Por nuestra parte, seguros como estamos que el pueblo apoya a su Presidente cuando, con la verdad y la honestidad que le caracteriza, se pronuncia por el dialogo con los opositores, no lo mueven intenciones de pactos, negociaciones ocultas. El pueblo y la Constitución son los garantes de sus acciones, que seguramente no agradan a la candidata falta de respeto de la MUD. Por lo que consideramos que, con ladrón que juzga por su condición no habrá diálogo que prospere. El ladrón irrecuperable a su guarida en este caso con el ventilador de Mezerhani a cuestas.
Y en cuanto a la iglesia, Monseñor Padrón, la que Ud. representó en la entrevista con José Vicente Rangel, es la misma de Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de todos los venezolanos. Chávez es un ser humano que dos mil años después del hombre que fundó la primera iglesia en Cesaréa (ojo, Cesaréa), tierras de Filipo Palestina, la Madre, venera con devoción y rige sus buenas acciones a favor de los pobres bajo las normas que el Redentor dejó escritas para la posteridad en las que, también, la advertencia: “¡Ay de vosotros los ricos porque tenéis lejos vuestro consuelo!… de los que estáis hartos porque pasareis hambre…. De los que reís porque llorareis y aullareis. A lo que Chávez dijo: “Somos más moderados que Cristo… No queremos que nadie pase hambre. Ni siquiera los que hoy están hartos. Tampoco queremos que los que ríen lloren. Más, queremos que compartan con nosotros la felicidad de ser libres” y decimos nosotros, en honor a la verdad; eso es parte principalísima del aval al hombre, al padre, al Gobernante.
Esta sería la tabla, Monseñor Padrón y demás directivos de la Conferencia Episcopal Venezolana, que nuestro Presidente presentaría (dice uno) en una posible cumbre-conversatorio con la oposición venezolana, donde la iglesia, y el pueblo como garante, serían los moderadores. Conversatorio que seguramente conllevará a que ese 8% de indecisos de que antes hablamos, tome la determinación circunstancial de sumarse a las partes. Y los duros que perdieron la argumentación y la perspectiva se radicalizarán aún más con sus cómplices externos pero quedarán en evidencia y a la vista de millones.
De todas maneras Monseñor Padrón, nos consta que no es Hugo Chávez Presidente, la “piedra de tranca” contra el dialogo. Lo vimos en su presentación de cuenta en la Asamblea Nacional, cuando reconoció como sensato y coincidente el planteamiento del Diputado Caldera, respecto del grave problema de inseguridad que, de paso, no es sólo en nuestro país. Pero como en Venezuela estamos; somos de aquí y no pensamos mudarnos, nuestras desavenencias tenemos que dirimirlas acá entre nosotros y en sana paz.
Y como decía un coetáneo periodista en sus buenos tiempos: “cúbrase de gloria”, Monseñor Padrón. Seguramente las puertas de Miraflores estarán abiertas de par en par para que entre la nueva Directiva de la CEV y sus invitados. Y ¡que viva Venezuela! Gritamos desde esta serranía
Patria, Socialismo o barbarie. Venceremos!
*pedromendez_bna@yahoo.es