Crisis de civilización y crisis del mundo universitario

Estas dos categorías civilización y mundo universitario aparecen conectadas a la modernidad, sin embargo la crisis de la civilización se desconecta del mundo académico una vez que el mundo universitario no da respuestas a la eco organización y los grandes problemas del modelo neoliberal , el desempleo , la pobreza de miles de millones de seres humanos que no han podido ser civilizados para que participen en la distribución de la renta universal, es evidente que lo que esta en crisis es el paradigma cognitivo basado en la razón instrumental, expresada como una relación de medios y fines que tiene diversa aplicación, en la que los valores de cambio son la expresión dinámica y contradictoria sobre la cual descansa la civilización, de ahí que la crisis de la civilización es la crisis del sistema capitalista, de la cual, universidad y su producción de saberes que lleva dentro de sí, no pueden resolver los fractales naturales y sociales a las que nos tiene acostumbrado la era informacional, no como su producto, sino como la consecuencia de enésimos bucles que han venido corriendo las mismas bases del sistema , y por supuesto la existencia misma del planeta.
De ahí , que toda reforma universitaria tiene que partir de una nueva estructura organizacional del hecho académico , como una herramienta que desde las condiciones socioculturales de cada región busque volver a dar sentido a problemas considerados hasta hoy como privados o existenciales, o analizados parceladamente frente a la realidad.
Urge una nueva forma de pensar la universidad que minimice la individualización, maximice el bienestar colectivo como expresión de una ciencia y técnica con conciencia, para que nuestra vida social no se convierta en una gigantesca máquina desoladora. El caso de la inseguridad ciudadana sumada a la protesta estudiantil de estos ultimos meses y el indialogo habermasianamente hablando, para buscar una salida pacifica a la crisis de motivacion que aqueja a Venezuela, es un caso digno de estudio, en la cual se concentran las carencias, los estragos de una organización política-tecno-burocrática-científica, donde la vida se transforma en una mercadería sometida a la rentabilidad económica.
Una civilización donde priva la cultura de la muerte , es una muestra de la crisis del modelo educativo que data de la anciana Ley de Universidades del 70 . Hoy la Asamblea Nacional esta en deuda con la educación universitaria, no hay civilización sin sentido de la responsabilidad y sin sentido de solidaridad. Se hace necesario entonces como muy bien apunta Edgar Morín… “una política de civilización, cuya manifestación es el bien-vivir y no solo el bienestar económico que, reducido a sus condiciones materiales, produce malestar...” Se trata entonces desde la eco-organización reprender lo aprendido para la reconstrucción del futuro, la crisis de civilización y la crisis del mundo universitario tomarían una direccionalidad para evitar la barbarie, integrando así la política a los procesos civilizatorios.
No hay por que temerle a las manifestaciones pacificas de los estudiantes, la accion comunicativa con este sector mayoritario es prioritario, estamos obligados a sentarnos con ellos , a oirlos, atender sus demandas, detener la violacion de sus derechos humanos es un deber del Estado Venezolano en aras de la civilizacion que se pretende construir, que no haya temor, ellos son la luz roja que nos esta indicando, stop, detengamos un momento a reflexionar que tipo de pais estamos construyendo, detengamonos a pensar en la inclusion del otro.Que no haya temor solo precaucion.
Lo que si no debemos dudar, es que los imperios del momento se estan disputando la cultura de la muerte y nosotros como pais soberano estamos llamado a no desmayar en la construccion de la cultura de la vida, promoviendo una nueva orientacion etica,moral y espiritual de la sociedad, basada en el respeto a los derechos humanos, los valores liberadores de la sociedad que no es otra cosa que contribuir a la salvacion de planeta.
La política de civilización no reduce el pensamiento y la acción de la política. La vuelve a dar sentido. Hay que integrar la política a la política de civilización y a la nueva universidad que necesariamente debe salir de sus propias entrañas..



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Miguel Pineda

Economista. Dr en Educación. Legislador al Consejo Legislativo del Estado Carabobo. Presidente de la Comisión de Ciencia Tecnologia del Consejo Legislativo del Estado Carabobo. Docente-Investigador de la Universidad de Carabobo.

 mpineda748@gmail.com      @mpineda748

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