En guerra avisada

El edicto del emperador Obama contra la patria de Bolívar no es solo una medida coyuntural dirigida a sancionar a siete funcionarios del Estado intuitu personae, que no tendría consecuencias sobre el país y el resto de los venezolanos, como lo ha venido afirmando un sector de la oposición que vergonzosamente le ha dado la bienvenida a esta grosera injerencia imperialista, mientras otros guardan silencio.

Con la "orden ejecutiva" de marras, el gobierno gringo pretende erigirse en operador político protagónico, jugando a representar directamente a la oposición al poner todo su poder del lado de la derecha golpista, que ha intentado derrocar al gobierno constitucional desde de abril de 2002. Su propósito es amedrentar a los funcionarios del Estado sin excepción, desconociendo la institucionalidad y la soberanía nacional. La conseja difundida por CNN y compañía, minimiza el alcance de las sanciones, argumentando que estas solo aplican dentro EEUU por estar referidas a temas de inmigración y de economía internas. La verdad es que su alcance real es extraterritorial, porque además de sancionar sin fórmula de juicio a personas naturales, estas podrían ser impuestas a cualquier entidad o institución de la República como el BCV, PDVSA, el Ministerio Público, el TSJ, el CNE, CVG o CANTV y también, a los socios internos o externos que suministren bienes o servicios al país.

Es un decreto ley sin límite temporal, de aplicación discrecional y retroactiva, sin previo aviso y sin derecho a demanda, por el Secretario del Tesoro y el Secretario de Estado. Es una "Espada de Damocles" creada para ejercer presión política injerencista de manera sistemática y permanente, específicamente sobre Venezuela. Con base en él se podría realizar un bloqueo económico, una intervención militar, el embargo de CITGO o de activos financieros del BCV.

Más allá del contundente rechazo al nefasto Decreto que hizo la ALBA, UNASUR, CELAC, MPNA y de la extraordinaria movilización del pueblo para solicitar su derogatoria, en estas circunstancias, el gobierno debería adelantar una política económica de emergencia nacional, enfocada en el desarrollo endógeno diversificado, acorde con el escenario de un posible bloqueo. En guerra avisada no matan soldado!



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Gustavo Márquez Marín

Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como Ministro de Industria y Comercio (1999), Ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).

 gamarquez2@yahoo.com

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