La Privatización del Legado de Chávez

Uno de los problemas fundamentales que tenemos los venezolanos para trabajar unidos, como un solo pueblo, en pro del desarrollo de nuestra patria, es esa actitud y disposición oportunista de adecuar o acomodar siempre a la mejor conveniencia particular, los principios, valores y conceptos que deben regir el marco de las relaciones armónicas de convivencia. Esta característica se conoce común y eufemísticamente, en el menos dañino de los casos, como LA VIVEZA CRIOLLA. Como ejemplo de estos están las distorsiones hechas a conveniencia por la oposición venezolana al legado cultural de la antigua Grecia que dio origen a la denominada civilización occidental y a sus instituciones. Una cosa es el concepto de democracia que pretendieron los Griegos universalizar, y otro muy distinto el que entiende y maneja la oposición y sus jefes del aparato industrial-militar del imperialismo norteamericano. Una cosa es el concepto filosófico de la Ética como orientadora de la acción individual en pro del sano, apropiado, necesario y permanente progreso de la humanidad, y otro muy distinto el concepto que los opositores a la revolución Bolivariana y muchos infiltrados en ella, entienden y asumen, el cual se puede resumir en: "Lo bueno es lo que a mí me gusta y me conviene. Lo malo es lo que no me gusta y que no me conviene".

Al final, todo lo anterior se resume en la lucha actual entre las dos visiones de país: la del "capitalismo privado" parasitario y depredador de la renta petrolera para beneficios de unos pocos; y la del socialismo del siglo 21, que se inicia en Venezuela con el comandante Chávez, el cual tiene como objetivo principal la inclusión y atención prioritaria de las grandes mayorías históricamente excluidas por el capitalismo.

Como toda situación dialéctica, que en nuestro caso confronta la tesis del socialismo del siglo 21, con su antítesis del capitalismo rentístico, luego de la partida física del Líder de la Revolución Bolivariana, ya se comienzan a vislumbrar las posibles opciones de síntesis de este proceso histórico.

¿CUÁLES SON LAS OPCIONES DE SÍNTESIS QUE SE COMIENZAN A VISLUMBRAR?

La rueda de la historia, al igual que la flecha del tiempo, tiene un solo sentido direccional, hacia adelante. Ya no es posible regresar a situaciones pasadas, sobre todo, cuando hoy día tenemos un pueblo más consciente. Aunque no todos tienen muy claro hacia donde debemos dirigirnos, todos tienen muy claro hacia donde no debemos ir, es decir, al pasado de exclusión, miseria y hambre que vivimos en la cuarta república. En un próximo artículo demostraré esta afirmación, con argumentos y cifras aportados por ellos mismos. Me refiero a las viudas de la IV República.

Una de las opciones que empieza a emerger con fuerza, es aquella por la que el propio comandante Chávez trabajó incansablemente hasta la muerte y que nos legó, no sólo en el Plan de la Patria, sino también en el último Gabinete Ministerial al cual asistió en vida el 20 de octubre de 2012, denominado El Golpe de Timón. En dicho gabinete, desde el fondo de su alma expresó ¡COMUNA o NADA! Esta opción que poco a poco, paso a paso, y con sus contradicciones, viene emergiendo y consolidándose en el seno del pueblo revolucionario, tiene poderosos enemigos, que aunque aparentemente se odian, en la práctica se vienen aliando (unidad de los contrarios) para acabar con el Legado de Chávez que se asienta, vive y late en el seno del pueblo, EL PODER POPULAR. Me refiero a los capitalistas:

  1. El capitalismo privado, parasitario y depredador de la renta petrolera y

  1. El capitalismo de Estado, corrupto y burocrático, que enmascarado en el discurso socialista del comandante Chávez, dilapidó y se robó miles de millones de dólares del pueblo venezolano.

Ambos, aparentemente enemigos, tienen un enemigo histórico mayor el cual amenaza acabar con sus obscenos privilegios, El Pueblo Revolucionario de Venezuela. Esta santa alianza entre capitalistas, que paso a paso y a la vista del pueblo se viene consolidando para repartirse las riquezas de la patria y establecer una hegemonía represiva y hambreadora sobre el pueblo venezolano, inevitablemente vienen quedando en evidencia. Se les está viendo "el hilo a la costura", como decimos en oriente. En esta parte cabe preguntarse lo siguiente:

  1. ¿En qué parte de la teoría y de la práctica revolucionara del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, se circunscribe la entrega del Arco Minero de Guayana a las Transnacionales Imperialistas depredadoras del ambiente y de los pueblos?
  1. ¿Cómo queda el Objetivo Histórico N° 5 del Plan de la Patria, redactado por el propio Comandante Hugo Chávez, ante la explotación del Arco Minero de Guayana?
  1. ¿Por qué la oposición derechista y capitalista que controla la Asamblea Nacional y que sistemáticamente se opone a todo aquello que beneficia al pueblo venezolano, mantiene un silencio cómplice, frente a la política de Explotación del Arco Minero de Guayana? ¿No será porque es conveniente a los intereses de sus amos imperiales?
  1. ¿En cuál aspecto de la teoría revolucionaria socialista, está contemplada la privatización de los medios de producción y de las riquezas de la nación, en favor de individualidades o de grupos de poder económico consolidados o emergentes, tales como, la oligarquía tradicional parasitaria o la nueva boliburguesía derivada del saqueo de la renta petrolera?

