Vamos a estar claro; quien escribe pensaba que cuando se anunció que Lugo se dirigiría a su nación y al mundo, lo iba hacer con hidalguía, con rabia, con contundencia, pero no fue así; aceptó que los 39 lo bajaran de la silla y con eso él mismo defraudó a quienes lo creían más vergatario. Aquí uno se pregunta ¿es que los pueblos van a seguir eligiendo a hombres que a la primera de cambio se doblegan a las órdenes de los contrarios? Por eso cada vez más la figura del Che y de ALLENDE SE AGIGANTAN EN EL TIEMPO: actuaron como lo debe hacer un mandatario y un revolucionario que tienen bolas y no se doblegan
No es posible que unos pocos oligarcas decidan por millones. Eso es grave, porque ¿qué esperaría un pueblo si es atacado por fuerzas foráneas y el Presidente no tiene cojones para enfrentar con hidalguía, con valor, con derroche de patriotismo la situación? Por eso a la oligarquía les gusta el sistema “democrático”. Bajo una supuesta cosa de esa, ellos saben que pueden destituir a quien les dé la gana sin pedirles autorización a los pueblos. Eso es engaño, miedo cobardía. Los Presidentes electos por la mayoría deben tener arrojo, defenderse con todo lo que esté a su alcance.
A simple vista se tiene la impresión de que el Presidente Lugo ya estaba al tanto de “una muerte anunciada” ¿cómo va a salir por el corazón del pueblo un hombre que no mostró arrechera para defender el gobierno en el cual lo había puesto la mayoría? Mientras se habla de que los gringos invade, matan, destruyen pueblos sin ningún remordimiento y se le nombra como el “país más democrático del mundo” en Latinoamérica suceden estos fenómenos con personajes edulcorados, que después de ser llevadas a las primeras magistraturas entregan el gobierno al primer un grupo de alocados que se lo piden?
Reitero; el hombre es la guerra y en la guerra triunfa el que demuestra valor, la guerra es parte del espíritu salvaje del hombre y quien hable de paz mientras tenga a un pueblo que lo llevó a que lo dirigiera y se porta como un pusilánime, no merece sino la cárcel. Dirigir a un Estado significa que habrá paz, pero también habrá guerra, conflictos, enfrentamientos, acusaciones, presos, indultados porque si nos dejamos llevar porque todos somos pacifistas, entonces, ¿por qué ellos les quitan su gobierno al pueblo? ¿Por qué la policía reprime al delincuente? ¿Por qué los tribunales dictan sentencias?
Lo de Paraguay fue el primer eslabón de una cadena que amenaza con ahorcar a varios. Eso lo sabe el imperio: a los gobiernos Latinoamericanos se les va el tiempo hablando de paz y amor. Ese tipo de miedo a lo Noriega, es el talón de Aquiles de algunos. Cuando se es Presidente de una nación y el enemigo plantea con arrebatarle la dirección de la misma, a quien dirige, hay que olvidarse de blandenguerías, de “quiero la paz y el amor”, hay que atacar al enemigo con todos los hierros y si la muerte se aparece bueno, es mejor morir de pies que arrodillado. Allende nos enseñó que la muerte cuando llega defendiendo un concepto, una filosofía, no puede llamarse como tal; lo dijo igualmente Alí Primera.
Por eso es que las OLIGARQUÍAS DE ESTAS REGIONES se envalentonan. Bajo el nombre de la democracia, se firman documentos donde hasta los foráneos tienen permiso para invadir, entiéndase LA CARTA DEMOCRÁTICA. Yo mando en mi casa; tú gobierna en la tuya, pero como yo tengo cipayos, lamesuelas, vende patria eunucos, pues… ¡firma subdesarrollado!, es el gran concepto de los traidores y de los amos del Norte. Lo de Lugo fue un fenómeno donde al guerrero no hay que nombrarlo, fue un acto de debilidad, de miedo, de entreguismo; Lugo tenía que anunciar que fue despojado de un gobierno donde lo llevó la mayoría, donde según el dictamen democrático, había que esperar sólo 7 meses para que el pueblo lo quitara o lo reeligiera y luego llamar a la defensa de ese gobierno; eso fue entreguismo y desilusión. Los OLIGARCAS ESTÁN DE FIESTA… ¿hasta cuándo se repetirán estas funestas historias?
