Estreché su mano por primera vez en el antiguo rectorado de la Universidad del Zulia, iniciaba entonces su recorrido por el país luego de salir de Yare, allí estaba el Comandante, con su chaleco tejido, amplia sonrisa y entusiasmo mágico y contagioso, se adentraba a las oficinas administrativas y con frases contundentes impactaba a quien se encontrara en su camino.
Jamás imagine que estrechaba la mano de quien estaba destinado a dividir la historia política y social más allá de Venezuela, América Latina y el Caribe ( Antes y después de Chávez); lo que si me impresionó al instante fue su comunicación clara, franca, precisa y sin preciosismos de quienes somos de extracción campesina.
Como político, militar, estadista y comunicador dotado de una inigualable inteligencia, enmarcado en una sensibilidad extrema ante los más desposeídos nos indicó prontamente que estábamos frente a un ser fuera de serie; su ideas de independencia, integración y defensor intransigente del pueblo, más temprano que tarde lo llevó a plantear el Socialismo del Siglo XXI, frente al neoliberalismo salvaje.
La gran perturbación causada en el seno del imperio norteamericano se multiplicó cuando el Departamento de Estado percibe que no está frente a un charlatán; que el Comandante a sus ideas las dotaba de vida, acción y dirección, empleando las fuerzas intangibles de esas mismas ideas para barrer cualquier oposición que se interpusiera en su camino, por eso, en uno de sus encontronazos concretos con el imperialismo le propino una derrota histórica a las huestes imperiales con el entierro del ALCA en Mar de Plata, Argentina.
Decía el gran José Martí, que: “Las ideas son más fuertes que trincheras de piedra” y es que las ideas tienen más fuerza que los cerebros físicos que las producen, siguen imbatibles después que el cerebro se ha hecho polvo, por eso cuando la oposición enferma deseaba su muerte, en algunas ocasiones, cuando debatía con un opositor les manifestaba que el Comandante era infinitamente invencible si desaparecía físicamente, porque sus ideas estaban sembradas y se constituían en un fuerza social más allá de lo electoral.
Sus ideas, coraje y trabajo incansable internamente permitieron que el proceso revolucionario ganara 18 de 19 elecciones; desarrollar la victoriosa estrategia de las misiones, construir un nuevo pensamiento militar a la fuerzas armadas, participación de la mujer y los indígenas, instalación de dos satélites; así como, en el plano internacional, las creaciones del ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, CELAC, TELESUR, una nueva arquitectura financiera, el Sucre y otras; todo en el marco de una política internacional exitosa, basada en principios constitucionales de independencia, solidaridad, estímulo a democratización, integración latinoamericana y caribeña, robustecer la relación sur-sur y buscar nuestro posicionamiento en la economía internacional, obviamente la concreción de estas ideas del Presidente Chávez perturbaban cada vez al imperio norteamericano, de allí la sospecha razonable de su eliminación física por parte de las huestes imperiales; los mismo que resuelven los conflictos políticos en la ONU, los militares en la OTAN, los económicos, culturales y tecnológicos en el grupo de los 7, siempre dispuestos a realizar alianzas con las burguesías criollas apátridas para ahogar cualquier intención de emancipación de los pueblos de América Latina y el Caribe, en el caso de Venezuela están apretando cada vez con más fuerza, esperamos que la unión cívico-militar y el ideario de Chávez sea capaz de afrontar con éxito el reto que está planteado.
Comandante vives a través de tus ideas, ubicadas en la neurona, de cada venezolano consciente de la necesidad de conservar la patria.
