Comentarios sobre las ideas de Heinz Dieterich considerando al gobierno de Chávez carismático y bonapartista

  Entender a Heinz Dieterich, el que se vende como pitoniso político
y  experto en socialismo, es problemático. Pareciera que su
conocimiento de la historia es magro y su capacidad de análisis, o
sea, la destreza  de asociar fenómenos distantes en el tiempo y el
espacio, para explicar fenómenos actuales, es  casi nula. Pareciera
también que es un amargado contrarrevolucionario, enmascarado en una
fraseología usada por los revolucionaristas: los teóricos
revolucionarios de tertulias etílicas.
   No sé cuál fue su intención al recurrir a citas de escritores
revolucionarios (no digeridas) y a términos peyorativos  para
calificar al gobierno de Chávez de carismático-bonapartista. Lo que si
sé, es que ABC de España utilizó ese artículo, calificando a Heinz
Dietrich  como asesor político de Chávez y señalando a Aporrea como
fuente informativa. El mencionado diario utilizó el artículo como una
muestra de las contradicciones ideológicas en el proceso
revolucionario venezolano. Es decir, dardos contra el gobierno de
Chávez, como parte de la campaña mediática internacional contra
nuestro país.
   En su artículo,  Líderes políticos: casualidades históricas Heinz
Dieterich dice: “Todo sistema de conducción de Estado es un sistema de
dominación política que se constituye sobre tres tipos de influencias:
las circunstancias objetivas del momento, la intervención de las masas
y el carácter de los líderes, que forman parte de los eventos casuales
 que aceleran o desaceleran los procesos objetivos”.
   Debemos aclarar que en la naturaleza está ausente la casualidad.
Existe la ignorancia de los seres humanos, que le atribuye a la
casualidad,  fenómenos  que son expresiones de asociaciones
fenomenológicas que escapan a la comprensión humana. Entre la miríada
de fenómenos incomprensibles para muchos, tenemos el comportamiento
humano, individual y colectivo.
   La conducción de los Estados bajo la égida del Imperialismo
moderno es un buen ejemplo para explicar la no casualidad en los
fenómenos sociales. Gran  parte de las circunstancias objetivas
actuales, que podemos referirlas específicamente a los aspectos
económicos generales y particulares, son creadas conscientemente desde
1919 por los poseedores de grandes capitales en el mundo, cuando
comenzaron a dirigir la política mundial.
   Ese año un grupo de influyentes banqueros, abogados, políticos y
académicos – todos ellos participantes de las conversaciones entre los
Aliados vencedores y las Potencias Centrales derrotadas en los campos
de batalla europeos - reunidos en el Hotel Majestic de París, tomaron
una decisión trascendental: formar un "banco de cerebros"; una suerte
de club de gente comprometida con el desarrollo capitalista,  desde el
cuál diseñar un nuevo orden mundial que debía acomodarse a los
intereses colonialistas anglo-norteamericanos de entonces, que
difieren muy pocos de los actuales. Esto es, elaborar políticas para
impedir cambios sociales revolucionarios en los diferentes países del
mundo.
    En Londres, este “pozo del conocimiento” se denominó Royal
Institute of Internacional Affairs (RIIA), mientras que en los Estados
Unidos tomó el nombre de Council on Foreign Relations (CFR), con sede
en la ciudad de Nueva York. Ambas organizaciones portaban un claro
sello ideológico del socialismo gradual como eje de control colectivo,
mediante el uso de los medios de comunicación masivos para habituar a
la gente a la sumisión imperialista. Esta era una idea propugnada por
la Sociedad Fabiana financiada por el Round Table Group del magnate
sudafricano, Cecil Rhodes y la familia de financistas cosmopolitas
Rothschild, que actualmente monopolizan el mercado del oro y controlan
gran parte del mercado energético. Al CFR también le aportarían su
apoyo y financiación las más ricas y poderosas familias
estadounidenses como Rockefeller, Mellon, Harriman, Schiff, Kahn,
Warburg, Loeb y Carnegie (ésta última, particularmente a través de su
organización precursora del CFR, la Carnegie Endowment for
International Peace).
   El objetivo principal en 1919  era contrarrestar los efectos del
Marxismo- leninismo instalado en Rusia en 1917. La irradiación
revolucionaria desde Rusia hacia Alemania, Italia y España tenía
signos inequívocos, que presagiaban una secuencia de revoluciones que
convertirían a todos los países del mundo  en socialistas, orientados
por la doctrina marxista-leninista que antagonizaba mediante la
prédica y la acción revolucionaria, la acumulación de capitales por
unas minorías, en perjuicio de las grandes mayorías.
