En días pasados apareció un artículo en aporrea sobre la clase obrera escrito por el compañero Roberto Hernández Wohnsiedler ex ministro del trabajo. El artículo en cuestión, nos imaginamos que lo escribe a raíz de la pregunta que realizó el Presidente Nicolás Maduro de ¿dónde está la clase obrera?.

Sin cuestionar la veracidad de lo dicho por el compañero, la clase obrera se encuentra totalmente dividida y a la saga del proceso, se encuentra sumida en una lucha oculta contra la violencia patronal y del Estado, en la mayoría de los casos de manera individual por mantener su puesto de trabajo, en todos los casos contra la patronal y contra las inspectorías del trabajo y en muchos otros contra la ineficiencia e ineficacia de la burocracia sindical, un ejemplo de ello es el caso de los trabajadores de General Motors donde, según Joel Torres, uno de los 200 trabajadores despedidos, la orden de despido proviene de la inspectoría. O veamos lo que ocurre con los trabajadores de las automotrices.

Pero no nos limitemos a nombrar casos de envergadura como el anterior, hay un número incontable de casos que se encuentran en las inspectorías a los cuales no se les da respuesta y cuando se les da esta beneficia al patrón, todos los demás se encuentran haciendo de "tripas corazón" para mantener el puesto de trabajo en las condiciones que sea.

Y esto no es casual, el trabajador sabe, quizá no de manera consciente, que reclamar sus derechos implica la pérdida de su trabajo, además sabe que las inspectorías no son ni eficientes, ni eficaces y menos expeditas en nuestra defensa y se jactan de hacer mil actuaciones contra la patronal pero no resuelven el problema del trabajador, a esto hay que sumarle que también sabe que la dirigencia sindical no sirve.

A todo esto debemos agregarle el condimento principal, un proceso dentro del marco capitalista y con estructuras capitalistas y por supuesto la consciencia de representatividad que aún controla el imaginario de la clase.

Debemos agregar al artículo del compañero Roberto, que la izquierda no ha aprendido de los errores, cuando menciona que esta izquierda legitimó la división impulsada por los gobiernos de la época al crear otra central de trabajadores, creemos que se refiere a la UNT ahora UNETE.

Por qué decimos que no ha aprendido la izquierda, porque el mismísimo comandante validó otra central, lo que significó que siguió legitimando la división de la clase obrera, con al agravante de que esta nueva central fue impulsada por el que hoy es nuestro presidente obrero.

Ligar concreta y completamente la teoría económica del imperialismo a todos los problemas políticos de la actualidad es una máxima que nos dejó Lenin, de acuerdo con György Luckács esta es una hazaña teórica sin parangón.

En ese sentido y siendo consecuentes, sabemos y entendemos que la misión histórica del proletariado consiste en apartarse de todo entendimiento ideológico con las otras clases y alcanzar su clara consciencia de clase sobre la base de la especificidad de su situación de clase y la autonomía de sus intereses clasistas, que derivan de aquella. Tan solo de esta manera será capaz de dirigir a todos los oprimidos y explotados de la sociedad burguesa, en la lucha común contra sus amos políticos y económicos. Solo así será capaz de asumir el poder y mantenerlo.

Pero esto sería aplicar las tesis marxistas de manera mecánica y se tolerarían ilusiones contrarias a la verdad histórica, si se llegara a creer o imaginar que la consciencia de clase verdadera y capaz de conducir a la toma del poder es capaz de nacer espontáneamente en el seno del proletariado, progresivamente, sin tropiezos, sin regresiones, como si el proletariado pudiera adquirir ideológicamente su vocación revolucionaria de acuerdo a una línea de clase, es decir, no por ser proletariado tiene que tener consciencia de clase o vocación revolucionaria.

Ahora bien, sin mencionar el papel jugado por el gobierno en el desarrollo del proletariado, ¿qué papel han jugado las nuevas centrales en el desarrollo del proletariado?, hasta ahora, ninguno que sea determinante, bien lo dice el compañero Roberto "En simple declaración han quedado las alianzas sindicales acordadas por el Congreso Obrero de la Central Bolivariana Socialista", en simple declaración quedó la aprobación del Contrato Marco, en simples declaraciones se ha quedado la CBST.

Pueden ser la mayoría, como declara Wills Rangel, pero lamentablemente es una mayoría sin autonomía ni independencia.

Marcela Máspero de UNETE, sostiene que son mayoría y mantienen su autonomía frente al gobierno, así mismo admite que la debilidad ha sido entender un poco tarde la necesidad de la unidad de la clase obrera, por lo que manifiesta que actualmente trabaja con la Unidad de Acción Sindical y Gremial, y otras centrales como la CTV, dejando de lado las diferencias ideológicas y políticas. (Últimas Noticias 26/04/2015).

La Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-Cura), que nace a raíz del congreso de UNETE en el 2006, viene haciendo un trabajo muy duro en las bases de la clase trabajadora, pero por su posición crítica, la etiquetaron de agentes de la oposición.

Manuel Cova, secretario general de la CTV informa que la Comisión Electoral reporta que se trata de unas 200 mil personas. (Últimas Noticias 26/04/2015).

Y así las cosas, el asunto es que ninguna avanza por el camino de la unidad, obviamente cada una esgrimirá sus razones y sus principios, particularmente, nosotros estamos convencidos de que el fundamental elemento para la unidad es que esta sea sobre la base del principio de la autonomía y la independencia de los partidos políticos, de los empresarios y del gobierno y obviamente de izquierda.

Lo cierto de todo esto es que registrar un sindicato hoy es sumamente complicado, fundamentalmente por parte del ministerio del trabajo, el cual se encarga de poner las mil y una traba.

De todo esto los únicos que se benefician son los empresarios y la burocracia del Estado. Ahí está la clase obrera, lo que no existe es dirigencia revolucionaria y socialista que logre aglutinarlas.