¿Por qué y para qué ganó Chávez?

Ante el triunfo irrebatible, incuestionable y transparente del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en los comicios del pasado y glorioso 7 de octubre del presente año, se hace necesario reflexionar sobre los particulares que hicieron posible la reelección. Veamos algunos:

Ganó por la obra de gobierno: aun cuando existió y por supuesto que existirá, por parte de la oposición, un desconocimiento de las ejecutorias del Presidente Chávez, la presencia de las obras en cualquiera de las áreas, de las misiones sociales, la generación de empleo, del avance científico y tecnológico, de la implantación progresiva de las plantas industriales en el país, condicionado a que en algunos casos han sido por etapas, por cuestiones muy connaturales en el espacio, en el tiempo y en los recursos, hizo palpable que no ha sido poca cosa lo que se ha hecho, y Dios mediante se hará.
Ganó por la conciencia de un pueblo que fue muchas veces “invisible” y olvidado, despertó con creces, con amor, con estudio y práctica; con organización comunitaria en las diversas expresiones del Poder Popular, entre las que cuentan los Consejos Comunales y las Comunas; con incremento progresivo del concepto de Ciudadanía, materializado con el conocimiento y práctica de los derechos, deberes y respectivas obligaciones, a la luz del ordenamiento jurídico novedoso; de las Misiones: Robinson, Ribas, Sucre; con la entrega verdadera y no acercamiento del Poder al Pueblo, para que sean verdaderos actores y protagonistas del destino promisor, entre otras.
Ganó por el agradecimiento y el amor de un pueblo por las ejecutorias brindadas nunca vistas y contempladas, entre las cuales se destacan la provisión de comida abundante, barata y buena, tramitada y ofrecida por Mercal, Pdval, Abastos Bicentenarios; la construcción y entrega de viviendas dignas y no de “cajitas de fosforos”, tal como lo dispone el artículo 82 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El gesto bonito, sincero, humilde y espontáneo de un pueblo que sufrió y lloró, de los pobres que vieron y palparon en las ejecutorias de Chávez la verdadera salida a su situación precaria, con beneficios, entre los cuales se cuenta: la comida en el día y al día, la atención médica a tiempo y cercana, los anteojos para corregir problemas de la vista, las operaciones a través de la Misión Milagro, la casita o el apartamento después de medio vivir en ranchos, la casa bien equipada con la denominada línea marrón y línea blanca, la educación integral de sus hijos, la pensión equivalente al sueldo mínimo para los adultos mayores, la profesionalización en áreas que estaban destinadas solamente a los pudientes…
Ganó por la maquinaria electoral organizada “aceitada”, laboriosa, incesante y consciente de los objetivos que trascendían de lo meramente electoral, concretada las acciones en salvar a la Patria, de proteger lo conquistado en solo 13 años y tanto.
Ganó el Pueblo simplemente, ya que Chávez, nuestro Presidente reelecto es simplemente un instrumento de Dios y del Pueblo llevado por un “huracán” de bondades, de anhelos, de propuestas y de inefables sentimientos.
Ganó por la concreción paulatina del Estado Social de Derecho y de Justicia, todo a través de las múltiples ejecutorias a favor de los más vulnerables, de los que fueron olvidados, de los que fueron por mucho tiempo “invisibles”.
Ganó para no defraudar nunca los anhelos y las esperanzas de mucha gente.



Ahora bien, y nos preguntamos: ¿Para qué ganó?: la respuesta es muy sencilla:

Ganó para afianzar mejor la acción de gobierno y asegurar las siguientes independencias en todos los órdenes.
Ganó para seguir trabajando pero con mayor eficacia y eficiencia política, en la procura de otorgarle el valor agregado a cada acción que se desarrolle, pues no basta con concretar los frutos en espacios y tiempos, se hace necesario incorporar siempre preciados particulares, tales como: sentido de pertenencia, amor por el trabajo, generación de empleo, racionalidad en el gasto, pulcritud de las ejecutorias, entre otros.
Ganó para reconciliar a la población, polaridades que por cuestiones muy connaturales a los seres humanos las tenemos y las confrontamos, las cuales hemos venido arrastrando desde hace mucho tiempo, entre los que tenían todos los privilegios frente a los que eran “invisibles”, de los que sufrían en silencio, de los que lloraban, de los que padecían; y, hoy en día la que de alguna manera confrontan los que pretenden seguir siendo la clase privilegiada frente a los que ahora ven, los que se ven y se sienten, porque ahora abrieron los ojos a la luz de la Revolución.
Ganó para seguir viviendo. A tales efectos se hace necesario del chequeo médico necesario, permanente y pertinente en aras de la recuperación de la salud para continuar luchando a favor del Pueblo que lo ama, a favor de los pobres, a favor del colectivo.


servioparedes@gmail.com


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