    Por ello no es una casualidad el ascenso del Partido Nacional
Socialista Alemán y el  liderazgo de Hitler,  tampoco el ascenso de
Mussolini al poder en Italia ( un antiguo socialista) quien se
enfrentaba a los comunistas italianos, y mucho menos la guerra civil
española  cuya cabeza más visible representando al fascismo era
Francisco Franco, quien gobernó a España hasta 1975. Tampoco fue
casualidad la II guerra mundial iniciada en 1939, cuyo objetivo era
destruir a la URSS y reafirmar el control de los países petroleros
afectos al Islam por Inglaterra y USA. Así mismo, la guerra fría
iniciada después de derrotada la Alemania Nazi y que tuvo una
inflexión con la caída de la Unión Soviética, porque se mantiene
contra todas las naciones que intentan liberarse de la dependencia
neocolonial, pero con recurrencias armadas a pequeños países con el
propósito de amedrentar a las masas.
    Las políticas económicas diseñadas en el CFR y el RIIA, en la
actualidad, tienen efectos previsibles en las naciones que tienen los
recursos primarios  y son sometidos a la explotación imperialista
neocolonialista.

    La influencia determinada por la intervención de las masas en una
 forma de dominación política, tampoco es casual. Si las masas se
sienten satisfechas y tienen confianza en que los cambios políticos
actúan y actuarán a favor de ellas, hay apoyo  de las masas al líder y
su gobierno. Caso de las masas populares con el gobierno de Hugo
Chávez. Si los pobres no se sintieran satisfechos con el accionar del
gobierno y no tuvieran confianza en que los cambios políticos se
traducirán en realidades que actuarán a favor de ellos, no habría
apoyo a Chávez y su gobierno, como ocurre con los gobiernos de Grecia,
España y Chile. Cuando las manifestaciones de desagrado popular son
reprimidas violentamente, no es casual que las masas finalmente
respondan a la violencia gubernamental con la violencia popular.

    Heiz Dietrich dice que el modelo de conducción política de Hugo
Chávez  es un modelo de dominación carismática y bonapartista.
    La palabra carisma, se refiere especialmente a la cualidad de
ciertas personas de motivar con facilidad la atención y la admiración
de otros, gracias a una cualidad "magnética" de personalidad o de
apariencia. Los líderes políticos, militares, religiosos, artísticos
etc. que tienen carisma, lo fortalecen hablando y creando realidades y
más esperanzas, para conglomerados humanos. Cuando el aspecto creativo
del líder no aparece, pierde su acción carismática porque se
transforma a los ojos de quienes le escuchan en un hablador de
pendejadas.
     Miranda no fue por casualidad un líder carismático y a muchos
aún se nos humedecen los ojos de emoción cuando hablamos de él,  no
sólo por lo que dijo, sino por lo que hizo. Igualmente sucede con
Simón Bolívar. Y eso ocurre con Chávez.
     Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba fueron
líderes políticos que en algún momento fueron carismáticos para
amplios sectores de la población venezolana. Pero como no crearon
nada, no pasaron de ser unos habladores de pendejadas y estoy seguro
que las generaciones futuras ni  siquiera los nombrarán.
     Nadie duda del carisma de Hugo Chávez, pero su proyección
universal no se debe sólo a su carisma, ni a su capacidad oratoria,
sino en su capacidad creativa de concretar en  hechos sus
planteamientos teóricos mediante la creación de Misiones dirigidas a
dar poder al pueblo.  Como recordatorio las subdividiremos  en tres
grandes grupos:
1.      Las educativas que van desde instruir analfabetas (Misión
Robinson), dar educación básica (Misión Ribas) y preparar a los
beneficiados a estudios universitarios (Misión Sucre), aunados a la
creación de cientos de centros educativos, desde preescolares llamados
Simoncitos, hasta universidades cuya acción llega hasta los municipios
más alejados de los centros del saber.
2.      El segundo grupo sería en los aspectos de Salud y alimentario, así
como de servicios básicos. Estas misiones han dotado a las zonas
pobres de ambulatorios eficaces (Misión Barrio Adentro I),  servicios
médicos asistenciales especializados (Barrio Adentro II), construcción
de nuevos centros hospitalarios y mejoramiento de los existentes
(Barrio Adentro III) y las Misión Milagro que le ha devuelto la vista
a miles de personas invidentes por cataratas y  otras patología
oculares. La Misión Mercal,  que permite la mejor distribución y
almacenamiento de alimentos a más bajos precios que los mercados y
supermercados privados y la Gran Misión Vivienda Venezuela que está
dotando de viviendas dignas a toda la población venezolana pobre.
3.       Misiones misceláneas que incluye la mejora de las condiciones de
las etnias minoritarias y marginadas, representadas en los indígenas
(Misión Guaicaipuro). Agilización del tramite de los documentos de
identidad del ciudadano común, cuya deficiencia había sido crónica en
el país desde hace muchos años (Misión Identidad). La promoción de las
actividades agrarias, dándole créditos, maquinarias y entrenamiento a
los campesinos pobres, en el momento que se desarrolla una crisis
alimentaria mundial (Mision Agro-Venezuela).
