“En la sociedad de bienestar alguna vez el individuo se siente aislado y abandonado, sobretodo se siente extraño a la vida y decide salirse de ella. Entre los casos de suicidio o de intento de suicidio se han hecho famosos todos los personajes que han permanecido horas enteras en lugares elevados o peligrosos, casi contemplado la muerte al alcance de la mano”- No recuerdo donde leí eso, pero lo leí, ahora, ¿Por qué se aburre una persona del bienestar que le da una sociedad cibernética? ¿Se sentirá estúpido o que sé yo?
Por los años sesenta la juventud del mundo; la juventud pensante, había otra que se dejó embaucar por el llamados “jipismo”- un invento de los imperios para hacerles olvidar que en Vietnam se mataban niños y que de los soldados juveniles gringos quedaron en ese territorio asiático casi quinientos mil muertos, convirtiéndose en greñudos latinoamericanos del signo de la paz, ¿cuál paz?”No mataré a esos chinos que no me están haciendo nada”-dijo Muhamad Alí y lo despojaron hasta de la libertad. Rómulo era traidor y cobarde. El gobierno estadounidense ante la inevitable acción nacionalista de la revolución cubana y observando que en Venezuela y otras naciones eso podía ser inevitable, le acaparó la poca materia gris que tenía el Herodes Rómulo en el mini cerebro para que rompiera con Cuba.
La CIA le suministró, a Rómulo toda una cátedra de anticomunismo. Gruesos folios donde la idea escrita era llenarle la mente de terror a los venezolanos, explicándoles que el comunismo separa los niños de sus padres, que elimina la religión, que se lleva a las muchachas para hacer experimentos tipo Dr. Mengele, que le quita todo hasta a los pobres, los ranchos y la comida para dárselas a sus revolucionarios. Si la Revolución sacó de las tinieblas del alfabetismo hace poco tiempo a un millón quinientos mil venezolanos, ¿cuántos no habría en el tiempo de Rómulo? Era fácil seducirlos. Sobre todo a las mujeres, porque los adecos siempre han visto a las mujeres como objetos, ¿no recuerdan a la señora Blanca, a Gladis, a Carmen Valverde?
Ahora tienen a la señora Serra Carmona escribiendo mentiras sobre mentiras en un periódico, utilizándola como arma para atraer incautas. Pero eso no es posible hoy. Rómulo y sus adecos de barrio, porque los había, regaban por todas partes incongruencias contra el comunismo, ¿qué carajo iba a saber ese mequetrefe de comunismo? ¿En cuál país comunista vivió Rómulo? ¿Por qué nunca dijo que el fascismo de Mussolini y el Nazismo de Hitler fueron los grandes criminales de la historia? ¿Por qué no les dijo a los venezolanos que los Nazi metían a los judíos en calderas, en cámaras de gas? ¿Por qué no lo dijo ése comemierda? ¿Por qué no dijo que quien liberó al mundo de Hitler fueron los comunistas y no los estadounidenses?
No lo dijo porque fue un crápula, un hombre al que se le aplicó la primera vasectomía en la historia que lo dejó sin bolas. Fue un alumno de los gringos del Norte como hoy los son las ONGs y Julio Borges, seres sin dignidad, enanitos de “lilipues”, donde la naturaleza no dota a los varones de órganos reproductores. Es el mismo comunismo que hoy quieren utilizar para engañar incautos. Mas el pueblo no cree en pajaritos preñados ni en lluvia hacia arriba.
El comunismo de Rómulo se lo tragó el mismo. Jamás los pueblos volverán a caer en la trampa del imperio, poniendo a los habitantes de una nación como pusilánimes melindrosos simplemente porque no existe algo más espantoso, más inhumano, más asesino, más déspota, que los asesinos de Hiroshima y Nagasaki. El comunismo que le enseñó la CIA y el FBI a Rómulo para que produjera miedo y angustia al pueblo, no era más que una brizna de paja en el viento, como lo sigue siendo hoy.
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