El precio de la ambición

Un afroamericano, nacido en Honolulu, Hawaii, educado, buen estudiante, simpático, de buen verbo, ambicioso, abogado, aceptado como líder, deseoso de llegar a ser, alcanza las posiciones de vanguardia: como abogado, como político, es elegido Senador por el Estado de Illinois y luego es elegido candidato a la Presidencia de los Estados Unidos. El mundo lo apoya, tienen gran expectativas de que el imperio entre en una nueva fase y la raza negra tiene esperanza de alcanzar la real igualdad.

Gana la Presidencia con propuestas políticas reivindicativas, de iniciar un sin número de cambios desde el punto de vista económico, social, militar, fomento de la paz, entre ellos: retirar las tropas de Afganistán, Irak, realizar reformas migratorias, reformas presupuestarias, estabilidad y seguridad, eliminar la cárcel de Guantánamo en Cuba, alcanzar nuevas alianzas con Suramérica, contribuir con la prosperidad del África, etc. Las propuestas fueron tildadas de izquierdistas por el Partido Republicano. Posteriormente le fue otorgado el Premio Novel de la Paz.

Pasado los años, fue reelegido por segunda vez. Sus propuestas originales como candidato, en general, no se cumplieron. Se transformó en un guerrero, envía tropas a Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Somalia, apoya a Israel contra Palestina, cambia el gobierno en Ucrania, la incita a la guerra contra Rusia, amenaza con invadir a Venezuela.

El primer y segundo párrafo describe a un hombre totalmente diferente al retrato de ese mismo personaje en el tercer párrafo. ¿Qué pasó con ese hombre de quien se tuvo gran expectativas de que el mundo pudiera cambiar y entráramos en una fase de prosperidad, igualdad y justicia?

La ambición hizo que se aliara con el Imperio sin importarle el precio histórico, lo importante era(es) llegar a ser.

Ya antes otro afroamericano, General de Cuatro Estrellas, planificador de la invasión a Panamá y de las operaciones en el Golfo Pérsico, luego de su retiro decidió no aceptar la postulación del partido republicano a la Presidencia de EE.UU. y en declaración señaló: "aún estoy joven para ser asesinado"

Consecuencias de esa decisión.

· Queda, definitivamente, evidenciado que el Presidente de EE.UU. es un funcionario subalterno del Pentágono. Allí es donde realmente está centrado el poder, el imperio.

· Los partidos políticos de EE.UU. no volverán a postular y/o a elegir a ningún hombre de color a un cargo de alta responsabilidad porque temerán que sus intereses sean otros, tal como la del actual Presidente, y no para la grandeza de su patria y el bienestar de sus pobladores.

pedrohernandezcastellanos@gmail.com



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Pedro Hernández Castellanos

Economista. Docente universitario. Especialista en Finanzas.

 pedrohernandezcastellanos3546@gmail.com

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