Entre los vicios del capitalismo, está el de la doble moral. Es por ello, que para muchos, somos honestos e incorruptibles, hasta que se da una oportunidad de corrompernos; somos severos y acusamos la paja en el ojo ajeno con la ceguera de la viga en el nuestro y aplicamos una moralina exquisita, de acuerdo con nuestra conveniencia puritana. En fin, la pillería de la democracia representativa, quedó inoculada culturalmente, con aquello del "pónganme donde aiga" (sic) y "agarrando, aunque sea fallo".
Esto es, en esencia, lo que pasa con nosotros, a un grueso de la población. No ha sido poco el revuelo mediático, causado por los agentes de Fedecámaras-Venamcham y los grandes monopolios, como el grupo Polar-Mendoza, los que han recibido dólares preferenciales, a precio de CADIVI y lo han desviado hacia el mercado negro, total y parcialmente; igualmente, otros, de menor poder adquisitivo, han visto mermadas sus posibilidades de hacerse con unos cobritos, malhabidos, producto de vender sus dólares en esos viajes de ida y vuelta, en donde sacaban los dólares autorizados por CADIVI; otros, aprovechaban los cupones electrónicos, para raspar la olla y revenderlos al mejor postor y si quedaba algo, compraban la "gift card".
Los que estaban y siguen estando, tras de estos raspacupos y raspatarjetas, son las mafias de cuello blanco, que cual pirámide se hacen de toda la cantidad de dólares que puedan comprar a cuanto mortal puedan, a un precio, atractivo, como para que vendan sus cupos electrónicos y de las tarjetas de crédito, para luego, revenderlos, cual Casa de Cambio, al precio que esa misma mafia controla desde la página electrónica Dollar Today, que es amparada por el gobierno de EEUU, pues por esta vía, han logrado poner en jaque la economía nacional y avanzar en el Golpe Económico, que desde varios frentes se han planteado, para derrocar al Presidente Nicolás Maduro.
Este Modus Operandi no tendría éxito, si no fuese por la doble moral, en la que muchos tirios y troyanos se han prestado para esta reventa irregular, ilegal y entreguista, que ha puesto en manos de estos peces gordos milmillonarias sumas de dinero, conseguidas al detal, más el guiso de la venta y reventa de boletos aéreos, en los que cada asiento del mismo vuelo tiene un precio diferente, sin dejar de mencionar que unos agentes de aduanas, sellan entradas y salidas del aeropuerto, de numerosos pasaportes, de mucha gente que jamás se ha montado en un avioncito.
Esta realidad la saben hasta las piedras, porque es un secreto a gritos. Pero, a la hora de criticar las medidas asumidas por el gobierno nacional y por el Órgano Superior de la Economía, es dejada de lado y asumida como si fuese un capricho. Resulta que si no se le da un parao a este derroche de dólares, en esta francachela de consumo, vamos rumbo a la ruina, porque se desangra al Estado y se vacían los bolsillos de los trabajadores, porque el peor daño está en la inflación artificial o inducida, que han generado estos delincuentes chupadólares, desde la del 56% del año 2013, a la que en los laboratorios de guerra sucia, aspiran alcanzar para dar con un colapso total de la economía. Ya el gobierno tendió la mano amiga. Ahora, falta la otra mano de hierro contra estos delincuentes.
