Guerra económica ganó terreno. ¿Y la de triquitraquis?

 La gente frente a largas colas en supermercados, ante el sobreprecio, especulación y ante la inflación artificial, está irritada, bien arrecha. En su mayoría, le atribuye toda la culpa al gobierno. La derecha plutocrática planificó bien sus jugadas.

    En un sector, muy pervertido, el de los supuestos ni-ní, de esos que juegan a hacerse los gafos, porque esperan alguna dádiva del gobierno o quieren permearlo, cual Caballo de Troya, para destruirlo desde adentro, están expresiones como ésta: "es verdad que el Desabastecimiento Programado lo provoca el sector privado, pero el gobierno tiene la culpa, porque no deja que funcionen las reglas del libre mercado y tienen ahogados a los empresarios". Hay quien cae en este peine y apuesta por congraciarse con Fedecámaras-Venamcham y fuerzan situaciones para que el gobierno le haga concesiones a sus verdugos.

     Por otra parte, están los disociados, la vanguardia insurreccional, alimentada con buches de odio y vulgaridades, que reproducen el mismo discurso que alimentan desde los medios de comunicación privados, las fundaciones de maletín y las universidades que controlan los delincuentes de la AVERU: "esta escasez es culpa de este gobierno inepto y comunista, que nos quiere matar de hambre y quiere quebrar al sector productivo, es decir, al sector empresarial privado". La disociación psicótica los lleva a creer que el gobierno es suicida al pretender matar a sus gobernados. Y yerran al señalar como "sector productivo" a los explotadores que se llevan ganancias exhorbitantes, producto de la explotación del trabajador y de la usura de su libre mercado y "capitales golondrina". Todavía no aprenden que el sector productivo es el Pueblo que trabaja.

    También, del lado nuestro, están los "sabelotodo", los "revolucionarios y filósofos de cafetín", que saben cómo se resuelve la cuantificación planquiana y acusan al gobierno de "pusilánime, que no sabe qué hacer y debe meter presos a todos los comerciantes y prestadores de servicio". Estos, en la práctica, son tan fascistas, como los que están montados en esta conspiración contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro.

     Estos genios terminan sirviendo de colaboracionistas y serán los primeros en abandonar el barco de la revolución, como en el Golpe de Estado del 2002, que luego se pintaron de héroes y leales, para, nuevamente, engrosar ese millón y medio que no votó por el Presidente Nicolás Maduro, "porque no se van a subordinar a un pendejo chofer de autobús" o "porque Chávez era otra vaina". Otros, ya huyeron a EEUU, otros cayeron hace pocos días por conspiradores y los menos, empezaron a preparar maletas, luego de escuchar al Mayor Gral. Rodríguez Torres develar una red de conspiradores, más los "ardillitas", que se acercan al chavismo, para salir corriendo al primer triquitraqui.

     Esta guerra ha ganado terreno, porque aún hay impunidad. Esta guerra ha ganado terreno y se evidencia en el "Desabastecimiento", que ciertamente, es "inducido", pero que detrás de la inducción está lo "Programado". No hay escasez.

     Esta guerra económica seguirá ganando terreno, hasta que nos ahogue a los de a pie, al Pueblo, porque a delincuentes como Mendoza, Salas Römmer, Roig y otros tantos, les ha dado por echar el resto con esa pléyade de políticos de medio pelo, los de la llamada IV República y los hijos del Opus Dei y su secta "Tradición, Familia y Propiedad", todos juntitos, para derrocar a Nicolás Maduro y matar chavistas, bajo la dirección del gobierno de Obama y las locuras de Álvaro Uribe Vélez, más otros serviles, que guardan, in pectore, su odio por el Cdte Hugo Chávez, por Nicolás Maduro y los comunistas, socialistas y chavistas. Y Cuando obispos malandrean al gobierno, es porque les garantizaron su derrocamiento.

    Esto no ha llegado a mayor tragedia, porque el Presidente obrero, Nicolás Maduro ha manejado la situación con sindéresis, bregando por la vida y por la paz, valores en los que los hipócritas de la MUD no creen, porque ellos representan el fascismo con buenos modales y la cara "institucionalista" de los otros criminales de la vanguardia callejera asesina.

     De no ser por Nicolás Maduro, estaríamos matándonos, los unos a los otros (amable lector, me disculpa lo igualado, de no llamarlo "Presidente", aunque no pretendo carajearlo, ni tutearlo despectívamente, como hacen Radonski y Falcón, los arcángeles de la MUD).

     Lamentablemente, estos fascistas pretenden arrinconarnos y vienen por sangre. Seguiremos viviendo en paz. Pero, como dijo el Comandante: "Que nadie se equivoque", porque "Hoy, tenemos Patria", bolivariana, socialista y chavista. Esta es una revolución pacífica y armada, con la FANB y sus Milicias, es decir, el Pueblo en armas. Que no se equivoquen.

     Y, nosotros, no nos equivoquemos en operativos efectivas. Esto es responsabilidad del Pueblo, en contraloría social, en la que no debemos hacerles concesiones en ningún comercio o servicio. Donde haya sobreprecio, especulación, usura, acaparamiento, ralentización y desabastecimiento programado, debemos denunciarlos y enfrentarlos abiertamente, con la Ley Orgánica de Precios Justos. Si la derecha gana guerra económica, se habrá perdido esta revolución y todo sería en vano. Ya la de triquitraquis comenzó.



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Luis Alexander Pino Araque


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