eflexión sobre el artículo: Las Estadísticas del INE de Luis Fuenmayor Toro. Últimas Noticias, pp 58, 15-03-2006, Caracas

“No me defiendas más, Compadre” O “El hierático y sumiso mayordomo”

No soy hombre de la política, ni pretendo ser un agudo analista económico, pero obviamente este artículo esconde algo extraño que me preocupa.

Dos cosas, de ser ciertas en tales estadísticas; el autor de ese documento o es poco científico o es desmemoriado. En todo caso, aceptemos que se trata del último supuesto. A este profesor se le olvidó mencionar lo del golpe de Estado y el "paro petrolero" por solo mencionar dos de las acciones perversas que más daño han hecho a nuestra economía. No se requiere ser un connotado conocedor de las leyes del mercado y la macro-economía para entender que tales hechos afectaron de manera contundente y determinante los índices económicos. ¿Por qué oculta esa información? Otro elemento que afectó en su momento tales estadísticas lo representó la campaña infame e incesante que a nivel internacional se desató en contra de un esfuerzo hermoso que compartimos la mayoría de los venezolanos. ¿Será que el autor del artículo no recuerda a cuanto ascienden las pérdidas mil millonarias de un paro convocado por aquellos seres sin escrúpulos, entre ellos, aquél dirigente obrero, cuasi analfabeta, que terminó dando las directrices políticas a los “cerebros y luminarias de PDVSA"? El artículo en cuestión a mi me luce de una pobreza patética y de una ironía innecesaria, por lo que pareciera precisamente, estar escrito por una de esas "mentes superiores" de la vieja PDVSA.

El artículo en cuestión está escrito de tal manera que recuerda los sarcasmos convertidos en mueca siniestra que vemos a menudo en los periodistas de los canales de Globovisión o sus similares. Personajes patéticos que solo creen en la “verdad”, la de ellos. Rien y disfrutan cualquier dato estadístico que perjudique al gobierno sin darse cuenta que al final, las consecuencias del daño que pudieran ocasionar, lo sufriríamos todos por igual, incluso ellos, con excepción de los magnates de la comunicación venezolana. En el supuesto caso de una invasión o una bajada de cerro, a estos les bastaría con subirse en su yate o su avioneta - y no en "canoa", como le tocó a cierta periodista - mientras sus seguidores y aduladores - con el sueño irealizable de parecerse a sus amos - les despedirían desde algún aeropuerto o puerto nacional, derramando amargas lágrimas, mientras denuncian ante el mundo, el maltrato que este régimen cruel le da a sus patronos. Tal conducta ya raya en la patología del sadomasoquista. Si quisieran verse en un retrato, solo tendrían que ver la película "Lo que queda del día" (1993) de James Ivory, con el papel estelar de Anthony Hopkins. - Allí el actor ingles hace el papel fenomenal de hierático y sumiso mayordomo, servidor extremadamente fiel de su amo, un nazi británico.

El impresionante deseo de algunos venezolanos (por fortuna bien minoritario) de ver fracasar el proceso que hoy vive Venezuela, solo es equiparable a la de aquellos empresarios que prefirieron en los días del "paro", botar millares de litros de leche al rió antes que éste alimento le llegara a los niños de las Escuelas Bolivarianas, hijos de esta revolución.
Yo le diría al Dr. Fuenmayor: "no nos defienda más compadre, la revolución se defiende por sí sola."


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Rubén Rivas

Merideño, Profesor de Música, con estudios en la Escuela de Música de la ULA. Egresado de la U. de Chile. Magister de la U. de Cincinnati. Autor de los proyectos de Carrera de Licenciatura en Música de la Universidad del Zulia y Universidad del Táchira.

 alcidesrivas@gmail.com      @alcidesrivas0

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