Ruralidades

Luz Caraballo, la mujer

La madre. Es que la madre no es una sola. Son todas las mujeres que cuando le arrancan un hijo, junto con la fiereza debilitada por la impotencia, le arrancan el corazón como a Luz Caraballo, que se fue tras la comisión del hombre a caballo que le robó los dos corazones de sus hijos.

Dos corazones que suaves manos no pudieron cubrir. Ni ojos que rociaran con perladas lagrimas como cantó el poeta Andrés Eloy quien dijo: “Madre si me matan ábreme la herida, ciérrame los ojos y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo y esa pobre mano por la que me matan, pónmela en la herida por la que me muero”.

Quién sabe si con solo esto del mismo poeta que le cantó a la “loca…”, a Luz Caraballo, la mujer de los páramos de nuestra patria, le habrían servido para que el gran poeta le cantara a las demás mujeres valientes. Lo mismo que a la mujer pobre, no pobre mujer, que fue Luz Caraballo, la madre de Florencio y Bernardino, también pobres por la misma “suerte” que la comisión del dictador Juan Vicente Gómez se los arrancó del alma y de Chachopos y Apartaderos, caminos oscurecidos para la mujer que encarnó a la loca Luz Caraballo, luz y espejo de todas las mujeres desposeídas.

No sabía la cordillerana allá en Chachopos que en agosto de 1910 la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de Copenhague había proclamado el Día Internacional de la Mujer, previa proposición de Louis Zieta, con el apoyo de la luchadora socialista Clara Zetkin y una comunidad de 100 mujeres procedentes de 17 países.

Tampoco estuvo enterada la “la loca” Luz Caraballo, carne y hueso de las mujeres del mundo, que una de las causas por las que se instituyó el Día Internacional de la Mujer fue, precisamente, para que las mujeres del mundo pudieran gritar ¡qué viva la mujer! Y concatenar las ideas revolucionarias y solidarias para la defensa mancomunada de sus hijos y de los pobres de la tierra. Así mismo para que no se le mantuviera relegada de manera de luchar palmo a palmo, con el hombre, su par como componente de la humanidad, y poder defenderse de la inequidad de los que se adueñaron de los medios de producción por la fuerza de los mosquetes y la pólvora.

Era que además de la pobreza de la mujer, que aún es una tenaza de la crueldad, las condiciones laborales a las que habían sido sometidas por los “varones” de chimeneas, con la bendición de los prelados, eran esclavizantes. Con la desgracia adicional de los incendios que diezmaban en el género femenino, como fue el horrible caso del fuego provocado en una fábrica el 25 de marzo de 1911 en el que murieron 140 jóvenes mujeres.

El de la mujer es también el día de Luisa Cáceres Arismendi, quien por la patria prefirió languidecer en una mazmorra antes que entregar al amado esposo. De Eulalia Buroz quien murió defendiendo a Venezuela, de Josefa Camejo, mujer humilde quien con José Leonardo entrego la vida antes que abrirle paso a la vileza por los caminos de la Patria.

Por ultimo, La Patria es una mujer, la madre de Simón Bolívar, que este día 8 de marzo de 2012 sigue arropada por todas las mujeres venezolanas con nuestra bandera y sus 8 estrellas, es decir, una estrella por cada día y Hugo Chávez Frías como el presidente mas feminista que ha tenido la Patria.

Palabras escritas y leídas en honor a las ABUELAS de la Casa del Abuelo de Barcelona hoy 8 de marzo de 2012.

*pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez*


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