Estado Islámico es una amenaza para Venezuela porque atenta contra la estabilidad del Medio Oriente

Juan Antonio Hernández: Se está redefiniendo el control del mundo

Juan Antonio Hernández: Se está redefiniendo el control del mundo

Credito: Ángel Dejesús

18 mayo 2015 - Un hombre de occidente, como el escritor Juan Antonio Hernández, se asoma al mundo árabe con pocos prejuicios. Y si, como es su caso, le corresponde ser el representante diplomático de Venezuela en Egipto, bien se podría decir que las ideas preconcebidas son echadas a un lado por la curiosidad y la voluntad de entender qué pasa en la región y también en el mundo; dibujar hacia dónde va Estados Unidos (EEUU) y cómo se reconfiguran los polos de poder.

Porque Hernández no solo desarrolla en El Cairo la política exterior venezolana, sino que analiza el rol de Venezuela en ese contexto, así como lo que sucede en el Medio Oriente y lo que ocurre con Estado Islámico. Hace dos semanas, el embajador criollo estuvo de visita en Caracas donde -en una agenda que incluyó una conferencia en el Celarg- conversó con el Correo del Orinoco.

-¿Es una amenaza para Venezuela Estado Islámico (EI)?

-Yo creo que la amenaza global del Estado Islámico tiene que ver con el hecho de destruir la posibilidad de un Medio Oriente secular; de un Medio Oriente tolerante, multicultural, democrático, abierto hacia todas las diferencias. Eso, en sí, es una gran amenaza, porque el Medio Oriente es una de las regiones más sensibles del mundo: por ahí pasa 30% de petróleo del mundo. Son muchas las cosas que ocurren allí. Un Estado Islámico que se fortalezca, que crezca, que logre consolidarse es una amenaza desde ese punto de vista, y además es una amenaza para uno de nuestros grandes aliados, que es Irán. Entonces, en ese sentido sí, lo que pasa allí nos afecta a nosotros.

González ratifica que EI "afecta una región que para nosotros es estratégica, porque es la región donde está la mayor parte de los países OPEP, que son aliados nuestros". Además, el hecho "de que se pueda revertir la posibilidad de un orden político regional en el Medio Oriente que respete las diferencias multiculturales, democráticas, es un precedente bastante negativo para el resto del mundo, porque pareciera que la posibilidad misma de un horizonte cada vez más democrático es reversible".

El embajador reflexiona que "esa sensación de que no hay alternativas al dominio de Occidente ha alimentado también a estos grupos terroristas", por lo que "el quiebre del campo socialista, de alternativas globales al capitalismo, ha contribuido mucho, en el Medio Oriente en particular, a fortalecer estos grupos".

SE REDEFINE EL CONTROL DEL MUNDO

-¿Se está redefiniendo el control del mundo?

-Sí, claro, claro. La metáfora que yo tengo para definir eso es que estamos en una especie de interregno; el interregno es un momento intermedio entre dos reinos, entre dos reyes, entre dos soberanos. La metáfora no es perfecta, pero ilustra muy bien que estamos en un momento de transición; es decir, estamos entrando en el declive del poderío de Estados Unidos a escala global. El momento unilateral ya pasó, el momento unilateral que se generó sobre todo entre la caída del Muro de Berlín y la segunda invasión de Irak, y yo creo que ya que hay mucha conciencia, incluso en Estados Unidos.

-¿Qué se plantea EEUU?

-Lo que se está planteando en este momento por los estrategas geopolíticos norteamericanos se resume en dos opciones: una, tratar de revertir ese declive del poderío norteamericano, intentar revertir ese declive por la vía armada, la intervención directa. O renegociar la relación de Estados Unidos con el mundo, como pasó con Inglaterra al final de la Segunda Guerra Mundial. Es decir, sigue siendo un país muy poderoso, con una gran capacidad militar, con armas nucleares, pero no son la potencia hegemónica.

Si EEUU deja de ser el poderoso absoluto, ¿hacia dónde se dirige el mundo? Hernández piensa que un indicio de ese nuevo orden es "la alianza euroasiática entre China, Irán y Rusia", pero aclara que son "momentos muy inciertos y no se puede predecir con exactitud qué va a pasar".

