10 de enero de 2017.-

“En razón de los criterios utilizados para proceder a este nuevo aumento de salario y de las circunstancias tremendamente especulativas e inflacionarias por la que atravesamos los trabajadores y el pueblo venezolano, no es difícil concluir que este reciente aumento al igual que los anteriores tal y como están planteadas las cosas se convertirá en “SAL Y AGUA”, y peor aún, el mismo solo contribuirá a un mayor y continuo  proceso de PULVERIZACION DEL SALARIO, como viene ocurriendo desde hace aproximadamente tres (3) años.

Como trabajadores y sindicalistas siempre vamos a estar de acuerdo con los aumentos de salarios, sin embargo, en virtud de las dramáticas circunstancias antes descritas, de  la ausencia de medidas estructurales por parte del gobierno que realmente protejan el poder adquisitivo del pueblo trabajador  y de la metodología unilateral con las cuales se han venido otorgando dichos aumentos, es predecible que continúe el descalabro de nuestro salario. Vale decir, que los criterios que utiliza el gobierno para proceder a estos aumentos, parecieran que estuvieran más relacionados con elementos efectistas para ganar apoyo popular ante su comprometida situación política  y para emprender acciones no apegadas a la Constitución, que ir al fondo del problema real de la dinámica económica,  salarial y de las difíciles condiciones de existencia que soportamos los trabajadores venezolanos, tal como debería hacerlo un gobierno verdaderamente solidario, obrero y SOCIALISTA.”

Con las anteriores consideraciones el Sindicato Sirtra Salud Dtto. Capital asume su postura pública respecto al reciente aumento de salario anunciado el día 8 de Enero de 2017, por el ciudadano presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro. En este sentido continúan su exposición:

“Es tanta la orfandad e indefensión que estamos viviendo los trabajadores y el pueblo, que el mismo día que se hizo público el anuncio de dicho aumento, los artículos de primera necesidad de manera descarada e inmediatamente empezaron a sufrir incrementos especulativos por parte de la mayoría de los comerciantes inescrupulosos, como ejemplo de ello ponemos el caso del pan campesino el cual sufrió un incremento de Bs.600 a Bs. 1000 en muchas panaderías, sin que ninguna autoridad (SUNDEE), tal como ya nos tienen acostumbrados, asumiera medidas drásticas y urgentes de protección al pueblo, por eso no es exagerado afirmar que las distorsiones NEOLIBERALES por la que atraviesa la economía venezolana hacen que  cualquier aumento de salario paradójicamente adquiera un carácter inflacionario. Todo  ello ante un cuadro de permanente liberación de precios, abandono del papel contralor y regulador del estado, donde los grandes empresarios  agrupados en el Consejo Nacional de Economía Productiva son quienes fijan los precios, etc , todo ello configura un verdadero PAQUETAZO que en nombre de “la revolución” tiene al borde de la Hambruna a los sectores populares.

Pero refiriéndonos  más específicamente al aumento del 50% de salario,  tenemos que precisar que en el mismo se toma como base al anterior salario mínimo de Bs. 27.091, lo cual equivale a reconocer que el mismo es un salario devaluado por cuanto  ni este ni los anteriores toman como referencia la canasta básica, tal como lo establece inequívocamente el artículo 91 de La Constitución Bolivariana de Venezuela y los artículos 98 y 100 de la LOTTT, razones por la cuales afirmamos que no solo es claramente insuficiente, sino que no se corresponde con la Constitución ni la ley Orgánica que rige la materia laboral”

Para finalizar Sirtra Salud Dtto. Capital hace un llamado a todos los trabajadores venezolanos, sin distingo de posiciones políticas ni sindicales  y superando la actual atomización, desnaturalización y crisis de sus organizaciones de clases, ante el difícil y oscuro panorama que se nos viene presentando, a  articularnos para emprender la lucha por la verdadera dignificación y recomposición del salario que obligue a la burocracia gubernamental y a los grandes sectores empresariales del país a ceñirse a lo que establece el texto constitucional en materia de aumentos de salarios como una de las garantías fundamentales para una existencia justa, digna y decorosa de los trabajadores y sus familias.