Dice también que un derechista es aquel que defiende el mercado, la ganancia máxima y prefiere invertir en la especulación financiera, en cualquier negocio donde pueda obtener altas rentas. El derechista cree que el rol del Estado debe ser mínimo o que en todo caso sirva de caja chica y grande cuando se presente una crisis económica a nivel mundial. Es lo que vimos en 1929 y en 2008 en los epicentros mundiales y nos tocó presenciar en 1994, aquí, en nuestra querida Venezuela, la quiebra de los bancos privados y la ayuda generosa del gobierno presidido por Rafael Caldera a esos banqueros estafadores que le costó a la Nación nada más ni nada menos que el equivalente al 4% del PIB de nuestra economía. Es aún reciente la crisis financiera del imperio cuando hace cinco años comenzó la quiebra y el derrumbe de grandes grupos económicos que muchos pensaban eran sólidos. Estas asociaciones gansteriles han salido a flote gracias a la ayuda de papá Estado en la figura del señor Obama que diligente repuso el dinero extraviado en las grandes especulaciones, mientras que el ciudadano común que perdió su vivienda anda como un paria desolado.. Así de simple. Los estafadores son premiados y la mayor parte de la población recibe el castigo y mientras trata de estirar el poco sueldo para sobrevivir vive en la angustia de cómo cancelar las hipotecas que pesan sobre la vivienda que usa.
En estos 12 años el Presidente Chávez, a quien definimos como izquierdista, con un profundo sentido humanista y de responsabilidad social ha erigido una gigantesca obra social que beneficia a los excluidos de siempre, a los invisibles. Honró la Deuda Social pendiente y forjó, con la participación de todos los venezolanos y venezolanas, una Constitución Bolivariana para honrar a nuestros antepasados que hicieron posible la nacionalidad pero también para proteger y dar derechos y deberes a todos nuestros compatriotas sin distinción alguna. Fíjense que esta Carta Magna, la primera en nuestra historia republicana que refleja la participación y el sentir del pueblo es de todos y así lo proclaman a los cuatro vientos tanto chavistas como opositores.
Si hay un logro que nos enorgullece como hijos de Bolívar es que Chávez rescató e impuso el derecho a opinar, a expresarse. Nunca antes los medios tradicionales conocieron tantos columnistas, cronistas, opinadores que tocaran tantos temas. Abrió el abanico de las ideas al emprender la quijotesca Misión Robinson que declaró a nuestro país territorio libre de analfabetismo. Igual en el campo de la educación formal el derecho a estudiar está expresado en la entrega gratuita de textos y libros que este año alcanzan los 30 millone3s de ejemplares sin contar los millones de computadoras llamadas Canaima para uso de nuestros escolares. Es un derecho ejercido a plenitud.
En el campo de la salud los ya famosos Barrio Adentro con sus clínicas populares y los CDI y la solidaridad de los médicos cubanos dio un vuelco tremendo al sistema asistencial de nuestro país, siempre pensando en favorecer al pueblo.
Todas estas acciones son razones para que el 7 de octubre salgamos a votar por el corazón de la patria. Por Hugo Chávez.
Enviado a través de lucartjesus@yahoo.es
Diputado