Lo que si es cierto, en su criterio, es que EEUU "no puede hacer lo que hizo a partir de 2001" con invasiones y persecuciones. Barack Obama "parece que lo tiene claro y de allí que en los últimos años haya trazado una línea más bien de operaciones encubiertas, de ataques con drones, de tratar de influir a través de la diplomacia en el sentido más amplio", señala. Hay una percepción mundial, en su opinión, de que "Estados Unidos no puede hacer lo que hacía antes".

LA DE VENEZUELA, LA DE AMÉRICA

-¿Qué implica eso para Venezuela?

-Muchas posibilidades. Creo que, efectivamente, un signo de eso en América Latina es la emergencia de la Celac, el establecimiento de Unasur. Si se llegan a concretar los acuerdos militares de Unasur y Celac ese sería otro indicador, más profundo todavía, del fin de la Doctrina Monroe.

La configuración global "está cambiando", caracteriza, "y está cambiando en función de una serie de múltiples polos de poder a escala mundial".

-En esos múltiples polos de poder, ¿qué rol cumpliría Venezuela? ¿Sería otro pequeño polo de poder o está dentro de otros polos?

-Yo creo que el destino de Venezuela, y eso lo entendió perfectamente el Libertador, está ligado a la independencia y a la unidad de América Latina; es un destino nuestroamericano. Venezuela es un país bisagra, digamos, que conecta de una manera muy particular el Caribe con los Andes y la Cuenca del Amazonas, y por supuesto con el potencial que tiene Venezuela de recursos energéticos que todos sabemos. Todo ese potencial, aparte de la función geoestratégica, me indica que el país tiene un rol muy fuerte que jugar, pero al mismo tiempo tiene que estar inserto dentro de lo que sería el bloque regional latinoamericano. Yo creo que eso es fundamental; es decir, no puede perderse de vista la idea de que la independencia venezolana está ligada a la independencia de América Latina.

-Usted hablaba de un interregno. ¿Venezuela está en ese intermedio también?

-Claro, pero es que ese interregno global abre posibilidades, porque se debilitan esos viejos factores que siempre jugaron a la intervención militar en América Latina; factores que quedan como aislados o descolgados. Yo creo que eso crea muchas posibilidades para Venezuela, para su desarrollo y para consolidar su independencia. Y por supuesto las alianzas que Venezuela ha trazado con países como Rusia, como China.

LOS REPUBLICANOS, LA GUERRA ABIERTA

-Cuando habla de un interregno habla de una transición entre un reino y otro. ¿Está avizorando que viene otro reino o no? Al contrario, dice que vienen múltiples polos de poder.

-Claro, por eso la metáfora no es perfecta, porque no es la transición solamente de un soberano a otro, sino se hace de un soberano, que sería en este caso Estados Unidos, a múltiples soberanías.

Hernández aclara que intenta hacer un análisis "no determinista, no lineal, porque si pensamos solamente en términos económicos, de números, pareciera que la cosa va hacia allá; pero siempre el papel de liderazgo político es muy importante, y habría que ver qué va a pasar efectivamente en las elecciones en Estados Unidos".

-Si ganaran los republicanos la Presidencia de EEUU, por ejemplo, ¿cederían el cetro?

-Van a hacer un esfuerzo mayor. El riesgo de guerra por revertir la situación va a ser mucho mayor realmente; de guerra abierta, por cierto: guerra en el sentido más convencional, porque Obama es la guerra por otros medios: por el sabotaje, por las operaciones encubiertas, por la guerra psicológica, por la guerra de cuarta generación, por todas esas vías que son también terribles. Es decir, no estoy diciendo que Obama sea mejor que los republicanos; lo que digo es que la táctica es distinta, aunque Obama tiene más conciencia de la fragilidad o del momento de fragilidad en el cual está entrando Estados Unidos.

-¿Esa visión de los republicanos podría llevar a que esa transición se agilice?

-Va a depender, porque si uno ve, por ejemplo, qué está pasando con Ucrania, efectivamente el intento de cercar a Rusia se ha ido intensificando cada vez más; está muy articulado, además, con una cosa que tiene su manifestación en el Medio Oriente, que es el famoso escudo antimisiles.

Estado Islámico, la incógnita

-¿Cómo entra en esa ecuación EI?

