¿Navega la jerarquía católica al garete?

Afirmar que la jerarquía católica transita en rumbo equivocado, por su participación para derrocar al gobierno venezolano, es una conclusión absurda, pues la razón de esa organización es contraria a la causa de la Revolución Bolivariana, de justicia social por la que también abogan los hombres de fe, los de hoy, los de la antigüedad, por la que dieron su vida Jesús de Nazaret y Chávez, hombre de fe en Dios, cuyo liderazgo y mandato, como Presidente, fue un verdadero sacerdocio y quien se constituyó, sin proponérselo, en líder espiritual del pueblo latinoamericano y caribeño; Chávez vivió y murió arropado en su creencia y legó un ejemplo de coherencia entre la fe de sus palabras y su lucha por la justicia social, como demuestran sus hechos. Los hechos de la jerarquía católica demuestran que sólo creen en el poder y el dinero.

El 19 de marzo de 2014, el diario español El País publica una extensa propuesta, atribuida a Gustavo A Cisneros, que concluye con esta frase: “estoy convencido de que si las partes se sientan a la mesa del diálogo -contando con una mediación externa como la del Vaticano- mi país encontrará de mutuo acuerdo, la paz y la reconciliación”.

¿Cómo puede el Vaticano constituirse en mediador para encontrar la paz en Venezuela? ¿A caso no es el Vaticano el que designa a la jerarquía católica venezolana, que se ha constituido en el único apoyo “moral” de las acciones de violencia que enfrenta el gobierno venezolano? ¿No defiende esa jerarquía a quienes por motivos innobles asesinan a venezolanos inocentes y a guardias nacionales quienes ponen sus vidas en peligro, para proteger a esos inocentes? ¿No es esa jerarquía católica venezolana representante en nuestro país de la organización que tiene sede en el Vaticano? ¿No fue esta misma jerarquía católica, la que apoyó a quienes en sólo horas del 12 de abril de 2002 despojaron a los venezolanos de una Constitución que le dio marco jurídico a los proyectos que la Revolución ha hecho realidad en los años transcurridos desde entonces, en justicia, igualdad, atención a la salud, educación gratuita, alimentación, también gratuita, preparada y servida a los más olvidados?

¿Cómo puede ser imparcial una organización cristiana, cuyos representantes traicionan a su patria y al pueblo humilde que dicen pastorear, para apoyar a la conspiración de un poder extranjero, que ha intentado durante quince años derrocar a un gobierno que demuestra con sus hechos que sí es posible construir un mundo de justicia e igualdad, como lo predicó Jesús? ¿Cuál es la moral de mediador de buena fe, de quien predica lo contrario a lo que sus representantes hacen habitualmente? ¿Acaso puede el Vaticano revestirse de moralidad, en tanto sus representantes muestran en su desnudez la inmoralidad cuando falsean la verdad, para atribuir la muerte de inocentes al Gobierno, que hace todo para proteger a esos inocentes?

El rumbo de la organización católica venezolana no es entonces equivocado, sus acciones y alocuciones son para apoyar una intervención imperialista, que derroque a esta Revolución Espiritual y los motivos y la acción son los mismos; hace dos mil años ella proveyó el argumento que sirvió al imperio para crucificar a Jesús de Nazaret, su mentiras hoy son para que Estados Unidos invada a Venezuela. Quien establezca diferencias, entre esa jerarquía y el Vaticano, piense por un instante en quien propone al Vaticano como mediador, el medio de comunicación que publica su propuesta y los vínculos del proponente con el poder real del imperio estadounidense. El Gobierno debe tener muy en cuenta el pernicioso efecto de un equivocado tratamiento a la falsa investidura espiritual de la mediación del Vaticano. Maduro no debe dejar lugar a confusión. Si se concreta la intervención del Vaticano, ésta será una mediación política y a solicitud de la oposición. La mayor fortaleza de la Revolución Bolivariana es la espiritualidad que la vincula a nuestro pueblo y ese pueblo no puede regresar a confusiones: el único Árbitro de esa relación es Dios Todopoderoso, sin intermediario.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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