Guerra Económica, Política, Violenta… Total

La escalada de violencia en Venezuela sucede al fracaso o lentitud de los efectos de la Guerra Económica contra la nación venezolana, que el Gobierno Bolivariano enfrenta con éxito y decisiones atinadas, como la adoptada el día de hoy, para aumentar las reservas de alimentos y medicamentos.  Esa violencia sucede al éxito creciente de la unión de América Latina y el Caribe, a la reunión de la CELAC en La Habana, y también al breve ejercicio de su presidencia por Laura Chinchilla, aliada a Washington,  cuyo mandato en Costa Rica está por terminar.

Marchas violentas, guarimbas y la actividad de agentes estadounidenses para comprar conciencias de jóvenes universitarios, ocurren cuando el imperio está urgido de apoderarse de Venezuela y su petróleo, cuando es evidente que al imperio y sus aliados les ha sido posible destruir, pero no apoderarse de Siria, como lo hicieron con Libia y que los intentos para doblegar, con más sanciones económicas, la voluntad de Irán, no tendrán los efectos que esperaba. A la cadena sucede también otros dos fracasos, el intento para obligar a Ucrania a alinearse con Europa y con la OTAN y la negativa de los aliados europeos, para secundar todos sus planes, a lo que el imperio respondió con una frase lapidaria contra Europa: “que se jodan”… Como guinda del pastel, el reinicio de la violencia contra Venezuela no recibe la represión que el imperio anhela, para acusar al Gobierno Bolivariano de represor, violador de derechos humanos y o asesino de líderes de oposición, sino el ejercicio de una autoridad justa, moral y hasta tolerante, frente a la cual el imperio y sus lacayos pierden los estribos, se desenmascaran como autores y proveedores del dinero para sostener esa violencia. 

Tras la secuencia de reveses sucede el intento desesperado del imperio, para imponer autoridad que ya no ostenta, sobre el Presidente de los venezolanos, Nicolás Maduro, a quien pretende amedrentar con la violencia de mentes alocadas, narco paramilitares de moto sierra y con un grupo de corruptos, como caimanes al acecho. Así, sin más ni más, el imperio pretende restablecer su dominio sobre Venezuela y su petróleo.

Este intento del imperio es definitivo; está urgido por lograr lo que no logró en abril, ni diciembre de 2002, ni el 5 de marzo de 2013 y Maduro se crece a cada dificultad, lo hizo horas antes de este escrito, al responder  con dignidad y coraje su negación a que los venezolanos nos bajemos los pantalones ante humillantes demandas del imperio. Este intento para amedrentar a los herederos de Bolívar y de Chávez no sucede en un momento casual, ocurre cuando el buque más poderoso, escoltado por una imponente flota imperial, de buques misilísticos, se desplazan hacia el Mediterráneo y el Golfo Pérsico, en presagio de la guerra que el imperio está por iniciar, contra Siria e Irán. La urgencia de su camino hacia su Ayacucho sugiere la consideración de otras posibles acciones inmediatas del imperio contra Venezuela:

1º. Más violencia e inéditos actos de terror; 2º No sólo la de Leopoldo, la vida de otros jóvenes líderes de oposición peligra a manos de su gente; 3º Acciones para separar a Zulia y Táchira; 4º Acciones para controlar nuestras fuentes de energía hidroeléctrica y minerales estratégicos; 5º. Daños a vías y acueductos hacia Caracas y otras ciudades. 6º. Estallido de una falsa guerra civil entre venezolanos, ejecutada por sus mercenarios. Confiemos en Dios, la causa por la que luchamos es la causa postergada de la Historia: Su Mundo de Justicia e Igualdad.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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