    Todos estos son hechos reales que indudablemente producen
manifestaciones de amor y agradecimiento, nunca vistas,  del pueblo
excluido desde siempre, hacia un líder político que los entiende y los
trata como iguales, sin ninguna manifestación demagógica.
    Por otra parte tenemos la política exterior que se concreta en el
ALBA, UNASUR y TELESUR  que son realidades que lo convierten en el
líder indiscutible de la integración de los países sudamericanos y
caribeños. Por todo esas realidades, los pobres del mundo adoran y
veneran a Chávez, porque con ellas, les ha demostrado que salir de la
pobreza y la dependencia económica sólo es posible en revolución y que
el Imperialismo es un tigre de papel.
    El Bonapartismo es una expresión usada para referirse a la manera
de gobernar Luis Napoleón, sobrino del emperador Napoleón Bonaparte. A
este hombre lo apoyaron los monárquicos,  el clero y la burguesía
francesa para ganar las elecciones presidenciales en diciembre de 1848
en la cual sólo votaban los hombres que supieran leer y escribir,
dejando de lado a los analfabetos que constituían más de la mitad de
la población de Francia y a las mujeres alfabetas. Su gobierno se
caracterizó internamente, por restablecer el esplendor y el progreso,
incorporando a Francia a la Revolución Industrial. Esto profundizó el
apoyo de la burguesía, que recibió poder y privilegios, al mismo
tiempo que la clase obrera se sumía en la miseria. Ante el reclamo de
la concesión del sufragio universal, y para impedir la propagación de
estas ideas, restringió la libertad de prensa.
   Como el período presidencial era de cuatro años, da un golpe de
Estado y lo aumenta a 10 años, sometiendo luego esta decisión a un
plebiscito el cual ganó. Luego da otro golpe de Estado, proclama el
segundo Imperio y se corona Emperador con el nombre de Napoleón III. Y
también somete esta decisión a un plebiscito que gana ampliamente. En
esos momentos la burguesía y los “socialistas” consideraban a las
elecciones y a la democracia representativa (como lo ha sido a lo
largo de la historia)  como un ejercicio democrático del pueblo,
independientemente que hubieran exclusiones, fraudes y un alto
porcentaje de abstención.
   Pienso que Heiz Dietrich cuando se refiere al bonapartismo de
Chavez se refiere a los sufragios en los cuales se consolidó el poder
de Chávez: El referéndum para aprobar la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, donde se establecen los cambios
revolucionarios, entre ellos el establecimiento de una democracia
participativa y protagónica para el pueblo; el referéndum revocatorio,
 convocado por la oposición y que se convirtió en aprobatorio, y el
referéndum donde se estableció la elegibilidad indefinida del
Presidente de la República.  En todos los casos la participación de la
población pobre fue determinante.
   El colofón del artículo es un dechado de inconsistencia teórica
sobre política. Dice que la “parálisis de la dialéctica entre
superestructuras y bases sociales, han causado deformaciones
estructurales en ambos modelos de construcción revolucionaria,
refiriéndose a la revolución cubana y a la venezolana. Y agrega:
“...parte de esas deformaciones revolucionarias son atribuibles a la
praxis de los líderes...En Venezuela la energía unidireccional del Sol
ha quemado los posibles retoños revolucionarios de la sociedad civil y
convertido el Estado en un ente con considerables tendencias
caoticas”.
    La conformación estructural de un modelo revolucionario no lo
conoce nadie, porque se va construyendo a medida que avanza el proceso
de cambio. ¿Sobre que bases se puede decir que el modelo de
construcción revolucionaria en Venezuela tiene deformaciones
provocadas por la praxis de Chávez”’
   La verdad es, que nadie puede negar que las interacciones entre el
pueblo venezolano y la superestructura del Estado, encabezada por Hugo
Chávez, están dando forma al modelo estructural revolucionario en
Venezuela. Esas interacciones han dado pie a un rápido y rico
aprendizaje para el pueblo y  los actores políticos desde el gobierno.
Para todos es hoy claro que actuando juntos gobierno y pueblo somos
invencibles. Las expresiones más concretas de esta aseveración  son:
1.- La unión Fuerza Armada pueblo. 2.- Las actuaciones de los
ministros durante la ausencia de Chávez. 3-  La participación de las
comunidades en la auto-construcción de casas en los barrios y el campo
venezolano, dentro de la Gran Misión Vivienda Venezuela, para cambiar
ranchos por viviendas dignas y 4.-La solución del problema del Rodeo
II por la participación directa de los familiares de los internos
privados de libertad.
    Si actuar conjuntamente gobierno y pueblo como una unidad,  es
una deformación revolucionaria atribuible a la praxis de Chávez,
bienvenidas las deformaciones revolucionarias que le dan prioridad a
los pobres.
   rengifoa@gmail.com


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