Las bandas son peligrosas: las de terroristas y las cambiarias; y se juntan

Ya lo advertimos el 20-01-14; ver.  http://www.aporrea.org/ideologia/a180379.html y ahora lo repetimos textualmente: De entrada, debemos decir que nos ha alarmado algunas palabras "sueltas" en el discurso oficial que parecieran, en efecto, estar avalando la tesis ya fracasada de la "flotación cambiaria" y las "bandas cambiarias" y el tristemente famoso "crawling peg". Esos mecanismos ya fracasaron en Venezuela, al menos en dos oportunidades, y con sendos equipos de brillantes economistas (en la académico, pero "faltos de burdel" al decir de algún ministro de la economía durante la IV República).

Ahora, como bien acota Zúñiga se pretende revivir esos mecanismos, intentando disfrazarlos con algún barniz de retórica izquierdista, suministrada por quintacolumnistas criollos ya identificados por estar recibiendo fondos desde el Imperio.

Dichos mecanismos cambiarios, tal y como señala Zúñiga NO son necesarios y, además, pareciera que no se termina de comprender que estamos en una Guerra Económica;  (ver. http://www.aporrea.org/tiburon/a173811.html ) y, como dice el refrán, "guerra es guerra". En ese sentido, esos "sesudos" modelos económicos son eso, "modelos" en el sentido de esquemas teóricos que sólo funcionarían en las manidas "condiciones ideales", que nunca se presentan en la realidad hipercompleja. Señores: si bien toda guerra en esencia es llevada a cabo por razones de alcanzar beneficio económico; las acciones particulares suelen ser dispendiosas en recursos, toda vez que poco importa el costo de la toma de un objetivo, si eso permite a la larga ganar la guerra.

Un ejemplo: la tristemente famosa Batalla del Somme, durante la Primera Guerra Mundial, entre los Aliados y el Imperio Alemán, duró más de 5 meses y costó más de 1.200.000 muertes directas (casi el 2% de los hombres adultos de la Europa de esa fecha), y fue una batalla infructuosa en la cual ninguna de las fuerzas tuvo avance. Eso demuestra que en una guerra, y la nuestra es una Guerra Económica, con mucha menor razón se da atisbo alguno de "racionalidad económica", concepto ya altamente desvirtuado por diversos premios Nobel de Economía; pero que en una guerra mucho menos debe esperarse.

Citaremos nuestra afirmación precisa en http://www.aporrea.org/actualidad/a166567.html:

"Ajustes de política económica, sí, sobre todo para aumentar la producción y productividad en el país; pero elementos como la regulación de precios dinámica y con base en costos reales; la restricción de la cuenta de Capitales de la Balanza de Pagos y la administración de la convertibilidad de las divisas; la regulación de los canales de distribución de bienes y el combate del monopolio y demás figuras de abuso de posición de dominio, son aspectos indispensables para la propia sobrevivencia del Gobierno en el presente escenario de guerra económica".

En tal sentido, si se abre la flotación; las bandas cambiarias, cualquiera sea el porcentaje de "penalización" que se plantee, o cualquier mecanismo influenciable por los actores privados, tengan por seguro que las fuerzas hegemónicas externas que dirigen las estrategias de la Guerra Económica contra nuestro Gobierno, destinarán la cantidad de divisas que sean necesarias (total: ellos sólo imprimirán más dinero sin respaldo) para compensar afuera ("off-shore", lo llaman en la jerga yuppie) los costos en que incurran sus agentes locales para atacar nuestra moneda, adquiriendo todas las divisas que puedan, al precio que sea, forzando los límites y parámetros del modelo, porque el fin inmediato nada tiene que ver con racionalidad económica ¿nos explicamos bien?

Postdata: Lo hicieron recientemente en Argentina



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José Gregorio Piña


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