El Estado venezolano y todo el pueblo deben estar alertas a un componente clave de los homicidios en Venezuela. Apartando alrededor de un 40% de muertes de delincuentes, muertos entre ellos o enfrentados a las autoridades y un 20% real de homicidios en asaltos comunes y crímenes pasionales; estimo que hay alrededor de un 40% de homicidios políticos, es decir, muertes por encargo, sin motivo pasional o económico; ejecutados por paramilitares que actúan bajo dirección de la CIA y sus operadores de la Oposición, para inflar la matriz de opinión de percepción de inseguridad, y trabajarla políticamente.
Este componente oculto de la violencia sólo puede ser combatido con trabajo de inteligencia combinado de los organismos de seguridad y del pueblo organizado; ya que, al no obedecer a causas comunes y a delincuentes comunes, sus autores no son visibles ni rastreables con los métodos usuales. Todo policía busca a los culpables a partir del móvil de crimen, los posibles beneficiados, la propia actuación y vida de la víctima y los delincuentes registrados.
En un asesinato dirigido con fines políticos, con sicarios extranjeros que entraron al país sin ser registrados y no tienen domicilio registrado ni mantienen nexo alguno con las comunidades y que matan a personas de manera indiscriminada, sin tener conexión o interés directo en esa muerte, y sin ni siquiera robar a la víctima; ninguno de los elementos citados de investigación están presentes y se hace casi imposible "resolver" el caso y mucho menos identificar y menos capturar a los victimarios, si sólo se conciben dichos asesinatos como delitos comunes.
Mención especial del tema aquí tratado ameritan los más de doscientos casos de líderes y pequeños productores agrarios asesinados en el interior del país, casi todos sin resolver, cometidos por los sicarios que cito; casos todos estos que si bien obedecen a la intención política que señalo, también tienen el interés económico subyacente de parte de los latifundistas ocultos entre los autores intelectuales de estos crímenes y que luchan por mantener sus privilegios en el campo venezolano.
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