La gestión ambiental venezolana bajo ISO 14001

 Los ambientalistas señalan como una de las fechas más importantes para la defensa del medio ambiente fue el año de 1972 en que se reunió la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano y que se llevo a cabo en Estocolmo en 1972, ya para esas fechas algunos países industrializados habían emprendido desde los años 60 programas de mejoramiento ambiental que fueron la base para las orientaciones más generales, que posteriormente en los años 70 empezaron a dar la organización para la recuperación y desarrollo económico (OCDE) y la comunidad Europea.

Venezuela no escapa de esta situación pues como antecedentes en defensa del medio ambiente tenemos la creación del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) en el año 1977 y en 1979 como respuesta del Estado Venezolano a este derecho crea la Ley Orgánica del ambiente, y posteriormente se la da rango constitucional a la protección del ambiente, en el artículo 127º de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999.

Con respecto a los Sistemas de Gestión Ambiental (SGA) En Venezuela se otorga la certificación Covenin-ISO 14001 desde el año 1996.  Este  modelo especifica los requerimientos de un Sistema de Gestión Ambiental que pueden ser objetivamente auditados para el propósito de certificación y registro.  

Según los criterios de Fondonorma, la norma en sí no establece requerimientos específicos o absolutos para el desempeño ambiental de la empresa; pero sí revisa la política ambiental de la compañía y su compromiso para cumplir con las regulaciones, la legislación aplicable y el mejoramiento continuo de la Gestión Ambiental y de sus resultados.

En Venezuela según un estudio realizado por Alida Villegas, Luis Galván y Rosa Reyes, titulado “Gestión ambiental bajo ISO 14001 en Venezuela”,  publicado en la revista Universidad, Ciencia y Tecnología; indica que las grandes industrias son las que generan más del 80% de la contaminación industrial en el país, claro que, esto no deja de lado el potencial contaminador de las pequeñas y medianas industrias, generalmente son menos detectados y menos controlados, igualmente, hace mención que estas empresas presentan problemáticas en la introducción de nuevas tecnologías dirigidas a la gestión ambiental alegando las siguientes razones: Escasos recursos financieros y tecnológicos, competencia desleal, demanda de conocimiento especializado y el desarrollo limitado del segmento de consultoría ambiental dispuesto a tender este tipo de industria, no obstante, a nivel local, las instituciones municipales, estadales y nacionales asumen un papel cada vez más importantes en la tarea de hacer cumplir las normas, en los programas de saneamiento, y en el desarrollo de la educación ambiental en todos los niveles de formación académica, además de ello la ISO 14001 es una norma aceptada internacionalmente que establece cómo implantar un sistema de gestión ambiental (SGA) eficaz. La norma se ha concebido para gestionar el delicado equilibrio entre el mantenimiento de la rentabilidad y la reducción del impacto ambiental, en otras palabras, en Venezuela están dadas las condiciones a nivel constitucional, legislativo, educativo y de normativa nacional e internacional para que las empresas bien sea grandes, medianas o pequeñas tengan sus propios SGA.

Usando como referencia el estudio antes nombrado, el mismo arroja debilidades preocupantes en las consultas consideradas para mejorar el desempeño ambiental del sector industrial nacional, entre estas deficiencias tenemos: Gestión ambiental poco difundida y centrada a las grandes empresas, desinformación respecto a los beneficios potenciales de un SGA, además del esfuerzo que realizan las industrias para obtener una certificación Covenin-ISO 14001 y no a la mejora continua del cuidado ambiental, sin embargo, la investigación también manifiesta como una fortaleza importante el número creciente de empresas que implantan y/o certifican su SGA, aunado a ello la diversidad de empresas transnacionales que trasladan sus prácticas ambientales al país.

En conclusión es preocupante saber que el parque Industrial venezolano parece estar aun lejos de incorporar realmente la preocupación ambiental como actividad sistemática en su práctica gerencial, de tal modo, es  significativo lo importante que se está convirtiendo el impacto ambiental en todo el mundo, la presión para minimizar ese impacto procede de muchas fuentes (gobiernos, Organismos reguladores, asociaciones, personas), igualmente las presiones sociales del creciente despliegue de grupos dedicados al medio ambiente, pero, mas allá de todo esto es la conciencia personal de cada habitante de este planeta la que generará obviamente, un ambiente de calidad y sobre todo sano.

Nelson Márquez         

(*)Estudiante de la licenciatura en administración de desastres.

UNEFA/NUCLEO MERIDA

nemcpqek@hotmail.com 
 
 


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