La necesaria sinceración de las políticas de asignación de divisas

En artículos anteriores he señalado el inmenso daño que las mafias de los denominados "raspacupos" le han hecho a la economía del país. Lo que se pensó fuera un mecanismo para beneficiar a los ciudadanos venezolanos, la democratización del acceso a las divisas. La medida permitió que sectores que anteriormente no podían viajar lo hicieran, este fue sin duda un efecto secundario que desbordo todas las expectativas. Es una realidad inobjetable que el número de pasajeros se ha incrementado en más del 200% tanto al exterior como al interior de la República. En los años de 2012 al 2014 se calculan en 5.232.634 venezolanos viajaron al exterior, un promedio de 1.744.211 personas al año de lo que se denomina como "Turismo Emisivo". Esto es explicable por una expansión significativa del poder adquisitivo de los venezolanos generando mayor movilidad social tanto vertical como horizontal en 15 años de revolución bolivariana. Lamentablemente esto se ha convertido en un negocio en el cual se está desangrando la nación por el orden de 8 mil millones de dólares al año. Debido a esto el gobierno nacional se vio en la impostergable decisión de tomar medidas respecto a la asignación de cupos viajeros dejando abierta la opción para completar gastos en el exterior. Esto se compagina con la necesidad de asignar las divisas con responsabilidad. El gobierno le ahorrara a la República unos 2.800 millones de dólares en 2015 con la medida.

Por otra parte también llama a la reflexión las declaraciones hechas por el defensor del pueblo Tareck William Saab señalando que del 100% de estudiantes en el exterior el 83% realiza cursos o estudios de idiomas los cuales no pueden ser considerados como prioritario y que, contradictoriamente, los estudios de 4to nivel (maestrías y especializaciones) representan solo el 20%. Además y es lo más preocupante que entre los años 2013-2014, el 60% de los venezolanos que recibieron divisas por este concepto no regresaron al país.

Pero la oposición política ya ha empezado manipular con el tema en la medida que lo asocia a un supuesto cercenamiento de las libertades. Cuando en la realidad ningún otro gobierno de ningún país del mundo se preocupa por ejemplo que sus ciudadanos viajen al exterior. Sería bueno recordarles a los agentes opositores ¿cuantos dólares asignaban los gobiernos de la "IV república" a los venezolanos para viajar al exterior? o ¿cuantos venezolanos de esa época lo podían hacer? Por los momentos países como Aruba, México y Panamá ya comenzaron a exigir ciertos requisitos a los viajeros venezolanos para evitar esta práctica. Es necesario apelar a la conciencia nacional y al uso responsable de este beneficio para el disfrute, el esparcimiento, la recreación, el mejoramiento académico - profesional y en segundo lugar para defender nuestra soberanía económica, en momentos que está siendo atacada desde cualquier flanco. El pueblo consiente y bolivariano no puede prestarse a esta práctica, no puede avalar esta distorsión económica pues son los sectores de menor capacidad de consumo los que a la larga se van a ver perjudicados.

 



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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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