se fue por un camino, a las afuera de la ciudad capital y se detuvo frente a un inmenso árbol y allí juró rebelarse contra el tirano, que lo último que había hecho fue“Hipotecar” al país a un banco llamado FMI, quien le exigió entre sus pedidos, aumentar todo,la cesta básica, y la gasolina.

Eso hizo que se armara una rebelión donde el pueblo saqueó los comercios y hubo muchos muertos que el tirano mandó a enterrar en una vaina que se llamó “La Peste”, mis queridos currutaquitos. Los muertos fueron, como en todos los casos, los pobres, mientras los ricos estaban bien gracias. Dios se rebeló y el tirano lo metió preso. Meses más tarde Satanás también se rebeló. Eran amigos, Satán y Dios. El pueblo, cuando Dios salió de la cárcel, lo eligió y lo amó y le juró fidelidad hasta la muerte. Satanás se enojó y se puso del lado contrario a Dios. Antes de eso fue gobernador de un hipócrita “Verdolaga”. Satanás tenía muchos amigos en la Fuerza Armada de Celeste y era peligroso,. Dios, humanista, sencillo, proclive al amor eterno, perdonó a Satanás, pero le dijo: “Te irás a Diáspora, un lugar lejano, donde observaré si tu fidelidad es consona con el pueblo y el cargo y un día volverás y trabajarás para él, que entenderá mis razones para mantenerte lejano” FINAL: “No existe hombre malo, existe,eso sí, la acción de éste a destiempo”


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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