Lo que los cristianos y socialistas debemos aprender de Hugo Chávez

“Yo soy Chávez
Tú eres Chávez.
Todos somos Chávez”.

Pero todo esto, cristianos, socialistas y comunistas, indianistas, afro-americanistas y autodenominados revolucionarios,significa y representa nada más y nada menos, que tenemos que ser como Chávez.
¡No la caricatura de Chávez!
Vayamos examinando las cosas:

- Chávez era Chávez, siempre fue el arañero de Sabaneta, era sencillo porque era pueblo, pueblo/pueblo:¿por qué cristianos, socialistas o indianistas, afrodescendientes, blancos de orilla y tantos otros, revolucionarios por autodefinición, tenemos que ser tan complicados, soberbios, altaneros y rabiosos cuando tenemos un poquito de poder, sea en la sociedad o en el poder político?

-Si Chávez siempre reconoció méritos a todos y cada uno de los y las de su equipo, de todo el gobierno y del proyecto ¿por qué tu o yo vamos a desconocer al otro o la otra? ¿Por qué ser tan mezquinos, competitivos, agresivos y muchas veces, rastreros y jalabolas del jefe inmediato o chupa media de la jefa inmediata? Dijo Chávez en una oportunidad en forma jocosa, “que todo aquel que le gusta que le jalen, también le gusta jalarle al que ve por arriba de su propia estatura”.

-A lo externo, Chávez nunca dejó -como líder- de reconocer, con una gran generosidad, los méritos de otros líderes del continente. Siempre reconoció, con una gran dignidad y valentía a Fidel, Evo, Lula, Correa, Néstor, Cristina, Ortega, Raúl, Zelaya, Lugo y tantos otros. Buscó que este continente volara por sus propias alas y no con las alas prestadas del imperialismo norteamericano o de los también racistas y colonialistas, imperios europeos. En cambio, muchos cretinos, sociolistos, indios y negros e indomestizos, blancos de orilla, domesticados, desclasados y renegados de sus propios orígenes, quierenser como Chávez para seguir viendo los liderazgos en una competencia de libre mercado. Vale decir, transformados en mercancías políticas, en vulgares traficantes del poder, del prestigio y de la más espantosa y reaccionaria carrera política, académica o militar, colocada siempre por encima de las prioridades colectivas de un pueblo y de una revolución.

-Si Chávez nunca se enfermó y se empalagó con el poder ¿por qué cristeros y sociolistos se llenan de soberbia y se engrinchan apenas tienen una pequeña cuota de mando y empiezan a ver al pueblo, ¡por encima del hombro!? (1). Cristianos y socialistas, ¿por qué el poder se nos convierte, como toda“lengua larga”, en castigo del cuerpo y veneno del alma?

-Si Chávez era oídos del pueblo, ojos del pueblo, corazón del pueblo, sensible a todo pueblo y a todo lo del pueblo: ¿por qué en cambio nosotros, somos indiferentes ante el niño o niña de la calle, el mendigo, el “loco” o “la loca” del pueblo y el borrachito del pueblo, que muchas veces llevan la voz de Dios entre sus labios, en un decir, en un canto o en una danza, o ya, pueden ser vistos como el Popol Vuh o “Libro de la Comunidad” abierto al cielo y a la tierra, al mar y a las estrellas?…

-Si Chávez, como Jesús, Gandhi, Lenin, entre otros tantos libertadores vivieron sólo con lo justo y necesario: ¿Por qué tú, cristiano, socialista o comunista vas a vivir en el lujo y el derroche, mientras buena parte de tu pueblo permanece aún en la miseria y el planeta se desangra a tus pies? Y así vas a tener el tupé de querer luchar por una sociedad “radicalmente” diferente.

Chávez sabía que el Buen Vivir o Vivir Bien de las filosofías indias, nada tenía que ver, ni con el consumismo o el derroche capitalista, ni mucho menos, con la privación o la miseria de los bienes esenciales para la vida con libertad y dignidad.

