Cada día que transcurre el pueblo venezolano se siente más feliz. Los hombres, el lado opuesto a la mayor fuerza que existe en el mundo, léase la mujer positiva, nos sentimos orgullosos de como estas damas se han distinguido en los últimos 13 años de revolución. Las vemos por aquí y por allá, siempre llevando el mensaje inteligente de la convivencia, del amor, del trabajo, de la lucha y el estudio. Son las venezolanas del pueblo.
Las observamos en las fábricas, en las oficinas, en la venta de empanada y en las fábricas de tractores, de camiones, de celulares, de ejemplo. La mujer venezolana es salud lo que respira, doctoras, enfermeras, técnicas, operadoras de trenes, de camiones, sembrados de agricultura, ordenadoras del campo, Presidentes del CNE de la AN, de ministerios de alcaldías de concejalías, madres y padres, luchadoras empedernidas, guías de Consejos Comunales, políticas de altura, escritoras, periodistas y REVOLUCIONARIAS. ¡Qué orgullo, la explotada de antes, la que para trabajar en la 4ta.R tenía que darle citas a los jefes…esa quedó atrás!…La mujer venezolana ha sido la que más ha sabido aprovechar esta coyuntura revolucionaria y se ha elevado en el tiempo como un inmenso cometa que mira hacia abajo a ver que pasa en su amada nación… es la mujer del pueblo, la que dejó de ser indiferente a lo que atañe a su sociedad y a su progreso personal…
Lamentablemente existe la otra mujer; la que habita entre el lujo y la fantasía, la que solamente piensa en pertenencias, en aristocracia, en palacios y mansiones, para satisfacer un ego estúpido y una precaria inteligencia, existe esa mujer que anhela primeros planos, que se arrodilla ante reyes y príncipes, que se disfraza de adorno para atraer, para poder ser visible usando caros perfúmense y costosas vestimentas de hembra que les indican que nació solamente para estar debajo de un macho. Esa mujer que siente satisfacción de humillar a otra poniéndola de “servicio de adentro” de sirvienta, de cachifa, anda por ahí. Es precaria, huérfana de ideas, escasa de talento, esa mujer pertenece a una burguesía que un día se acabará para siempre en Venezuela.
Esa pobre e infeliz mujer despotrica, ofende, está enferma, es una frustrada, huele a tienda de ultratumba, es vieja y mal educada, siente odio al no poder ser ni las tobilleras de las primeras nombradas en esta nota…esa pobre ignorada mujer, ese ataúd de momia, esa lora que repite lo que le ordena un gringo, dijo en un país de Europa, que...
“Las niñas venezolanas de la clase pobre son prostitutas desde los diez años” Ella pertenece a la misma burguesía de Enrique C: Radonski, ella es un escupitajo de puerco a la cual el odio domina y la conmina a su infame mundo de complejos…ella es igualita a Enrique C, Radosnki y a los que lo rodean; ella es nómada, caminante de desierto, sombra de la noche, eterna…ella es un eructo de Enrique C. Radonski en sus propuestas a la presidencia,¿ qué te parece pueblo?
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