Maccarthismo perseguiría a tuiteros de @NicolasMaduro

Lo preocupante no es que haya superado los dos millones de seguidores en su cuenta @NicolasMaduro de la red del pajarito azul. Les preocupa que el Presidente Nicolás Maduro, semejante obrero, chofer de autobús, bolivariano, socialista y, sobre todo, el primer Presidente "Chavista" de Venezuela, tenga entre sus seguidores, nada más y nada menos, que a tres mil seguidores del Pueblo estadounidense. Esto indica, varias cosas, que los tienen locos.      

En primer lugar, lo errática que ha sido la política del Nóbel de la Paz de los muertos, además del Pentágono y sus burócratas, entre ellos,  los miembros de la Cámara de Representantes y los senadores, entre demócratas y republicanos, hermanados en la estupidización de la política de la derecha, pues cuanto más atacan a la revolución chavista, más atractivo se hace este régimen, que los bufones del diablo llaman con irritación: "

castrochavistamaduristacabellistafloreciano" y, pa' rematar, "earleherreriano" con matices "josevicenterrangeliano", según los y las soplon@s de la CIA, que mantienen en las universidades que controlan los delincuentes de la AVERU.      
 
En segundo orden, la influencia creciente del chavismo, que se abre camino, ahora, en los lugares más vedados, como alternativa, para salvar la raza humana y el planeta, contra ese capitalismo depredador y fracasado, que está dejando sus profundas secuelas, en las entrañas del monstruo. Es decir, está empezando a florecer un socialismo bolivariano y chavista, en el seno de EEUU, que ya no saben cómo atajar. Para ser más exacto, Chávez los tiene locos, porque Chávez vive. Y con tanto desinformado misógino en CNN, el trabajo es más fácil para el chavismo estadounidense. Albert Einstein no se equivocó un ápice, en esta predicción.    
 
Finalmente, como el Coyote detrás del Correcaminos, ya no saben cómo fuñirle la vida al obrero ese, es decir, a Nicolás Maduro Moros, a quien cada vez que le salen con una vaina rara, una trampa, una emboscada, un conato de Golpe de Estado, los deja bien jodidos, esperando en la bajadita, pero sobre todo, en cada cruzada de ellos, pierden más gente de entre los suyos y se ganan más rechazo.      
 
Si salen con violencia, Maduro les da Paz y vida; si lo acusan de cercenar el acceso a internet, Maduro les llena las calles, plazas, colegios, escuelas, universidades y áreas comunes, del wi-fi o internet inalámbrico libre, quedando Jhon Kerry como el pendejote que siempre ha sido. Si vienen con guerra económica, Maduro ordena y legisla un orden en la tasa de ganancia (LOPJ), que antes no tenían los depredadores de la economía, mientras Venamcham hace que empresarios de EEUU pierdan colocación de sus productos en Venezuela, al mismo tiempo en que China, Irán, Rusia, Bielorrusia, Cuba y todo el MERCOSUR y la ALBA-TCP se fortalecen y consolidan en nuestro suelo Patrio, como mercado emergente y próspero.      
Y, lo que les faltaba: los jodedores de Zurda Konducta (@ZKVTV), luego de una pollada con unas secretarias en las periferias de Washington DC, sustrajeron del Salón Oval, de la mismísima sucursal del averno, de la White House, un video que tenía preparado el negrito lanzabombas, de la María Conchita Alonso cantanto amenazante y empericada a los castrochavistas Urbi et Orbe, que iba a ser el ultimátum antes de mandar a sus fuerzas especiales y marines, marca Acme. Pues, Zurda Konducta se robó la primicia.    
 
Da temor, que estos genios del régimen estadounidense, desempolven el Maccarthismo y confinen en sus cárceles secretas de Polonia, a estos tres millones de seguidores del chavista, Nicolás Maduro y a todo aquel o aquella que use bigotes o tenga una verruga en la frente, bajo sospecha de que sea un símbolo clandestino, como el que usaban los primeros cristianos en las catacumbas romanas.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1801 veces.



Luis Alexander Pino Araque


Visite el perfil de Luis Alexander Pino Araque para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Luis Alexander Pino Araque

Luis Alexander Pino Araque

Más artículos de este autor