Libia, Siria, el 7-0 y algo más

“Volando por entre las próximas Edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros y observando desde allá con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo… ya  la veo sentada sobre el trono de la Libertad, empuñando el cetro de la Justicia, coronada por la Gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del Mundo Moderno.”

Simón Bolívar

(Fragmento del Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819)

 

Apreciando como un tesoro la experiencia de la Revolución Bolivariana, el periodista, investigador y escritor belga Michel Collon, finalizó la entrevista que le concediera Walter Martínez en su “Dossier”. En solo dos minutos, tiempo que le advirtió el moderador disponía para su saludo a Venezuela, destacó la gratitud de los movimientos sociales en Europa por tan enriquecedora experiencia que abatió el fatalismo y el pesimismo en sus filas, orientándoles con una alternativa ante la profunda crisis del capitalismo.

Ha documentado este periodista su experiencia en Libia, país situado en el norte de África con un territorio de 1.759.540 Km2, una población de 6.600.000 habitantes, miembro fundador de la OPEP, con 44 mil millones de barriles en sus reservas probadas de petróleo liviano y un recurso hídrico considerado como uno de los más grandes del mundo. Su revolución, la Yamahiriya (Estado de las masas) implantó un gobierno socialista que logró unificar las diversas tribus coexistentes en sus veintidós provincias o municipios; flexibilizó el rigor histórico religioso y alcanzó el más alto nivel en el continente africano, con la mayor esperanza de vida (77-6 años), el PIB más elevado de la región y significativos logros sociales. “El Libro Verde”, su constitución, sostuvo en su esencia la participación y el protagonismo del pueblo en la toma de decisiones por medio de asambleas populares en todos los estratos de la sociedad.

En Libia estuvo Collon, antes y durante la criminal intervención de la OTAN. Testigo de excepción, nos revela en numerosas entregas, cómo el “poder satánico” de las grandes corporaciones de la comunicación, mediante la desinformación, la manipulación y el engaño, crean las condiciones necesarias en al ámbito internacional para que máquinas infernales sobrevolaran sobre una “zona de exclusión aérea” establecida por la OTAN, y vomitaran sobre ese indefenso “pobre país rico” el más grande horror durante siete largos meses. Califica este periodista de “sistemáticas atrocidades” las acciones criminales de los llamados “rebeldes” y “libertadores” de Libia, mostradas al mundo por la canalla mediática como acciones heroicas.

Masacres de familias enteras, de inmigrantes africanos que laboraban libremente en Libia, descubren las fauces racistas, xenófobas, fascistas, de quienes continúan ahora asesinando impunemente y a mansalva en nombre de la democracia y la libertad.

Países africanos hundidos en la miseria, estremecidos por guerras fratricidas y doblegados a movimientos neocoloniales, impotentes, presenciaron la destrucción de la orgullosamente llamada “Puerta de África”. Los traidores utilizados para tan absurda tarea ya tienen un escaño en la ONU. En tanto la guerra civil de imponderables consecuencias está en proceso. Pero esta situación no ocupa ya la atención de “los salvadores del mundo”, no los distrae en su festín del reparto de los recursos de Libia. Gadafi ya no está.

Siria, país situado en el Oriente Medio, miembro como Libia de la OPEP, con 19 millones de habitantes, con importantes reservas de gas y petróleo (2.500 millones de barriles) y estratégicas costas en el Mar Mediterráneo, merece ahora la observación y el análisis del “sabio parecer” del imperio yanqui y sus aliados. En reunión celebrada en Estambul, Turquía, cual reedición de la Conferencia de Berlín en el año 1884, donde Gran Bretaña, Francia, Alemania y otras naciones europeas se repartieron África, ahora con EEUU como líder, decretan la ilegitimidad del presidente sirio, Bashar AL Assad, reelecto en el año 2007 con el 97% de los votos. Este año 2012, los sirios aprueban en referéndum una nueva Carta Magna con el 80% de los electores. Nada de eso lo reflejan los emporios comunicacionales al servicio del poder financiero-militar mundial, ellos ya ejecutaron su tarea. Está servido el escenario, grotescamente similar al de Libia. China y Rusia que vergonzosamente no vetaron la resolución 1.973 de la ONU que autorizó la intervención en Libia, se resisten ahora a apoyar otro dislate bélico de impredecibles consecuencias.

Este periodista, autor de libros como “La Estrategia del Caos”, “Los Siete Pecados de Chávez”. “Israel, hablemos de ello” y otros, afirma que nuestra tarea consiste en organizar una campaña internacional para defender a Venezuela; comunicándole al mundo la realidad de nuestra revolución, los logros de nuestras misiones en materia social, nuestra posición soberana en relación a nuestro petróleo y otras riquezas, nuestro inclaudicable espíritu antimperialista. Campaña que como él expresa, le diga ¡NO! a una guerra en Venezuela.

El 7-O es sólo una coyuntura, fecha que marcará en la historia la voluntad del pueblo venezolano a seguir transitando el sendero de la Independencia, de la Patria Libre, del Socialismo del Siglo naciente.

La fase mediática contra Venezuela ya se inició; Libia y Siria han sido víctimas de ese poder distorsionador de realidades.

En sólo dos minutos, Michel Collon ubicó a la República Bolivariana de Venezuela en el centro del universo, tal como la visualizara el Libertador hace 193 años en Angostura:

¡LIBRE, JUSTA, SOLIDARIA, BAÑADA EN LA GLORIA DE SU INDEPENDENCIA POR LA PAZ DEL MUNDO!

¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y Venceremos!

cesarevargasv@hotmail.com




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César E. Vargas V.


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