-Si Chávez siempre decía que el cielo había que comenzarlo a construir desde aquí abajo, desde esta tierra ¿Entonces, por qué carajo, muchos cristianos dejamos sólo al Cielo el destino de los humildes y desamparados y nos escudamos en “La Palabra” para ser cómplices de un orden social injusto, corrompido y brutal como el capitalista? La iglesia con sus tibias encíclicas papales sólo condenaba “los excesos” del capitalismo. Olvidando que es un sistema insalvable, sin cielo y sin sueños. Pero en cambio “el infierno” siempre fue para los luchadores contra el sistema: para los Camilo Torres, los Hélder Cámara, los Arnulfo Romero, las Marjorí Braford, los Luther King.

-¿Por qué entonces, muchos socialistas y comunistas, delegamos en el más allá, en la sociedad comunista, en ese cielo tomado por asalto, el destino inmediato, las demandas del aquí y ahora de tantas víctimas de la opresión y miseria del capitalismo? ¿o por qué la clase trabajadora, se queda en el inmediatismo reivindicativo, olvidando la perspectiva estratégica del proyecto histórico para sustituir el capitalismo?

-¿Por qué se parecen tanto el Papa, el Cardenal y el Obispo, incluyendo el Alto Clérigo protestante, al Gran Burócrata de partido o de gobierno llamado socialista, algunos, de estos o de aquellos –clérigos o seglares- totalmente divorciados, del pueblo/pueblo? Si no hay tejido de pueblo por donde pisas y caminas, ¿bajo que humus y que riego, deberá germinar la semilla y el semillero del cristiano, del socialista o del comunista, del indianista o del afrodescendiente, del trabajador o trabajadora? De allí el sentido pleno de las iglesias de base, de la militancia comprometida con un proyecto histórico de sociedad distinta, de la con-vivencia plena con la Madre Tierra. Se trate de cristianos, socialistas, comunistas, indianistas, afroamericanos, blancos de orilla, trabajadores y trabajadoras.

-Si no amas a tu prójimo al que ves ¿Cómo puedes amar a Dios al que no ves? ¿Si no amas a las víctimas del capitalismo a las que ves de instante en instante, cómo puedes amar a una humanidad en abstracto a la que no ves? Es más fácil amar a “la humanidad” que a tu vecino. Como es más fácil amar a tu vecino que a tu suegra.

Si esas víctimas del capitalismo se vuelven invisibles a tus propios ojos, entonces, desciende del pedestal, desciende del libro a la vida, al Popol Vuh de la Comunidad. Vuelve al pueblo para que cures de esa ceguera que es incurable allá arriba, en ese mundo de “los intocables” y de las “vacas agradas” donde permaneces. Si no curas de esa ceguera, no eres Chávez. Podrás ser cualquier otro, menos ¡El Comandante amigo! Nunca aprenderás a gobernar obedeciendo.

-En una palabra, sin hacer juicio de nadie, sin olvidarnos de la autocrítica: ¡Por sus frutos los conoceréis! Del dicho al hecho hay mucho trecho. De la palabra a la praxis, hay tanta distancia como de la tierra al cielo. Porque la praxis es la palabra encarnada, vale decir, la teoría encarnada en la práctica.

Entonces es aplicable aquello de:

-Hagan como ellos dicen. Pero no hagan como ellos hacen. Porque ellos dicen y no hacen.

-Chávez no dejó de entender por eso, que no siempre la voz del pueblo es la voz de Dios y no siempre la Academia es la supuesta “Casa de Luz que vence las sombras”. Frente a estas dos exageraciones extremas, siempre recordaba a Bolívar en aquello de:

-“Por la ignorancia –a veces- nos han dominado más que por las armas”….
Es de ignorantes, ver siempre, siempre, en las Academias, la supuesta “Casa de Luz que vence Las Sombras”. Pero también es de ignorantes, creer que el pueblo nunca se equivoca.(Y por eso, la cerveza se llama “Polar”).- ¿No es así señor Mendoza?
De allí la necesidad y urgencia, entre los pueblos y las dirigencias comprometidas para impulsar un diálogo intercultural, un diálogo de pueblos, culturas y civilizaciones al interior de nuestras patrias y de nuestro continente para poder entender a la humanidad actual, instrumentar el pasado en función del presente y descifrar las claves del futuro.

(1) ¿Cristianos o cristeros? ¿Socialistas o socios –listos?...¿Socios de quién, listos para qué?


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Saúl Rivas Rivas


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