El troskismo y su vigencia



Ser trotskista es ser marxista es decir utilizar el socialismo científico con su método para comprender y actuar en consecuencia en la sociedad y en el mundo, el método es el materialismo dialéctico

Para llegar al socialismo hay que tomar el poder político, le corresponde este poder a la clase revolucionaria por excelencia, la clase obrera e instaurar el gobierno de los trabajadores de la ciudad y el campo. Este fin solo se alcanza a través de la organización de la vanguardia consciente, el partido revolucionario de la clase obrera

La degeneración del estado obrero soviético, su fracaso y la restauración capitalista son producto del retroceso impuesto por las derrotas en las revoluciones ocurridas, donde el partido llamado comunista, más bien el partido stalinista traicionó a la clase obrera en aras de su supervivencia como burocracia, que vivió privilegiada a expensas del proletariado. Esto es un accidente y no una consecuencia que tenía que pasar.

Ahora, Trotsky, y ahí va su aporte fundamental e indispensable al marxismo, argumento que la crisis de la humanidad radica en la crisis de la dirección del proletariado y lucho desde la oposición de izquierda que infructuosamente lucho al interior de los partidos stalinistas y engañosamente llamados comunistas, para luego de la derrota del partido comunista Alemán y e el ascenso de Hitler al poder, llamar a construir nuevos partidos verdaderamente comunistas y una nueva organización internacional La Cuarta Internacional con un programa llamado programa de transición donde las consignas parten de las reivindicaciones cotidianas y sirven como puente o de transición para enlazarlas con las reivindicaciones históricas y solucionarlas, destruyendo el estado burgués, es decir la toma del poder político por la clase obrera. Esto se expresa como la Dictadura del Proletariado con el fin de derrotar definitivamente a la resistencia y la reacción de las clases que se niegan a desaparecer de la historia y amenazan con destruir el planeta con la crisis que han generado.

En los países donde había sido expropiado el capital y se degeneraron llamo a realizar la revolución política para quitar del poder a esa capa parasitaria y burocrática usurpadora del titulo de comunista.

Por ultimo, sus tesis sobre la revolución permanente, plantean que la madurez de las condiciones económicas en el planeta ponen al orden del día, en los países capitalistas atrasados, que giran en función de las imposiciones de los países de las metrópolis o imperialistas, la revolución socialista, dirigida por el proletariado directamente y que comienzan llevando a cabo la solución de las tareas democráticas que no resolvió en su apogeo la burguesía cuando era revolucionaria y ahora mucho menos, en su época de decadencia, pueda llevarlas a cabo. No se puede hacer la revolución por etapas subordinándose en el momento de realizar las tareas inconclusas de la burguesía a esa misma clase y luego realizar nuestras propias tareas socialistas, es el proletariado el que se erige como caudillo de la nación oprimida en las actuales condiciones y ejecuta tanto las medidas nacionales como las socialistas.

El programa de transición llama a luchar contra los frentes populares o frentes de colaboración de clase que junto con el fascismo son las dos medidas extremas que usa la burguesía para darle salidas al ascenso de las masas y evitar una revolución o derrotar una revolución. Esta propuesta o formula de los frentes populares fue la herramienta aprobada en el ultimo congreso de la internacional comunista dirigida por los stalinistas, en el año 1935 y que aquí por ejemplo en el año 58 sirvió como Frente Patriótico, como formula, para entregarle en bandeja de plata la lucha de los trabajadores y las masas a un gobierno de AD, COPEI y URD. Todavía este tipo de frente o formula, sigue siendo el comodín para continuar apoyando gobiernos pequeño burgueses por su composición pero con el fin de resguardar la propiedad privada sobre los medios de producción.

Para mi ser trotskista hoy en Venezuela es luchar por crear el partido de la revolución proletaria, única herramienta para derrotar definitivamente la miseria y la desocupación. Más tarde será peor, manos a la obra. El nacionalismo pequeño burgués por su incapacidad de clase no puede solucionar siquiera los problemas de seguridad, corrupción y burocracia de su mismo gobierno, ni con toda la coyuntura económica favorable y tampoco se puede esperar a que lo hagan las generaciones herederas venideras del nacionalismo.
Por Los Estados Unidos Socialistas de América Latina

José Capitán

Editor del periódico Opción Obrera




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