“En junio del 2010, 42 jóvenes de Primero Justicia se pusieron una franela roja y sin medias tintas fueron aceptados como revolucionarios”
“A Chávez nunca le tembló el pulso para decirle a los otros que podían incorporarse a nuestro seno, pero con la claridad de estos términos.”
Las anteriores son ambas frases textuales de la inoportuna “carta abierta” de Nicmer Evans a Nicolás Maduro; y digo inoportuna, para ahorrarme otro calificativo más duro; ya que tal parece que el emisor de esa epístola le hace el juego ¿sin intención? al discurso dictado desde el Norte y bien asesorado por J.J., de desligar a Nicolás de Chávez; que ya hizo lo mismo muy recientemente con la medida del ajuste cambiario (ver mi artículo http://www.aporrea.org/actualidad/a159588.html.)
Ahora incurre en lo mismo, con idéntica ligereza expositiva. Nótese la flagrante contradicción, que desdice del rigor académico, cuando primero hace un señalamiento sobre un hecho similar en junio de 2010, en plenitud del ejercicio presidencial del Presidente Chávez; para luego darse un tiro en el pie, al decir que lo que el ahora execra en Maduro, Chávez no lo hacía; ¿cómo asumir su escrito, que no sea como algo malintencionado y tendencioso?
No creo que un politólogo, si hace honor a sus estudios, ignore que ahora el asunto es ganar la próxima elección; a lo cual estamos condenados, como bien alertó Vladimir Acosta, quien debería aconsejar a su compañero Nicmer en el Centro Internacional Miranda, si el mismo todavía es funcional y ambos siguen allí. También Vladimir le debería recordar la frase del Líder Supremo Hugo Chávez de que “"la cuestión política pasa por la izquierda pero tiene que ir más allá de las izquierdas” dicha precisamente en la anterior reunión del Foro de Sao Paulo.
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