Muchas son las preguntas que podrían formularse en el marco de la otra síntesis dialéctica que al igual que la del Poder Popular, empieza a emerger. Es decir, la correspondiente a la simbiosis entre el capitalismo privado, parasitario y depredador; y el capitalismo de Estado, corrupto y burocrático. Sin embargo, en aras de ir abordando lo que identifica el título de este articulo nos concentraremos en la pretendida Privatización del Legado de Chávez.

¿QUÉ SE ENTIENDE POR EL LEGADO DE CHÁVEZ?

Fundamentándonos en lo expuesto en el primer párrafo del presente artículo, donde mencionamos esa capacidad que tienen algunas personas de tratar de adecuar o acomodar siempre a su conveniencia, los principios, valores, conceptos y hasta el marco legal, que deben regir las relaciones armónicas de convivencia entre todos; caracterizaremos la definición del Legado de Chávez desde las 3 ópticas que hasta el presente hemos logrado identificar:

  1. PARA EL PUEBLO REVOLUCIONARIO, el Legado de Chávez, está caracterizado por el pensamiento, la palabra y la obra del Líder de la Revolución Bolivariana para beneficio del Pueblo Venezolano. Así como, todos aquellos aspectos que quedaron pendientes y que están contemplados en el Plan de La Patria, los cuales deben ser promovidos y desarrollados para que el pueblo pueda alcanzar la mayor suma de independencia, soberanía y felicidad posible, tal como lo soñó el Líder de la Revolución.
  1. PARA EL AUTOPROCLAMADO LIDERAZGO POLITICO DE LA REVOLUCION, ellos mismos son el Legado de Chávez. Se auto consideran, cuales herederos del trono, sus naturales sucesores. Se caracterizan porque permanentemente hacen referencia (mediante vídeos, audio, y escritos) de todo lo que "aprendieron" del Comandante. Con poco o nada contribuyen con la gigantesca tareas que impone la dura realidad económica que vive un país caracterizado los últimos cien años por ser un país importador, condición esta que ellos mismos contribuyeron a profundizar, negando toda posibilidad al desarrollo nacional. En pocas ocasiones se les oyó defender con vehemencia, como lo hacía el Comandante Hugo Chávez, la necesidad de desarrollar el aparato productivo nacional. Las poquísimas veces que lo hicieron fue para justificar la importación de bienes de capital, materias primas e insumos, que por supuesto, dejaba jugosas comisiones en dólares. Esta casta, tiene como aliados a oportunistas de turno, que poco o nada le importa el pensamiento y la acción revolucionaria. Sólo les importa la acumulación de bienes y riquezas, para su beneficio y goce personal o grupal. A este grupo pertenecen los operados que están a continuación.
  1. PARA LOS OPERADORES DE LOS AUTOPROCLAMADOS LIDERAZGO POLITICO DE LA REVOLUCION, el Legado de Chávez, es lo que el comandante Hugo Chávez les dejó en herencia. Según ellos les dejó Ministerios, Gobernaciones, empresas establecidas como SIDOR, la CVG, CORPOELEC, entre otras. En la actualidad, en Santa Alianza con los capitalistas privados, parasitarios y depredadores, están tratando obtener de forma poco transparente, mediante privatizaciones enmascaradas, las más de 1.500 plantas que el Comandante Chávez instaló para beneficio de su pueblo.

LA UPSA LUISA CÁCERES DE ARISMENDI DEL ESTADO SUCRE, EN LA MIRA DE LOS PRIVATIZADORES.

Entre las plantas que la Santa Alianza capitalista tiene en la mira para privatizar está la UPSA Luisa Cáceres de Arismendi, ubicada en la comunidad del Morro de Puerto Santo, Municipio Arismendi del Estado Sucre. Esta planta fue inaugurada en septiembre del 2012 (http://www.insopesca.gob.ve/?p=2049) y construida por el Comandante Chávez para su pueblo con una inversión en el año 2007 de más de 3 mil millones de bolívares (Bs. 3.436.797.914,90), bajo el contrato 05-2007, denominado OBRAS COMPLEMENTARIAS PARA EL CENTRO DE PROCESAMIENTO DE SUCRE. D – 2 EL MORRO DE PUERTO SANTO ESTADO SUCRE, lo cual representaba a la tasa de cambio del 2010 de 4,30 Bs/$, una cantidad cercana a los 800 millones de dólares ($ 799.255.329). El equipamiento de la misma significó una inversión cercana a los 15 millones de bolívares (Bs.14.855.145,50), bajo el contrato N° 2331 VEN 07, denominado CONTRATO PARA LA ADQUISICIÓN DE BIENES Y SERVICIOS NECESARIOS PARA EL DESARROLLO DEL PROGRAMA SUSTENTABLE DE LA PESCA ARTESANAL Y ACUICULTURA. Tratándose de equipos importados, el monto en dólares a la tasa antes mencionada, significó para la nación la erogación de más de 3 millones de dólares ($ 3.454.684,80). Datos aportados por el Consejo de Trabajadores de la UPSA-LCA en el informe entregado al ciudadano Ministro de Acuicultura y Pesca en abril del presente año, denominado PROBLEMATICA COYUNTURAL DE LA UPSA "Luisa Cáceres de Arismendi".

La capacidad nominal de procesamiento de la UPSA-LCA es de 35 toneladas diarias en 3 turnos. Posee 2 líneas de procesamiento y 3 túneles de congelación. Una línea para procesar diferentes especies de pescados y la otra para procesar sardinas. Adicionalmente, dispone de una capacidad de acopio de 250 toneladas diarias. A criterio de los integrantes del Consejo de Trabajadores de la UPSA-LCA, la planta está en capacidad de procesar cerca de 50 toneladas diarias de pescado, en tres turnos.

En el año 2014, en el marco de las guarimbas y de la guerra económica declarada a Venezuela por el imperialismo internacional y por sus lacayos nacionales, el equipo de coordinación que para la fecha dirigía la planta (ya no están), junto a las comunas de la Cuenca del Caño San Juan del Estado Sucre, acuerdan, planifican y ejecutan varios operaciones de Mercados Comunales Solidarios, como respuesta a la guerra hambreadora declarada contra el pueblo. Con éxito se desarrollaron estos mercados solidarios, respondiendo eficazmente al pueblo de Sucre, frente a las agresiones del imperialismo. Lamentablemente, por razones que aún no conocemos, el coordinador de la planta renunció, trayendo como consecuencia, que sin razón alguna, los sucesivos coordinadores designados paralizaran no sólo las coordinaciones con el Poder Popular, los Mercados Comunales, sino lo que es peor aún, las operaciones de la Planta. Durante el año 2015, en el marco de la criminal guerra contra el pueblo venezolano, no se procesó ni siquiera 1 tonelada de productos del mar, pese a los reiterados llamados de atención hechos, a la coordinación de la Planta y a la coordinación nacional de CVAL, responsables de las UPSAS de todo el país, todo esto ocurrió en un año electoral. Aún así, el noble pueblo de Paria del Estado Sucre, le aportó al proceso revolucionario 3 diputados nacionales de 6 posibles.

Hoy día, los promotores de las privatizaciones de las plantas instaladas para el pueblo por el comandante Chávez, traidores y usurpadores del auténtico Legado del Comandante, emulando a los privatizadores de la cuarta república, quienes entregaron a precio de gallina flaca al sector privado empresas como CANTV, SIDOR, VIASA, entre otras empresas de los venezolanos; utilizan los mismos falaces argumentos empleados por los agentes de la IV República, sobre la supuesta necesidad de "mucho dinero" para poner en funcionamiento lo que sabemos esta funcional. Con estos falaces y desgastados argumentos, se pretende construir las razones para privatizar la UPSA Luisa Cáceres de Arismendi, así como, otras plantas instaladas por el gobierno revolucionario del comandante Chávez.

Basándose en supuestos argumentos "técnicos", sobre el supuesto estado de deterioro del equipamiento de la Planta, y la supuesta falta de recursos del Estado Venezolano, la Santa Alianza Capitalista ha visto la apetecible oportunidad de pegarle la mano a una inversión de más de 800 millones de dólares. Para tal fin, utilizaran en el mejor caso, bolívares devaluados que probablemente obtendrán mediante créditos blandos de la banca pública, o lo que es peor aún, una parte del dinero saqueado al Pueblo Venezolano. Todo esto, sin que a la fecha el Poder Popular (las Comunas del Estado Sucre, el Consejo de Trabajadores de la UPSA, entre otras organizaciones del Poder Popular) único destinatario de la inversión social hecha por el Comandante Chávez, haya sido invitado a participar de la decisión, haya recibido el informe técnico en cuestión y mucho menos haya podido participar en el diagnostico para determinar el nivel de operatividad de la UPSA-LCA.

PRIVATIZACIONES: UN VIEJO MODUS OPERANDI PARA SAQUEAR LA RIQUEZA DE LOS PUEBLOS Y FAVORECER EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EXCLUYENTE

Es de fundamental importancia para poder comprender la manera como el Capitalismo se reproduce, referirnos a la máxima obra de quien dedicó su vida a estudiar y analizar su metabolismo funcional. Nos referimos a Carlos Marx y a su obra, El Capital. En el capítulo dedicado a "La llamada acumulación originaria", Marx escribe:

"Ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, como no lo son tampoco los medios de producción ni los artículos de consumo. Hay que convertirlos en capital. Y para ello han de concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse así: han de enfrentarse y entrar en contacto dos clases muy diversas de poseedores de mercancías; de una parte, los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo deseosos de explotar la suma de valor de su propiedad mediante la compra de fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los obreros libres, vendedores de su propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo.

Las relaciones capitalistas presuponen el divorcio entre los obreros y la propiedad de las condiciones de realización del trabajo. Cuando ya se mueve por sus propios pies, la producción capitalista no sólo mantiene este divorcio, sino que lo reproduce en una escala cada vez mayor. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad de las condiciones de su trabajo, proceso que, de una parte, convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras que, de otra parte, convierte a los productores directos en obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Se la llama «originaria» porque forma la prehistoria del capital y del modo capitalista de producción.(subrayado nuestro)"

Queda evidenciado con el proceso de privatización de la UPSA Luisa Cáceres de Arismendi, que claramente se persigue, como lo afirma Marx en el párrafo anterior:

1. El proceso de disociación entre el obrero y la propiedad de las condiciones de su trabajo.

2. Convertir en Capital los medios sociales de vida y producción.

3. Convertir a los productores directos (pescadores y procesadores) en obreros asalariados y no en propietarios de los medios de producción.

En síntesis, se procura reproducir las condiciones para el desarrollo del capitalismo y sus procesos de acumulación mediante el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Además, queda en evidencia que con la política de privatización de las Plantas instaladas por el Comandante Chávez, no sólo los privatizadores traicionan la memoria y el legado del comandante, sino que también favorecen el desarrollo del capitalismo y por ende de la explotación del hombre por el hombre, y lo que es peor aún, condenar a los venezolanos a la exclusión económica y social.

¿PUEDE ALGUIEN CREER QUE EXISTEN CAPITALISTAS QUE APORTAN DE SU BOLSILLO DINERO PROVENIENTE DEL SUDOR DE SU FRENTE, PARA "INVERTIR"?

Siguiendo con la obra ya citada de Marx, en el mismo capítulo dedicado a "La llamada acumulación originaria", sobre el particular escribe:

"Esta acumulación originaria viene a desempeñar en la Economía política más o menos el mismo papel que desempeña en la teología el pecado original. Adán mordió la manzana y con ello el pecado se extendió a toda la humanidad. Los orígenes de la primitiva acumulación pretenden explicarse relatándolos como una anécdota del pasado. En tiempos muy remotos —se nos dice—, había, de una parte, una élite trabajadora, inteligente y sobre todo ahorrativa, y de la otra, un tropel de descamisados, haraganes, que derrochaban cuanto tenían y aún más. Es cierto que la leyenda del pecado original teológico nos dice cómo el hombre fue condenado a ganar el pan con el sudor de su rostro; pero la historia del pecado original económico nos revela por qué hay gente que no necesita sudar para comer. No importa. Así se explica que mientras los primeros acumulaban riqueza, los segundos acabaron por no tener ya nada que vender más que su pelleja. De este pecado original arranca la pobreza de la gran masa que todavía hoy, a pesar de lo mucho que trabaja, no tiene nada que vender más que a sí misma y la riqueza de los pocos, riqueza que no cesa de crecer, aunque ya haga muchísimo tiempo que sus propietarios han dejado de trabajar. Estas niñerías insustanciales son las que al señor Thiers, por ejemplo, sirven todavía, con el empaque y la seriedad de un hombre de Estado a los franceses, en otro tiempo tan ingeniosos, en defensa de la propriété [propiedad]. Pero tan pronto como se plantea el problema de la propiedad, se convierte en un deber sacrosanto abrazar el punto de vista de la cartilla infantil, como el único que cuadra a todas las edades y a todos los grados de desarrollo. Sabido es que en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, el esclavizamiento, el robo y el asesinato, la violencia, en una palabra. Pero en la dulce Economía política ha reinado siempre el idilio. Las únicas fuentes de riqueza han sido desde el primer momento el derecho y el «trabajo», exceptuando siempre, naturalmente, «el año en curso». En la realidad, los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílicos." (subrayado nuestro)

MODUS OPERANDI EN AMERICA LATINA DE LA BURGUESIA PARASITARIA Y DE SUS ALIADOS, LA BUROCRACIA CORRUPTA Y ENTREGUISTA

Caso Cuba

En su libro "CHE, EL CAMINO DEL FUEGO", Orlando Borrego menciona que el primero de enero de 1960, el Che afirmaba lo siguiente:

"...Podemos decir sin jactancia que este primer año de liberación estamos haciendo mucho más de lo que hicieron los otros gobiernos. Pero además mucho más de lo que hizo, eso que pomposamente se llama "libre empresa", y por eso como gobierno tenemos derecho a decir que la industrialización de Cuba, que es consecuencia directa de la Reforma Agraria, se hará bajo la orientación del gobierno revolucionario, que la empresa privada tendrá, naturalmente, una parte considerable en esta etapa de crecimiento del país, pero quien sentará las pautas será el gobierno y lo será por méritos propios, lo será porque levantó esa bandera respondiendo a la presión violenta de los sectores industriales del país. De aquí han desaparecido para siempre los préstamos reaccionarios del llamado Banco de Desarrollo (BANDES) por ejemplo, que prestaba 16 millones a un industrial y éste ponía 400 000 pesos [datos exactos/ y esos 400 000 no salían tampoco de sus bolsillos, salían del 10 % de comisión que le daban los vendedores por la compra de equipos y maquinarías, y ese señor era el dueño absoluto de esa empresa y como deudor del gobierno pagaba plazos cómodos y cuando le conviniere. El gobierno actual salió a la palestra y se niega a reconocer ese estado de cosas, reclama para sí esa empresa que se ha formado con dinero del pueblo y dice bien claro que si la libre empresa consiste en que algunos aprovechados gocen del dinero completo de la nación cubana, este gobierno está en contra de la libre empresa, siempre que esté supeditada a la planificación estatal."(subrayado nuestro)

Caso Venezuela

En el caso de nuestro país, nos fundamentaremos en la obra del economista y escritor Venezolano, Orlando Araujo, titulada "Venezuela Violenta", para explicar la forma como la burguesía parasitaria y depredadora de la renta petrolera, en santa alianza con la burocracia corrupta y entreguista, históricamente han saqueado las arcas del tesoro nacional, para su goce, disfrute y para el ejercicio de un poder hegemónico, explotador y excluyente sobre el pueblo venezolano.

En Venezuela Violenta, Orlando Araujo narra cómo se forjaron las inmensas fortunas que hoy ostentan la oligarquía venezolana, como producto de la apropiación de la renta petrolera, en complicidad con los gobiernos de turno y las transnacionales imperialistas, a expensas del sufrimiento de la gran mayoría del pueblo venezolano, los auténticos dueño de la riqueza nacional. Todo esto enmascarado en el velo de la libre empresa y de la democracia al estilo norteamericano. A continuación presentamos algunos párrafos del libro "Venezuela Violenta":

"De artesano a manufacturero

Podemos afirmar que antes de la Primera Guerra Mundial la industria manufacturera, como tal, no existía en Venezuela. Por vía de erudición histórica y por afán anecdótico, podemos hablar de la existencia de un sector artesanal adscrito a la economía rural latifundista, semejante a aquellos "burgos" medievales que se adherían como plantas parásitas al muro de los castillos feudales. Una entretenida revisión del inefable y laborioso trabajo de recolección estadística de Landaeta Rosales, nos introduce en un ambiente de talleres artesanales de trabajo familiar –jabonerías, pequeños telares, alfarerías, pequeñas industrias familiares de puros, de sombreros, de velas, panaderías y confiterías– que van enhebrando, en los paréntesis de una paz continuamente alterada por las guerras civiles, la economía aldeana de nuestro siglo xix.

De 1917 –fecha un tanto convencional del ingreso del petróleo a nuestra economía– hasta 1936, en que un cambio político divide dos etapas, nada significativo sucede en el campo manufacturero. Se registra solo una lenta evolución de aquella artesanía hacia formas de pequeña y mediana industria, tan escasas sin embargo, que no nos permiten señalarla como un cambio estructural. Caracas, Maracay, Valencia y Maracaibo se van perfilando como los centros donde esta actividad muestra mayor dinamismo. La industria textil cuenta ya con diez telares, distribuidos en dichos centros, lo cual representa una inversión de dos millones de dólares y un 50% de la tela de algodón consumida en el país. Tres fábricas de puros, tres cervecerías y unas pequeñas plantas para la fabricación de cemento, mantequilla, chocolate, mecates y papel, completan uno de los cuadros industriales más pobres de América Latina para aquel momento.

La manufactura es, entonces una actividad excepcional, a la cual se dedican unos pocos pioneros con cierto aire de personajes extravagantes. La actividad fundamental es el comercio; un comercio de campamento minero, de tienda árabe, donde no se diferencia el alimento envasado, del collar barato, de la joya cara, del licor fino y de la seda japonesa. De todos los países llega a los puertos de Venezuela esta indiferenciada gama de productos, obedeciendo al imperativo de una demanda cada día en aumento. Los antiguos vendedores de café y de cacao intuyen que es la hora de los establecimientos comerciales de importación. A la sombra del petróleo y bajo el orden de un gobierno rentista, que gasta su renta en obras públicas, la agricultura pasa a ser la cenicienta de una economía, que es ahora minera y comercialista.

Las estadísticas suelen engañar a los incautos. Así encontramos, en 1936 unos ocho mil establecimientos llamados industriales que no son otra cosa, en el fondo, que aquellos pequeños talleres de artesanía y pequeña industria en los cuales entretienen su tiempo improductivo unos cincuenta mil venezolanos dedicados en su mayor parte a producir papelón, melaza, queso y aguardiente, además de los renglones mencionados con anterioridad. Es, como puede verse, una industria pegada a las ubres de una agricultura ya sin vida: ambas van perfilando una Venezuela marginal en forzada coexistencia con una Venezuela alegre y ricachona que se viste y se abastece de los mejores bazares y despensas de Estados Unidos y de Europa.

En la pobreza de la primera se quedan esperando el tren de una abundancia que no llega, el 65% de los venezolanos aptos para trabajar; en la riqueza explosiva de la segunda, se inscribe un núcleo creciente de burócratas y se va consolidando una clase poderosa de comerciantes que van a apoyar, con toda la fuerza de sus intereses, la conservación de tal estructura. (subrayado nuestro)

Las ideas de industrialización, reducidas como ya se dijo a un pequeño grupo bien disperso de pequeños empresarios, guiados más por la vocación y la curiosidad que por el sentido del lucro propiamente, van a recibir apoyo de los grupos políticos de izquierda que comienzan a originarse a partir de 1936. Todo ello queda, sin embargo, en el terreno especulativo de las ideas y de los programas. A tal punto es esto cierto que el Banco Industrial, una entidad que obedece a las nuevas ideas, fundado en 1937, no va a operar como banco de promoción industrial sino comercial, presionado por los intereses dominantes en esa época, y porque el desarrollo industrial de aquel momento no alcanzaba una significación financiera relevante. A tal efecto, un informe de la Junta Directiva de dicho banco, en 1959, rememorando los comienzos de la institución, asentaba: "En 1938, jabonerías, fábricas de bolsas de papel, productos farmacéuticos, pescaderías, camisas, alpargatas, calcetines, tejidos de punto, caramelos y bocadillos, dan enternecedora muestra del cuadro industrial de la época".

EL TRATADO DE RECIPROCIDAD COMERCIAL CON LOS ESTADOS UNIDOS DE 1939

Luego de la muerte del dictador, terrateniente y comerciante Juan Vicente Gómez, ocurrida en diciembre de 1935, quien gobernó dictatorialmente durante 27 años (ante la mirada complaciente de los Estados Unidos, paladines de la democracia) favoreciendo notablemente el saqueo norteamericano de nuestra riqueza petrolera y a la burguesía nacional, en su gran mayoría terratenientes explotadores del campesinado y comerciantes importadores; el 6 de noviembre de 1939, luego de iniciada la segunda guerra mundial en septiembre de ese mismo año, Venezuela firma el Tratado de Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos. Con la firma de este tratado, los Estados Unidos activan un excepcional sistema de control del comercio internacional de Venezuela, que les permite, por una parte garantizar un suministro confiable y barato de petróleo para la guerra (sobre todo para sus aliados europeos), ejerciendo no sólo el control de la cadena de suministros, sino que adicionalmente, les permite obtener cuantiosos recursos para financiar su industria militar.

En una publicación de la Universidad de Los Andes (ULA), titulada: VENEZUELA, PETRÓLEO Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945), cuyo autor es el Profesor Ramón Rivas, se evidencia lo siguiente:

Es evidente que a partir de la Segunda Guerra Mundial, el petróleo venezolano adquirió una importancia vital para los aliados que, gracias a él, pudieron derrotar al eje bélico. Sin el petróleo venezolano esta guerra jamás hubiera sido ganada por los aliados ni por Estados Unidos. Este hecho, fue reconocido por el señor Charles Hamilton, Vice-Presidente de la Gulf Oil Corporation:

"Supongamos que las reservas... de Venezuela no hubieran sido utilizables para el mundo y especialmente Venezuela, petróleo y la segunda guerra mundial para nuestra causa, y que hubiéramos tenido que suplir el petróleo que ellos produjeron cerca de un millón de barriles por día, pues bien, ello hubiera afectado directamente a nuestra economía. ¿Habría habido suficiente petróleo para los automóviles civiles? ¿Lo habría habido para conservar la marcha de nuestras industrias?"

De igual forma, lo reconoció el señor Oscar Chapman en la convención Petrolera realizada, en el año 1950.

"Sin petróleo en grandes cantidades una nación se encuentra hoy sin defensa... La contribución de Venezuela, en este aspecto de esfuerzo bélico, nunca ha recibido el reconocimiento que merece. La producción de este país aumentó en un 50 % durante la guerra... Este país y el mío produjeron casi todo el petróleo adicional que necesitó la maquinaria aliada. Por supuesto, los Estados Unidos, con su larga tradición productora, dieron la mayor contribución; pero si se juzga el aporte desde el punto de vista relativo, el esfuerzo de Venezuela no fue superado por nadie. Tampoco lo es hoy, cuando su contribución a la defensa del mundo libre es más importante que nunca"

Venezuela exportó más del 80% de petróleos y derivados, hacia Aruba, Curazao, Bonaire; que, luego, fueron reexportados hacia África, Asia y Europa.

Adicionalmente, con la firma de este tratado, los Estados Unidos limitan el margen de maniobra comercial de Venezuela, amarrando las futuras importaciones de nuestro país a su productos. Sobre este punto volveremos más adelante.

VENEZUELA DESPUÉS DE LA MUERTE DE DICTADOR JUAN VICENTE GOMEZ

En el lapso de tiempo que va desde 1936 a 1939, es decir, en el periodo comprendido entre la muerte del Dictador JVG y el inicio de la segunda guerra mundial, Orlando Araujo expone lo siguiente:

"Las vagas ideas sobre el desarrollo industrial y la incipiente preocupación política por este problema, puestas de manifiesto en el período 1936-1939, van a recibir estímulo e impulso de un hecho imprevisto, ajeno a nuestra dinámica interna: la Segunda Guerra Mundial. Podemos, en este sentido, afirmar que el desarrollo de nuestra industria manufacturera como cambio de un sistema artesanal con base en el trabajo familiar fundamentalmente, a un sistema capitalista urbano, es un fenómeno de posguerra. En efecto, las limitaciones del abastecimiento de productos importados ocasionadas por las dificultades del comercio en tiempo de guerra, provocaron el surgimiento y el desarrollo de algunas factorías industriales y, lo que es más importante, la iniciación de una conciencia industrialista que irá cobrando fuerza hasta llegar a la formación de un grupo de empresarios industriales, cuya gestión va a influir con poder creciente en la actividad económica y política nacionales durante los últimos diez años.

La década 1940-1950 es de transición entre el taller artesanal y la pequeña industria, entre el taller manufacturero y la instalación fabril capitalista. Rodeado y hasta forzado por una circunstancia bélica, va a ser un desarrollo de integración hacia adentro, debido a la utilización, al máximo, del escaso equipo con que cuenta el país y a la necesidad de proveerse de materias primas de origen nacional.

El impulso financiero parte del Estado: en 1944 se crea la Junta para el Fomento de la Producción Nacional, con sesenta millones de bolívares para el otorgamiento de créditos a las tres ramas de producción interna no petrolera: agricultura, ganadería e industria. Tanto en las normas como en las prioridades para la concesión de los créditos se atiende a los factores señalados con anterioridad: en el caso de la agricultura, se da preferencia a la producción de materias primas con destino a la industria nacional. Así se dice textualmente en las disposiciones: "Se determina con carácter preferencial aunque no taxativo los cultivos de maíz, caraota, soya, algodón, ajonjolí, coco, maní, tubérculos, cebolla, ajo, tomate, plátano, frutas en general, y los cultivos que aporten materia prima para la fabricación de alimentos concentrados para animales.

Al igual que la artesanía, la manufacturera surgía como una derivación y desarrollo de la agricultura y la ganadería. Se trataba de un programa integrado, con base en nuestros propios recursos y en función de su aprovechamiento, todo lo cual reflejaba, insistimos, una obligada circunstancia de autoabastecimiento.

En cuanto al capital, este provenía del crédito público y de inversionistas privados nacionales, muchos de ellos comerciantes a quienes la guerra forzaba hacia la industria.

La Corporación Venezolana de Fomento, creada en 1946, va a continuar con mayores ambiciones y recursos el programa de 1944. Muy significativamente, la Corporación se inicia como instituto financiero de aquellas tres mismas actividades (agricultura, ganadería e industria) englobadas bajo la expresión de "producción interna" para diferenciarlas no solo del comercio, sino de ese fabuloso y ajeno mundo del petróleo.(subrayado nuestro)

Resumiendo, podemos decir que nuestro desarrollo industrial en la década 1940-1950 se caracteriza por arrancar como un proceso derivado de la economía agropecuaria, dirigido a su mejor aprovechamiento y basado en un financiamiento fundamentalmente nacional. Las dificultades en el aprovechamiento de maquinaria y la naturaleza misma de las nuevas industrias, añaden una característica más, como es la utilización relativamente alta de mano de obra. La dependencia de la agricultura para el abastecimiento de materias primas torna a la industria vulnerable y sujeta a los desajustes agropecuarios."

JUNTA DE FOMENTO DE LA PRODUCCIÓN NACIONAL.   INSTRUMENTO PARA TRANSFERIR LA RENTA PETROLERA A LA OLIGARQUÍA PARASITARIA NACIONAL.

La creación en 1944 de la Junta para el Fomento de la Producción Nacional (JFPN) con un fondo de sesenta millones de bolívares, da inicio al nuevo proceso de transferencia de la renta petrolera a la oligarquía venezolana. Los miembros integrantes de esta junta –Eugenio Mendoza, Luis G. Marturet y otros– son los mismos empresarios que por aquella época fundan la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras) que llegará a ser la institución máxima del capitalismo en Venezuela.

Como se puede ver en el párrafo anteriormente subrayado, en 1946 se crea la Corporación Venezolana de Fomento (CVF) "y va a continuar con mayores ambiciones y recursos el programa de 1944". Esto pone en clara evidencia que las empresas que hoy día ostentan los "empresarios venezolanos" no fueron instaladas con los recursos provenientes de sus bolsillos y mucho menos provenientes del sudor de su frente.

Es importante mencionar, la existencia para la época de un grupo de empresarios nacionalistas, agremiados en la Asociación Pro Venezuela.

INSTALACIÓN EN VENEZUELA DE EMPRESAS TRANSNACIONALES, EN ALIANZA CON LA OLIGARQUÍA COMERCIAL IMPORTADORA PARA ESTABLECER UN SISTEMA DE EXTRACCIÓN PERMANENTE DE DIVISAS UTILIZANDO COMO EXCUSA LA PRODUCCIÓN NACIONAL

En este punto retomaremos el análisis de los impactos ocasionados en la economía venezolana por el Tratado de Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos, luego de finalizada la II Guerra Mundial. Nuevamente nos referiremos a la publicación de Orlando Araujo, "Venezuela Violenta":

"Una Industrialización Neocolonial

Dos factores fundamentales van a estimular y a modificar el crecimiento del sector manufacturero en la década que comienza en 1950. Ellos son, el aumento sustancial de los ingresos provenientes del petróleo, lo cual va a dar origen a un mayor volumen del gasto público y a una mayor disponibilidad de divisas; y la reapertura e incremento, en términos de normalidad, del consorcio internacional como fenómeno de posguerra. Durante el período 1940-1950, los ingresos del Tesoro arrojan un promedio de 925 millones de bolívares por año dentro de una serie cuyas cifras más altas se obtienen en los últimos años; ese mismo promedio es, para el período 1950-1959, de 3.467 millones de bolívares, cifra que casi cuadriplica la del decenio anterior.

La industria manufacturera va a ser objeto, en este nuevo período, de dos fuerzas contrastantes: de un lado, el crecimiento del gasto público, que genera una gran demanda y que estimula, por ello, el aumento de la producción; y del otro, la vigencia del Tratado de Reciprocidad Comercial con Estados Unidos, que mantiene abierto el mercado interno con bajísimas tarifas arancelarias, a los productos manufacturados de Estados Unidos y de aquellos países de Europa que gozan de la cláusula de la nación más favorecida. La consecuencia va a ser un proceso de crecimiento forzado por la magnitud del ingreso, pero distorsionado por la composición de la llamada Lista No 1 del Tratado: la industria va a crecer dentro de un mercado marginal, aprovechando las rendijas que un sistema netamente importador va dejando al esfuerzo de la producción interna.(subrayado nuestro)

Esto lo sienten ya los industriales en 1950, cuando presionan la revisión del Tratado, logrando apenas la exclusión de unos cuantos renglones tales como calzado, sardinas, algunos textiles, cemento, etcétera, pero dejando intactos casi doscientos numerales arancelarios compuestos por bienes de consumo, productos intermedios y materias primas, susceptibles, en su gran mayoría, de ser producidos dentro del país. El gobierno no definió, durante el período, una política industrial proteccionista quedando esta sujeta a la voluntad, compresión o capricho de los funcionarios de Fomento y Hacienda. Todo lo cual explica la heterogénea e irregular fisonomía de nuestro proceso manufacturero en dicho lapso. Sin embargo, y habida cuenta de los factores mencionados, podemos establecer las características más sobresalientes.(negritas nuestras)

Crecimiento paradójico

Con base en 1953 (=100) el índice de crecimiento de la industria manufacturera, que para 1950 es de 64,7, alcanza en 1959, excluida la refinación interna del petróleo, a 223, lo cual muestra un aumento de 3,5 veces en diez años. El Producto Industrial Bruto se mueve en dicha década, con una variación interanual media del 16%, superior a la correspondiente a otros países del área, dentro de la cual solo es relativamente comparable con Brasil.

Estas magnitudes, sin embargo, adquieren su real sentido cuando las estudiamos a la luz de la economía en su conjunto, y así hallamos que, con todo y ser rápido el proceso, su importancia como participante en el Producto Territorial Bruto apenas se mueve dos y medio puntos, al pasar de 9,3% en 1950 a 11,55 en 1959. Esta participación es realmente baja, si se la considera en relación con otros países del área (Argentina, 23,4; Brasil, 20,6; Colombia, 20,7; Chile, 17,45; México, 20,42; Perú, 17,31, etcétera); y si se le considera en relación con los restantes sectores de la economía nacional, tendríamos al final del período (1959), tres sectores que la superan con las siguientes magnitudes: petróleo, 29%; comercio, 15,36% y servicios, 13,94%; todo ello con el agravante de que el sector agrícola ha venido disminuyendo su participación, desde 7,97% en 1950 hasta 6,3% en 1959, de manera que lo incrementado en industria apenas compensa lo deficitario en agricultura y, juntos los dos (17,85), apenas si alcanzan las dos terceras partes del peso conjunto del comercio y los servicios (29,30) mientras que, dentro de la estructura económica general, sigue dominando por su alto margen el petróleo, como sector fundamental generador de bienes físicos.

La conclusión es sencilla: el aumento de la renta petrolera y su efecto a través del gasto público, ha estimulado el crecimiento del sector manufacturero, solo que no en la medida y con la eficacia que la magnitud de aquella renta haría prever. El mecanismo dinámico del ingreso petrolero, que pasa a la economía a través del gasto público fundamentalmente, ha originado y fortalecido, desde hace cuarenta años, una estructura comercialista de importación, que ha venido manteniendo en niveles marginales la demanda interna de productos nacionales. El otro mecanismo importante de transmisión de la renta petrolera, el de sueldos y salarios y reinversiones mediante contratos para obras y servicios, ha operado bajo el mismo esquema anterior, generando un ingreso que se traduce en importaciones. El Estado venezolano y las compañías petroleras, además, en su condición de compradores, han sido los mejores clientes del comercio exterior, con toda una gama de privilegios para adquirir, exonerados y a cambio preferencial, no solo bienes de consumo básico o productos intermedios, sino hasta bienes suntuarios."(subrayado nuestro)

Después de finalizada la II Guerra Mundial, en 1947 se crean empresas mixtas por asociación entre la CVF y un grupo norteamericano representado por Nelson Rockefeller, es en esta oportunidad donde se despliega toda carga intervencionista y controladora de nuestra economía, así como, de extracción de divisas por importaciones, contenida en el Tratado de Reciprocidad Comercial con los Estados Unidos. Tal como se menciona en párrafos anteriores, en 1950 algunos industriales nacionalistas agremiados en la Asociación Pro Venezuela "presionan la revisión del Tratado, logrando apenas la exclusión de unos cuantos renglones tales como calzado, sardinas, algunos textiles, cemento, etcétera, pero dejando intactos casi doscientos numerales arancelarios compuestos por bienes de consumo, productos intermedios y materias primas, susceptibles, en su gran mayoría, de ser producidos dentro del país."

He aquí la partida de nacimiento del engendrado "aparato industrial" parasitario y de extracción de divisas provenientes del petroleo. Su padre, NELSON ROCKEFELLER; su madre prostituta, FEDECAMARAS. Con recursos pertenecientes a todos los venezolanos instalaron plantas industriales dependientes de tecnologías y materias primas importadas. Año a año, durante décadas, solicitaron a los gobiernos cómplices de la cuarta república la asignación de dólares preferenciales con la excusa de mantener la producción nacional. Producción que en ningún caso logró escalar a niveles de importancia para ser considerada como de impacto significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela. Siempre fue más beneficioso para la oligarquía vende patria venezolana, adquirir por centavos de dólar, productos semi elaborados o elaborados en las maquilas internacionales, explotadoras de la clase obrera, empacarlos (cuando era conveniente hacerlo) y ponerle el sello de Hecho en Venezuela, para luego a través de sus aparatos propagandísticos, los medios de incomunicación social (prensa, radio y tv), hacerle creer al país que eran unos eficientes empresarios, generadores de empleos, cuando en realidad son unos parásitos saqueadores de la riqueza nacional, y como si fuera poco, traidores a la Patria de Bolívar.

A MANERA DE CONCLUSIÓN SOBRE LA PRIVATIZACIÓN DEL LEGADO DE CHÁVEZ

Hemos invertido tiempo en escribir este extenso artículo, con la esperanza que el pueblo venezolano llano, que no se dedica a este tipo de análisis, tenga a bien leerlo y pueda descubrir las miserias que entraña el capitalismo, más allá de sus cantos de sirena que los hacen ver como personas muy conocedoras y eficientes a la hora de producir. Estos cantos de sirenas, ya empiezan a ser escuchados desde algunas tribunas de nuestro gobierno, hablando sobre los beneficios que se esperan obtener de las privatizaciones de las plantas industriales que instaló nuestro Comandante Chávez. Seguro estoy, que lo que realmente persiguen los privatizadores y sus aliados del sector privado, es crear un nuevo engendro que les garantice en el futuro, tal como lo hizo FEDECAMARAS con ROCKEFELLER en 1947, una fuente inagotable de divisas, para "poder mantener el aparato productivo"

¡COMUNA O NADA!

VENCEREMOS



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Avigail Avila


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