-Es interesante, porque yo creo que al final habla de una tesis, un intento de generar una especie de caos controlado. Ese caos controlado que, por una parte, "justifique" la presencia militar norteamericana, le produzca grandes negocios a Estados Unidos.

-¿Es EI un elemento que va a acelerar esa transición?

-Creo que es un elemento que, además, se utilizó conscientemente contra Irán. Estado Islámico es un grupo que tiene intereses. ¿Cómo se explica que el Estado Islámico esté comercializando petróleo?

-¿Quién le compra?

-Esa es una buena pregunta. ¿Quién le compra petróleo y cómo lo comercializan? Se habla de pequeñas cantidades, no sé cuántos miles de barriles, pero de todas maneras sigue siendo un esfuerzo logístico y cualquier grupo tradicionalmente insurgente no tiene esa capacidad. Y esa es una de las cosas que hace al Estado Islámico más atractivo para los sectores yihadistas tradicionales, que están más vinculados a Al Qaeda. Porque Al Qaeda nunca estuvo apegado a un territorio como tal; Al Qaeda más bien es una especie de red, desterritorializada. Pero en el caso del Estado Islámico lo que atrae a mucha gente es el control territorial; es decir, la posibilidad de que exista un Estado como tal.

-¿A qué atribuye que se haya pasado de una organización terrorista que funcionaba en red, a una organización apegada a un territorio?

-Yo creo que el tema del territorio es importante. Creo que el Estado Islámico juega un rol muy importante para rediseñar el mapa de los territorios en el Medio Oriente. En otras palabras, cambiar las fronteras digamos de Irak, dividir a Irak. Pero no solamente Irak. Se plantea también donde están Siria y Libia.

¿La revolución en las mezquitas?

Aun cuando algunos intelectuales estiman que se debe predicar "la revolución desde las mezquitas", Hernández afirma que no lo ve posible y lo califica como "una visión ingenua" que desconoce el Islam.

Puntualiza que "el tema de la teología política está muy presente en el Medio Oriente, ha tenido mucha fuerza" y precisa que habría varios Islam.

¿Cómo quedan en la transición esos dos islam o tres islam o cuatro islam que pueda haber? "Es complejo", advierte el diplomático. A su juicio, hay una suerte de "feudalismo posmoderno", en el que conviven ciudades hipermodernas "que parecen salidas de Blade Runner" con "la visión más ortodoxa del Islam".

No duda en calificarlo como "una cosa que extraña, porque se articula a la globalización para atraer el flujo de los capitales, de las inversiones, de los petrodólares, pero al mismo tiempo su relación cultural con la globalización es de una especie de neoatavismo, un regreso a una edad de oro islámica que es el momento del surgimiento del Islam".

-Y esa edad de oro, ¿tiene sentido en esa transición?

-Intentar volver a la realidad de Mahoma es una cosa ilusa, que tiene un efecto tremendo desde el punto de vista de los derechos de la mujer, desde el punto de vista de los derechos de los homosexuales, desde el punto de vista de una política secular que separe el Estado de la religión. Yo creo que lo que sustenta esa especie de vocación al pasado es un flujo de dinero enorme.

-¿Podrían surgir más grupos como EI?

–Siempre es posible. Creo que el Estado Islámico, en el Medio Oriente, se convierte en una especie de gran atractor, de polo, que absorbe a otros. Todos esos grupos que antes, de alguna manera, se vinculaban con Al Qaeda de una manera difusa, descentralizada, ahora se centralizan en Estado Islámico.

-Ahora, con esa pérdida de poder de EEUU, ¿no deberían desaparecer grupos como EI, o se van a alimentar más?

-Yo no sé, porque pudiera ser una estrategia alimentarlos para el caos controlado, para evitar que China consolide una presencia en el Medio Oriente o que se consolide esa alianza euroasiática.

-¿En eso EI es fundamental?

-Pudiera jugar un papel importante, sobre todo cuando vulnera a aliados importantes. Y recordemos, además, que el islamismo es una amenaza interna en Rusia, por todo el tema del terrorismo checheno. También hay población islámica en China, donde han ocurrido también disturbios y levantamientos inspirados en ese tema. Entonces el Estado Islámico puede ser instrumental en todo eso. Es una herramienta de las potencias, de Estados Unidos e Inglaterra.



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