París, noviembre 9 - La canciller de la República, Delcy Rodríguez, expresó esta mañana, tras su participación en la Reunión Ministerial PreCOP21 en París, que "el compromiso de los países desarrollados con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no puede ser motivo de regateo frente a la responsabilidad histórica que deben asumir ante la Humanidad".
La ministra precisó que a días de la COP21, que reunirá en diciembre a todos los países para buscar un acuerdo sobre la materia, "la República Bolivariana de Venezuela aboga por definiciones que enfaticen en la responsabilidad diferenciada entre los países ricos y los países pobres, esencia misma de la visión de equidad y justicia que constituye la columna vertebral de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que firmamos hace 23 años".
La Ministra señaló que los países del mundo deben atender a las causas del cambio climático, al tiempo que hizo un llamado de conciencia a todos los países para que en conjunto den un giro al modelo de producción depredador de los recursos naturales que imposibilita la relación armoniosa entre el ser humano y la naturaleza. "El Comandante Chávez alzó su voz fuertemente desde el corazón de Venezuela para cambiar el sistema en lugar de cambiar el ambiente", recordó la ministra.
La Ministra también pidió recordar que la encíclica del papa Francisco marcó un hito histórico sobre el tema al condenar el modelo consumista y capitalista por inmoral.
"Las emisiones per cápita de los países desarrollados, así como sus tasas de consumo, son enormemente mayores que las de los países en desarrollo, y el número de víctimas frente a las consecuencias del Cambio Climático sigue siendo incomparablemente mayor en los países en desarrollo, y sobre eso debe basarse cualquier acuerdo justo y sincero frente a los pueblos del mundo", dijo.
"Desde ya puedo adelantar a la COP21 que Venezuela no se prestará a ningún acuerdo que dé la espalda a la Convención Marco de la ONU, y sobre todo al futuro de todos los pueblos del mundo. Es imperativo un movimiento mundial que sume voces y esfuerzos por la militancia más justa de todas: la defensa de la existencia humana. Ya no es preocupación del futuro, es necesidad del presente", concluyó la Canciller.
