La mayoría de las personas tienen la creencia de que una guerra es aquella que nos presenta soldados con todo su pertrechamiento, armas y sus equipos militares, y los mismos están en combate constante realizando operaciones bélicas en tierras, aire o mar en los pueblos, ciudades o naciones enteras, acabando y arrasando con sus pobladores y todo lo que exista sobre ese suelo patrio, porque asi nos entretuvo y nos entretiene el Hollywood del lobby de la Casa Blanca con las películas de ciencia ficción con sus soldados universales, donde por cierto, siempre ganan ellos.
Sin embargo, para otros que se asoman aun mas a la ventana real de la vida, se puede ver que estamos desde hace unos 25 años aproximadamente en una guerra llamada de cuarta generación o asimétrica, y aunque considero que habemos pocos que creemos que ya estamos en la de quinta generación debido a los avances aun desconocidos por muchos con las nuevas tecnologías que incluyen por ejemplo los nanotransmisores como los que pudieron haber utilizado con el Comandante Supremo Hugo Chávez y hay mucho mas. Otro ejemplo el proyecto HAARP: Máquinas para modificar y controlar el tiempo.
Dejando atrás los tipos de guerra ya conocidos, paso a refutar los hechos acontecidos en ese país del norte en septiembre de 2001, en las cuales hay razones de toda índole que demuestran que lo ocurrido con la destrucción de las torres gemelas, el ataque al pentágono y la Casa Blanca en los E.U. fue planificado por ellos mismos, el gendarme del mundo. Objetiva o científicamente es imposible que el avión cercano a la casa blanca que supuestamente fue destruido por misiles no haya dejado rastro alguno de materiales de diversas dimensiones, como motores, turbinas, otros, y que solo halla dejado partículas minúsculas. Otro ejemplo depravante del imperio fue que dos aviones impactaron las torres gemelas y las mismas se desplomaron casualmente en el mismo lugar por lo que sabedores y especialistas en diversas materias sobre el tema, nos dicen que solo hubo lo que llaman “implosión”
En lo personal no tengo ninguna duda astronómica de que este auto-ataque a las edificaciones más emblemáticas y representativas de los gringos, desde todo punto de vista, fue para argumentar y declarar cual guion hollywoodense la guerra al “terrorismo” a escala internacional, pero que en el fondo –como la letra chiquita de los contratos- solo era la justificación perfecta para atacar los gobiernos progresistas o no alineados que amenazaran los intereses de La Supervivencia del imperio más hostil de todos los tiempos. El botón rojo se había detonado, el Planeta Tierra lo habían declarado en campo de batalla.
Desde la autodestrucción de las torres gemelas en aquel septiembre, se nos indicaba que la película había comenzado y que “Desde el 2001 ya estábamos en la 3era guerra mundial y no lo sabíamos”.
Nuestro legado también es sagrado
