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''Este lamentable hecho, presentado como una victoria bélica, constituye una bofetada para todos los que hemos puesto nuestra esperanza en la paz y los mejores esfuerzos en impulsar el entendimiento como fórmula para alcanzar la reconciliación, el reencuentro y la concordia del pueblo de Colombia'', leyó Maduro.
El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este sábado que el asesinato del guerrillero Raúl Reyes "constituye una bofetada" para todos los que se han esforzado por alcanzar la paz en Colombia.
El diplomático consideró, en nombre del Gobierno de Venezuela, que el suceso coloca "un nuevo obstáculo de gran dimensión" al proceso humanitario colombiano.
"Este lamentable hecho, presentado como una victoria bélica, constituye una bofetada para todos los que hemos puesto nuestra esperanza en la paz y los mejores esfuerzos en impulsar el entendimiento como fórmula para alcanzar la reconciliación, el reencuentro y la concordia del pueblo de Colombia", leyó Maduro.
Agregó: "En el trascurso de las Últimas horas, la comunidad internacional ha manifestado su apoyo a la propuesta del presidente Hugo Chávez de constituir un grupo humanitario de acompañamiento internacional para concretar el tan anhelado canje humanitario".
Por último, El Gobierno Bolivariano de Venezuela reiteró "sin ambiguedades al pueblo colombiano a las FARC y a todos los gobiernos amantes de las paz, su total disposición para seguir trabajando en la construcción de una solución de este conflicto que afecta gravemente la estabilidad la soberanía y la seguridad de los países de la región".
El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó este sábado la muerte del guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Luis Edgar Devia, mejor conocido como Raúl Reyes, quien fue asesinado por el Ejército de ese país durante una operación que inició en el departamento de Putumayo (sur), y luego incursionó en territorio ecuatoriano.
Junto a Reyes, quien formaba parte del Secretariado de las FARC, fueron abatidos otros 17 guerrilleros, entre ellos Guillermo Enrique Torres, alias Julián Conrado.
De acuerdo con el relato del ministro Santos, una operación de inteligencia, que contó con la participación del Ejército y de la Fuerza Aérea, permitió la localización exacta del guerrillero, en la frontera con Ecuador, en un lugar llamado Granada.
El asesinato de Reyes se produce a sólo dos días de la liberación unilateral, por parte de las FARC, de cuatro ex congresistas colombianos, como un gesto de agradecimiento al presidente venezolano, Hugo Chávez, cuya mediación por un acuerdo humanitario fue abruptamente interrumpida por su homólogo Álvaro Uribe.
