Mosca con el humanismo institucionalista

Han pasado, apenas, 7 meses, desde la muerte física del Comandante eterno, Hugo Chávez. Sin embargo, han pasado tantas cosas, que pareciera que fue hace mucho, como para que nos desviamos por otros caminos, a pesar del gran esfuerzo que ha hecho el Presidente Nicolás Maduro, por preservar y fortalecer su legado.

El legado significa toda su obra que nos dejó como heredad, que vista en perspectiva, se pierde de vista y representa, no solo cambiar la historia y la realidad de Venezuela, sino que ha significado un parangón e hito histórico en la humanidad, rescatando los valores del socialismo, como único camino real, hacia la felicidad colectiva, la erradicación del hambre y la pobreza, el rescate de la dignidad de los pueblos.

El Comandante Chávez lo hizo, con su estilo, muy peculiar, el del otro Beta, el llanero cantador y declamador, con la profundidad y, a la vez, claridad, que no tienen nuestros falsos intelectuales, de las todavía, universidades al servicio del Estado burgués.

Resulta, que desde los laboratorios de guerra sucia del imperio norteamericano, se ha difundido a través de los partidos políticos televisivos, como Globovisión, Televén, Venevisión y otros de menor rating, las consejas de que: "el ciudadano está cansado de la polarización", "el ciudadano lo que le importa es que le resuelvan sus problemas inmediatos y los de su comunidad, así tenga que pagar, porque no le importa la política", "primero tenemos que ser humanistas e institucionalistas, luego, cuando alcancemos resolver todos los problemas, ahí sí, podemos decidir si somos socialistas".

No hay mayor y dañinas mentiras, que las señaladas entre comillas, pues tienen un sentido y carga conceptual, que se pretenden introyectar, como falsa conciencia popular.

En el caso de aquella del cansancio por la polarización, la única verdad verdadera es que sí hay una mayoría de venezolanos que apostamos por el camino del socialismo, incluso, con los casos de corrupción de muchos que llevaron y aún llevan camisas rojas y fraseología socialista. La otra parte, sí está atomizada en oposiciones, desde demócratas hasta fascistas disociados, pero todos, pugnando por el poder para ellos, no para el Pueblo y todos creyentes del neoliberalismo más radical.

En los laboratorios han ordenado a la Mesa de la Ultraderecha (MUD) y sus canales políticos, que difundan esta mentira, para desmoralizar al chavismo socialista y aprovechar cualquier requebrajamiento, sobre todo, en época electoral, en donde se cuele un concejal, un alcalde, un diputado, etc. Debemos pues, estar claros y convencidos de que sí hay polarización y debemos seguir trabajando para liquidar de la inconciencia todos los antivalores que propugna la derecha, sin hacerle ninguna concesión.

Por otra parte, los problemas comunes de los ciudadanos y la raíz de sus problemas están en cómo producto de una visión aristocrática o burguesa, se explota al trabajador, además del pago de impuestos los servicios públicos mínimos les son resueltos, en tanto y en cuanto paguen por ello y, en definitiva, la persona vale en cuanto tenga, en una sociedad de consumo e individualista, base fundamental, para la explotación y control social, que sustenta al neoliberalismo.

En este orden de ideas, el socialismo, como postura de vida, como política económico-social, busca el bien común y no es una moda a la que se apela después, ni como rebeldía de la pubertad, sino que, también es el camino maduro al que recurren hoy los pueblos como Venezuela, porque hemos alcanzado la madurez y autonomía, que la alcanzamos, gracias a la emancipación del Comandante Chávez y una vanguardia esclarecida. Con el socialismo, se rompe con la opresión, se liquida la explotación de todo tipo y se alcanza el bien común, con equidad y sentido de justicia.

Debemos también, tener en cuenta que el llamado "humanismo" nació como propuesta filosófica del siglo XIV, ligado al renacimiento, que surgió como antítesis del llamado oscurantismo y en oposición a la hegemonía eclesial, para dar con el secularismo que justificó y posicionó socialmente, al mercantilismo, de donde proviene el mecenazgo y la incipiente nueva clase social, la burguesía, que se fortaleció con la invención de la imprenta, como vehículo formal del comercio y de la burguesía, que paradójicamente, cuidó que se mantuviera analfabeta la clase trabajadora. En la actualidad, el humanismo promueve como un orden natural, con las diferencias de clase, en donde se justifica a una burguesía y otra clase mayoritaria, el proletariado, los trabajadores, que son explotados y que según los humanistas han de estar agradecidos con las bondades de una clase a la que le tocó estar socialmente, por encima, dada su riqueza. La falsa aceptación de la palabra humanismo, porque pareciera referirse a "humano", no es más que un síndrome de ignorancia, deliberadamente difundida, para engañar y explotar, como un estado natural de la sociedad y de las cosas.

Así es que, si escuchamos de algún funcionario nuestro, desde el chavismo eso del "humanismo institucionalista" y se obvia la palabra socialismo, aunque evoquen al Comandante Chávez, estamos frente a un hipócrita que traicionará y si lo escuchamos desde la derecha, pues se entienden que está trabajando para sus amos, la plutocracia criolla y los norteamericanos.

@l2pino2


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Luis Pino


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