Diosdado Cabello: a palabras necias, oidos sordos

La embajada bolivariana en Australia responde ante la infamia del sr. Sciarra

Camarada, Diosdado Cabello, lamentamos tener que usar su nombre para esta nota, pero fue el sr. Sciarra quien lo manipuló para agredir y calumniar a la Embajada de Venezuela en Australia, en su afán de seguir atacando a nuestras representaciones diplomáticas. Es en este sentido que me veo obligado a  responder nuevamente a otro descalabrado documento que ha presentado el sr. Sciarra en Aporrea (http://www.aporrea.org/contraloria/a198043.html), el día sábado 8 de noviembre del presente año.

El autor material del tarifado artículo del sr. Sciarra dice que está presentado pruebas de la demanda contra la Embajada por el monto de 12 000 euros. Hemos leído detenidamente y no encontramos por ninguna parte prueba alguna. Sola hay unas comunicaciones de queja de un ex conductor de la Embajada, por unos supuestos maltratos por parte de este jefe de Misión. Estas quejas no constituyen una condena, son solo alegatos que fueron desmentidos oportunamente por esta Embajada, sobre lo cuales no hace mención el sr. Sciarra. No hubo ninguna demanda, ni juicio alguno.  Esto se puede corroborar en las Oficinas de Administración, Recursos Humanos y Consultoría jurídica de  del MPPRE. Aparentemente el único que ha perdido el juicio es el sr. Sciarra.

Presenta el autor material del escrito en cuestión, una carta oprobiosa de una funcionaria local de la Embajada. Quien argumenta que ha sido traumatizada por quien suscribe. Bien puede esta jefatura informar, porque el sr. Sciarra no lo hace, que esta ciudadana ya tuvo serios problemas con el Embajador anterior y con una Tercer Secretario a quien pretendió dar órdenes y agredió verbalmente. Luego del incidente se tomó dos meses de permiso médico y eludió responsabilidades. Aquí está el centro del asunto. La mencionada empleada pretendía siempre ser la Doña Bárbara de la Embajada y daba instrucciones a diestra y siniestra alegando que ella sabía más que los diplomáticos. Incluso se le eliminó el privilegio que comprometía al Estado venezolano como era el uso de la franquicia para realizar compras en el Duty Free que tienen las Embajadas, siendo esto de uso exclusivo de las Misiones acreditadas y de su personal diplomático. Ella como personal local no podía hacer uso de esa franquicia. Se nota que la venganza es el móvil de su carta.

Esta señora miente al decir que su caso ha sido aceptado por las autoridades australianas. Cumplo con informar que ella está bajo el amparo de una aseguradora, que las embajadas deben contratar por ley, quienes se hacen responsables de los casos laborales. Esta Embajada no ha reconocido que haya sido un accidente laboral. Tenemos suficientes pruebas para demostrarlo si fuera el caso. No hay ninguna demanda por 12.000 euros como afirma Sciarra.

Ahora resulta que la empleada es una gran revolucionaria y está preocupada por los grupos de solidaridad. En ninguna de las actividades de carácter político o de solidaridad, que han sido muchas, esta ciudadana ha participado. No la hemos visto asistir a ningún proceso electoral para sufragar, escudándose que no tiene cédula. Su posición política para esta jefatura está bien definida: no es aliada del proceso y se sintió descubierta.

 El sr. Sciarra miente nuevamente al presentar casos de diplomáticos que han salido huyendo de la Embajada. Informamos anteriormente que por ser asuntos internos y por respeto a las aludidas no haremos referencia. No obstante, nos permitimos aclarar que  quien puede emitir un juicio acerca de la labor de un funcionario es su jefe inmediato y no los amigos. Por otra parte, la condición de revolucionario no se da por afinidad consanguínea.

Insiste el sr. Sciarra de nuestra mala gestión en Australia. Hay asuntos que por razones de Estado no se pueden comentar. En todo caso, firmas de acuerdos es potestad del Presidente de la República o en su defecto el Canciller, las Embajadas mantienen el seguimiento de los acuerdos. Esto lo debería saber cualquier internacionalista. Nuestra gestión reposa en múltiples informes, tanto políticos como diplomáticos, en los archivos de nuestra Cancillería.

Finalmente, esta Embajada reitera el repudio ante la manipulación de la información, rechaza todo lo expuesto por el sr. Sciarra en su escrito y le recomienda  tenga mayor precaución a la hora de publicar cualquier documento que lo puedan comprometer severamente, ya que muchos de ellos son de carácter confidencial y reservado.

Esta embajada no responderá ante nuevas infamias por considerar que el objetivo de las mismas busca desacreditar a las misiones venezolanas en el exterior.

 

Es autentico

 Nelson Dávila

Embajador República Bolivariana de Venezuela  en Australia

 

 



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