El Sistema Autogestionado de Salud sin querer ser la panacea para la solución del problema del HCM en nuestras fábricas, representó a partir del 2006 en el Sector Aluminio un avance importante en lo que a la participación e involucramiento de los trabajadores y trabajadoras en el tema de la salud de ellos y de sus familiares.
Más allá de consideraciones subjetivas sobre dicho mecanismo, priva el intento por romper con la perversa fórmula que por décadas existió en nuestras empresas con las "aseguradoras" por lo general con una sede en Caracas y con una oficina portátil de maletín en Ciudad Guayana que terminó financiando, potenciando y robusteciendo un sistema paralelo de salud privada .
Y es que 50.000 trabajadores más su entorno familiar agrupados en nuestras empresas en Guayana son un atractivo para los neoliberales que ven en la salud un negocio y no una necesidad de atención integral y humana. Por eso tanto empeño en la Pólizas, seguros y empresas privadas en "administrar" la salud de nuestra masa obrera.
El mismo comandante Chávez insistía en el fortalecimiento de nuestro sistema público de salud y previó que cada día deberíamos ir avanzando en la reducción de costos y ser menos dependientes de la salud privada.
Conceptos como Fondo Solidario y Consejo de Salud, donde participaban la representación sindical, los analistas de salud y trabajadores para decidir el apoyo de cualquier caso que sobrepasaba lo estipulado, son ejercicios de participación protagónica en la gestión de la salud.
El sólo hecho de que los trabajadores supieran qué tratamientos o medicamentos les correspondían, hasta dónde podían disfrutar de dicho beneficio y dónde acudir, eran de por sí solo un buen indicio de que podrían lograrse desde la misma empresa pagos oportunos, discutir los aumentos directamente con las Clínicas y entenderse con sus administraciones para que se fijase un baremo común para todos.
Hoy, cuando en SIDOR se plantea un cambio sincero en el modelo de administración de la salud de la Clase Obrera, se hace necesaria la discusión objetiva del tema, es inadmisible pensar en un retroceso cuando hay propuestas y modelos que andan por si solos y que están como referencias para mejorarlos, perfeccionarlos pero en el fondo romper con esa relación anti obrera de las aseguradoras privadas donde el trabajador y el patrimonio del Estado a fin de cuentas son los que soportan la carga.
No consideramos que los hermanos de clase en la Siderúrgica Alfredo Maneiro estén negados a una discusión sincera y abierta sobre una nueva fórmula o método en la gestión de la salud. Se deberían aceptar diversas propuestas y opiniones, buscar las empresas más exitosas en este tema, ir departamento por departamento, área por área, someter a la consulta el modelo y actuar en consecuencia.
Es la hora se hacer uso de esa herramienta maravillosa constitucional de la Democracia Participativa y Protagónica con los trabajadores y trabajadoras, nada que se decida o haga de espaldas a los principales afectados y sus familiares puede ser aprobado.
Señor presidente de Sidor Justo Noguera Pietri, señor Ministro de Industrias, elevemos al presidente de la República Nicolás Maduro la iniciativa de un sistema que más allá del nombre que lleve, propicie la ruptura con las empresas de maletín que se enquistaron en nuestras industrias y avancemos con la participación de los obreros.
A fin de cuentas todo lo que se haga debe tener como principio general que nuestro mayor deseo es que más temprano que tarde sean las farmacias del Estado, los laboratorios del Estado y todo el nuevo Sistema Público de Salud quien asuma dicha labor y sigamos demostrando al mundo que en Venezuela la Salud es un derecho humano inviolable y que no podrá ser privatizado como pretendían los neoliberales en el país.
El autor es: Trabajador de las empresas básicas de Guayana
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