Legalizando la injusticia

 

En una oportunidad el gran Nelson Mandela expreso la siguiente verdad. "¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Solo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos"

Evoco estas palabras de un gran hombre, admirado por otro coloso y verdadero artífice de la justicia, libertad, igualdad y principios básicos como lo fue el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Los cuales fueron plasmados en la Constitución más completa y progresiva como la venezolana, vigente desde el año 99. Pero quizás la más olvidada y apartada a un lado cuando se trata de impartir justicia.

Establece el artículo 1 y como normas fundamentales lo siguiente"…fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia…". Pero mucho más derecho tiene un preso Venezolano que un trabajador de Corpoelec. Parece no tener fundamento, pero lo que se está dando en los momentos actuales así lo evidencia. Por cuanto trabajadores con años de servicio, profesionales y comprometidos con la empresa, la revolución y la moral fueron excluidos de sus derechos al ser sometido los cargos que venían ejerciendo desde más de un año, por una supuesta postulación, que solo sirvió para violentar el derecho establecido en la Constitución, Leyes laborales, reglamentos, Contrato Colectivo y otras. Mientas uno se les clasifico a sus cargos sin pasar por esta postulación, otros fueron sometidos a una aparente transparencia, pero la verdad es que todo se señalo con la mayor subjetividad.

Evidentemente era de esperar que al amparo de esta revolución, se aprovechen de la misma, oportunistas para solo impartir injusticia, desigualdad, inequidad y pare de contar que otras barbaridades en nombre de esta revolución, piensan ejecutar estos paladines de la mentira y del engaño.

Pero no todo está perdido, es necesario retomar las fuerzas del espíritu de libertad que invadieron a Bolívar, Chávez y tantos otros y dejar que esa llama abrazadora, denominada Fuego Sagrado, nos abrace y comencemos nuevamente a luchar por la justicia, la verdad, la igualdad. Los derechos laborares son irrenunciables y cuando un déspota aprovecha su posición para arrebatar estos logros, se hace necesario desenmascararlo y parafraseando Augusto Mijares "Unidad, lucha, batalla y victoria". La quinta columna se está apoderando diariamente de Corpoelec y es necesario hacer frente a estas oscuras fuerzas que solo quieren provocar malestar y el fin de un proyecto llamado Socialismo del Siglo XXI, pero no podrán, porque no hay fuerza que pueda con un pueblo arrecho y el cual no está preso, por lo tanto podemos celebrar contratos laborales

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1368 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter