Pasado, presente y futuro

Tres grandes rebeldes

     La “mano invisible” de los gobiernos contrarrevolucionarios está acostumbrada a arrancarnos de forma sorpresiva a nuestras mujeres y hombres, que en vida se han convertido en pueblos.

     Pero como nos decía Alí Primera: “…los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos…”.

     Hoy queremos rendirle homenaje, aunque con los ojos enlagrimados, a tres grandes rebeldes: Ernesto “Che” Guevara, Hugo Chávez y nuestro jovencito eterno, Robert Serra, ¡Vaya trío!

     Al primero de ellos, nuestro guerrillero heroico, nuestro revolucionario sin frontera, por motivo de la conmemoración -esta semana- del 47º aniversario de su siembra. Al segundo, nuestro eterno gigante, por motivo de ese último triunfo electoral, tal día como hoy del año 2012, el cual lo ascendió a un lugar imborrable en la historia de la patria como un luchador invicto; lo reconozcan o no sus más acérrimos detractores, y a su vez, a propósito de los 19 meses de su retirada física. Y al tercero, nuestro siempre niño, nuestro eterno jovencito, nuestro pequeño caballito de batalla, quien recientemente también nos fue apartado físicamente de nuestro lado.

     Recuerdos tristes nos llegan a la memoria. Pero el ejemplo de sus formas de lucha y la inquebrantable convicción revolucionaria de cada uno de ellos, nos darán las fuerzas necesarias para hacer que no mueran nunca sus ideas libertarias.

     Fueron hombres leales a sus pueblos, fuertes defensores de sus ideas, incorruptibles, y que nunca se dieron por vencidos ante ningún obstáculo. Pero además de estas y de las muchas otras cosas que estos colosos tienen en común, hay una en especial que queremos resaltar, y es la manera como nos fueron arrebatados. Esto demuestra que la contrarrevolución no tiene escrúpulos.

     Así como reaccionaron los colonos españoles en contra de aquellos nativos que se alzaron ante de su dominio, así mismo han actuado y siguen actuando las élites que se oponen a que los pueblos se emancipen.

     Pero dejemos algo claro, y es que, por cada militante revolucionario que nos asesine la burguesía mundial, se multiplicarán millones de rebeldes antiimperialistas en cada barrio de este planeta. Serán como el “Che”, como Chávez y como Robert.

     Nuestra lucha es a todo pulmón, de eso estamos plenamente convencidos, porque como diría Sandino: “…si morimos, otros nos seguirán…”, y de ser necesario, nuestra lucha será eterna, porque nuestros descendientes tampoco se rendirán.

     “¡Hasta la victoria siempre camaradas!”

hectorabache@gmail.com



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Héctor Abache

Escritor. Trabajador socio-comunitario.

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