¿Por qué Chávez es “de todos los tiempos y de todos los lugares”?

1994, 26 de marzo. La noticia: El Comandante Hugo Chávez Frías fue liberado de la cárcel de Yare -lugar donde permaneció casi dos años recluido- ¿El motivo? Haberse alzado en contra de un modelo político y económico que había implosionado hasta los tuétanos de la gente de este país. Un modelo que bofeteó por décadas la dimensión social, el mismo paradigma que insistía en reacomodar las “variables macroeconómicas” con la puesta en marcha de medidas que se volvían un efecto boomerang, tanto para la economía como para la sociedad.

Un modelo que nació con malformaciones

Ese modelo fue socavando las bases de un país que llegó a tener otro rostro y otra forma de relacionamiento, distinta a la Venezuela cuyas viviendas permanecían con sus puertas abiertas y nada ocurría. Cambió el país que alojó a tantos inmigrantes que huyeron de la guerra en el marco de la II Guerra Mundial. Una nación que dio cobijo a quienes ni en sueño quisieron volverse a encontrar siquiera con la posibilidad de estar en medio de un escenario bélico.

Pero luego del gran boom petrolero, posterior a la década de los años 70, nuestra estructura societaria empezó a sucumbir. De forma intempestiva, vimos cómo una serie de acciones -nada cónsonas con el verdadero nosotros- se llevaban la vida de compatriotas (por dar tan solo un ejemplo de los efectos que tuvo para el país la implantación de un modelo que exacerbaba la generación de riquezas: la llamada renta petrolera)

Así, se hizo común la práctica de la corrupción y se escuchaba hablar, tanto en el espacio mediático como en el cotidiano, de las tribus judiciales como si se tratara de algo natural… Unido a ello había una total deslegitimación de los partidos políticos. Con ello, el pueblo fue perdiendo la creencia en los gobernantes, quienes perdieron peso como instancias para el ejercicio del Gobierno para todos.

Si realizamos una mínima indagación, encontramos que en esa época era normal que se hablara de que Venezuela firmaría con el FMI, el BM o el BID (lo cual, de paso, debía interpretarse como un hecho deseable por “necesario”), amén de la desazón existente en cada uno de nosotros, pues el porvenir se pintaba borrascoso.

Contra eso, contra la negación deliberada e interesada de la historia por parte de quienes conducían al país, por las llamadas élites intelectuales... Contra lo corroída que estaba la Fuerza Armada Nacional (institución que Chávez conocía con absoluta propiedad), contra la impunidad y la inmoralidad, contra el manejo de la economía en forma irresponsable, contra el endeudamiento que comprometía a las futuras generaciones, contra ese modelo asfixiante y más, se rebeló Chávez el 4 de Febrero de 1992. ¡Por ello, pagó cana¡



1992, 2004, 2013 el mismo leitmotiv

El 14 de diciembre de 1994 Chávez ofreció un discurso en el Aula Magna de la Universidad de la Habana con el cual atrapó la atención de su audiencia. En ese momento manifestó que “desde hace años, decidimos entregarle la vida a un Proyecto Revolucionario, a un Proyecto transformador”.

El pensamiento de ese Chávez de entonces en poco se diferenciaba al del Chávez de ahora, que es el Chávez de todos los tiempos. Allí se refirió al árbol de las Tres Raíces, argumentó sobre la imperiosa necesidad de unirnos en un bloque, tal como lo había idealizado Bolívar; aludió la necesidad de transformar al país a través de un proceso revolucionario….

Desde entonces nació una hermosa relación de fraternidad con Cuba que se ha mantenido en el tiempo, como se mantienen los grades amores: incólumes.

Bolívar, Martí y Aquiles Nazoa

Luego, Chávez espetó sus ideas bolivarianas. “Algún día esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un Proyecto Revolucionario Latinoamericano, imbuidos como estamos desde hace siglos en la idea de un Continente hispanoamericano, latinoamericano y caribeño, integrado como una sola Nación que somos”. ¡Nada más visionario que eso¡

Ese día citó a Aquiles Nazoa y a José Martí para referirse a una frase lapidaria que se ha mantenido en el tiempo desde la perspectiva de la praxis: “Nos sentimos de todos los tiempos y de todos los lugares”. La historia ha confirmado la validez de esa expresión, pues así es Chávez. Hoy añadiría yo: un hombre que en esos tiempos y espacios infinitos ha logrado posarse en los corazones y en la conciencia del pueblo.

Tal día como hoy, en 1954 nació Chávez quien dejó de estar entre nosotros físicamente desde el 05 de marzo de 2013. Pero, ¿saben dónde radica lo hermoso de este pasaje? Dejó una obra que trasciende territorios, creencias, pensamientos, ideologías… El llamado “Presidente de los pobres”, demostró que lo importante no es la posición, ni la condición, ni cuánto o qué se tiene en las manos… Durante su largo e incansable trabajo demostró que todo se reduce a un asunto de voluntad. Y si la hay, ¡todo es posible!.





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Marbelys Mavárez


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