Entró en vigencia la Ley Orgánica de Precios Justos (LOPJ), luego del gran operativo de noviembre-diciembre 2013, en el que se demostró, ampliamente, el sobreprecio, la usura y robo al trabajador y familia venezolana, que venían aplicando los sectores comerciales y de servicios, aparejados con el Desabastecimiento "Programado", desde mi punto de vista, más perverso que el "Inducido", pues no hay inocentes en esta criminal conspiración. No hay muchachadas.
Muchos, cínicos, pero adoloridos por las medidas tomadas, una vez que el Presidente Nicolás Maduro, con la Ley Habilitante refrendó la LOPJ, alegaron que fue un acto de improvisación, junto con los economistas del desastre, que en lugar de análisis, lo que lanzaban era la cartilla de amenazas y agenda golpista, sobre la base de su alquimia económica.
Los resultados eran favorables, pero la derecha golpista no es mocha. Ellos decidieron que la Guerra Económica y la inflación, hay que enseriarlas o tendremos chavismo hasta la eternidad.
A esta planificada operación de boicot económico, le sucedieron las guarimbas, que arrancaron en la Capital y en dos estados andinos, bajo la consigna del: "rebelión", "hasta que caiga Maduro", "La Salida". Y tampoco fue ninguna muchachada.
Y así, por ese orden de compromisos y deseos, bajo las directrices de Jhon Kerry, los rectores de universidades, nucleados en la AVERU, le dieron la fachada de protesta estudiantil y lanzaron a la calle sus ejércitos de criminales que ha costado la vida de decenas de venezolanos. Tampoco, fue ninguna muchachada.
Ante esta arremetida golpista de guarimbas, el Presidente obrero, Nicolás Maduro, respondió con justicia y paz, proponiendo a todos los sectores, sobre todo, a los oposicionistas y opositores, una Conferencia por la Vida y por la Paz.
Pues no. Ellos quieren guerra y sangre. Sobre todo, los financistas, es decir, los criollos, dueños de comercios y servicios y los transnacionales, vía Venamcham y varias embajadas subordinadas a la de EEUU.
En este orden de ideas, con base en lo económico, en el fragor de las guarimbas, la especulación, el sobreprecio y el Desabastecimiento Programado, se desataron, disparando la inflación a niveles estratosféricos, de manera que el acaparamiento y la ralentización, disfrazados de escasez, se hicieran sentir.
Pero, con toda sobriedad, el gobierno de Nicolás Maduro, es decir, el bolivariano, socialista y chavista, que preside el "obrero marginal ignorante ése" -como ellos lo mientan- vuelve a darle otra estocada mortal a la burguesía parasitaria, con el SICAD I y II, haciendo que el mercado negro de dólares fracase y se disuelvan la ruedas de negocios sucios, que acostumbraban en ciertos clubes y malls, de Vargas, Caracas, Carabobo y Zulia, principalmente.
Por otra parte, con la misma propuesta que el ungido de Obama propuso, la de la Mesa Económica, el gobierno ha convocado la Conferencia Económica de Paz, desenmascarado el guiso con las deudas de importaciones con Panamá, las truculencias del sector privado con los dólares de CADIVI, el desvío de divisas, entre otras irregularidades, lo que abre paso, a un nuevo sector comprometido con el desarrollo nacional, que quiere producir y ganar.
Pero, ni de vainita, en los medios privados han tenido tiempo de comentar que las empresas de producción social socialistas, mixtas, han sabido paliar esta contingencia golpista y han aumentado la producción a niveles que el fascismo no imaginaba, porque siempre han subestimado al Pueblo y al gobierno chavista de Nicolás Maduro.
Hay un "nuevo orden económico interno", según ha expuesto el Presidente Nicolás Maduro, que liquidará todo golpismo y generará riqueza nacional. Por eso, entre otras cosas, no soportan ese tonito calmado y seguro de Rafael Ramírez, Vicepresidente del Área Económica. Por eso, se apuran en descalificar a Andreína Tarazona, porque, además, la misoginia filofascista en la oposición, también está de moda. Definitivamente, con ese Chófer de autobús gobernándonos, "Chávez los tiene locos".
