En días recientes, un gran amigo me hizo despertar el interés de encontrar en nuestros cerebros, la razón “básica e instintiva” de lo que ocurre en el país en estos oscuros momentos… Y es así como comienzo a tropezar con estudios descriptivos de ese magnífico órgano que rige nuestras vidas, nuestras emociones y nuestras actitudes como personas y seres sociales…
Muchos científicos en el mundo, han hecho grandes aportes a la ciencia con profundas investigaciones sobre su funcionamiento y su desarrollo en la historia. Hace más de 60 años el científico norteamericano Paul MacLean, logró avances importantes en el conocimiento de los procesos psicológicos y psiquiátricos de los seres humanos en la sociedad, y fue el primero en proponer la teoría de que nuestro cerebro se dividía en tres: Cerebro réptil, límbico y neocorteza. Pero no pretendo ahondar mucho en esto —por ignorante en el asunto—, más allá de usarlo como excusa para hilar una hipótesis del cómo los medios de comunicación, las redes sociales, las guarimbas y los desatinos comunicacionales del gobierno, están interrelacionadas entre sí...
Según MacLean, en el cerebro réptil, “yacen los instintos básicos que controlan nuestro comportamiento relacionado con la supervivencia”. En el cerebro límbico, “se añade la experiencia actual y reciente a los instintos básicos mediados por el cerebro réptil, permitiendo que los procesos de supervivencia interactúen con elementos del mundo externo, expresados en la emoción”. Mientras que en la neocorteza, “está la razón y es donde se regulan las emociones, habilitando nuestra conducta a la solución de problemas y a la realización de planes a largo plazo en nuestras vidas”.
Y es aquí, donde comienzan a aparecer las manipulaciones de la sociedad y sus vericuetos para engañar multitudes. El psicólogo y antropólogo Francés, Clotaire Rapaille, al referirse a las investigaciones que realiza para corporaciones como Procter & Gamble, Nestlé y General Motors, entre otras, dice: “Es absolutamente crucial para cualquier persona que trabaje en comunicación —ya sea periodista, político, cineasta, productor de tv, medios o marketing—, si quiere atraer la atención de la gente, venderle un producto o convencerlo de algo, debe entender lo que se denomina el “botón clave del réptil”. Porque el réptil siempre gana"…
Es decir, lo que se busca, es lograr que lo que ves por todos los medios, se transforme en una emoción que se instale en tu cerebro raíz. Una vez allí, no tendrás escapatoria. Tu actitud ahora será instintiva y condicionada por el miedo y tu necesidad de sobrevivir… Y es aquí donde las redes sociales, comienzan a ganar la batalla… Los cañones a los que se refería el antropólogo Rapaille, lograron de manera certera apretar el “botón del cerebro réptil” de una parte de nuestros ciudadanos. Y cuidado, no hago distinción alguna de bandos; el botón fue apretado en ambos, logrando fertilizar, crecer y mostrar sus rostros más sombríos y terribles… Desconocerse y maltratarse, ya es algo natural…
Pero es que además, esos cañones se apoderaron también de las calles y del discurso gubernamental… Nuestro momento histórico, fue tomado por asalto por el más “básico” sentimiento. Dejamos la razón y nos aferramos a nuestro más feroz instinto… Y es que, si nos revisamos, nos daremos cuenta que estamos viviendo en “blanco y negro”. Ya no es posible leer un mensaje sensato y sincero de llamado a la paz de ningún sector. Todo pulula entre “Fascistas” y “Asesinos del Dictador”… ¡Me rehúso a aceptar que eso somos!...
Como diría Mafalda: “Paren el mundo, me quiero bajar”…
Rescato con el cariño inmenso que le tengo a Rubén Blades desde niño, un párrafo de su segunda carta en respuesta a Nicolás Maduro, porque amigo lector, allí está la clave para sacudirnos ese “blanco y negro” y no dejarnos atrapar por el limbo de nuestro propio réptil…
"Los comentarios expresados por mí, en relación con la difícil situación que hoy vive Venezuela, no son derivados de las noticias de CNN, o de Univisión, o cualesquiera otra fuente noticiosa, "imperialista" o no. Nacen de cartas, comentarios y de reflexiones hechas por amigos, dentro y fuera de Venezuela, y de la lectura cuidadosa y analítica de innumerables publicaciones, tanto afectas como antagonistas a su gobierno. El carácter diverso del material que usualmente escojo para mis lecturas, tiende a nutrir amplia y objetivamente mis puntos de vista”… ¡Bravo Rubén!...
herbert.silvam@gmail.com
