El retorno de William Torcátiz a PDVSA

A Dios gracias el día de ayer jueves 23 fue restituido, reenganchado en su puesto de trabajo el camarada William Torcatiz, quien, como es de dominio publico, el 21 de agosto del presente año, fuera despedido injustamente violentándole sus derechos y el debido proceso que establecen las leyes de nuestra república. allí estuvimos acompañándole en calidad de testigo varios de sus amigos, camaradas que entendemos que el principio de la solidaridad y lealtad debe prevalecer ante toda adversidad y debe ser el estandarte del hombre revolucionario, del hombre de izquierda, de ese seguidor genuino de la filosofía socialista que nos enseñara nuestro amado eterno Comandante Chávez.

Ese peregrinar de un poco mas de dos meses, aunque parezca corto, fue una intensa experiencia; claro que fue una cruenta lucha, aciagos días, donde la preocupación y el desasosiego a veces nos acechaba; sentir la desolación cuando en la cruenta batalla volvíamos la mirada atrás para pedir el auxilio a nuestra gente, y con asombro y estupor percibíamos el desolado panorama de la huida y del abandono de aquellos hombres que en otrora se erigieran como feroces lanceros; sin embargo, esos momentos fueron el suelo mas firme que nos permitió empujarnos hacia arriba y entender que así es la revolución, como decía nuestro Comandante, un ring donde sin parar, nos van a dar y vamos a tener que defendernos, y en revolución, nunca se descansa, pues, ese es el precio…

Sin embargo, más que contemplar esas turbulentas aguas que pasaron, esta historia en pleno desarrollo nos transmite una interesantísima enseñanzas y un mensaje que no podemos perder de vista.

A pesar de ese bochornoso despido cargados de prepotencia, ilegalidad y violación que no buscaba mas que el amedrentamiento, acallar, cercenar derechos fundamentales del trabajador, aquellos derechos que se erigieron como las banderas de la justicia con la llegada de la revolución, la causa de nuestras luchas durante estos últimos 15 años y que se hicieron patentes en nuestra Constitución aquel año 99 y recogidos en nuestra Ley Orgánica del Trabajo para los Trabajadores y Trabajadoras decretada por el Gigante aquel 30 de abril del 2012.

Fueron por esos mismo derechos, con profundo espíritu humanista, que entrego la vida nuestro amado eterno presidente Hugo Chávez, de manera que no es cualquier cosa; ese es nuestro legado, nuestro patrimonio, que hemos conquistados con incansables luchas, sin desmayar, con sangre de nuestros mártires.

Es por ello que quiero dirigirme a todos de manera directa y particular; a pesar de los intentos y pretensiones de algunos que usufructuando de sus funciones y poder, promueven el abuso e irrespeto del Estado de Derecho del trabajador, minando a nuestra empresa y exponiéndola al escarnio y desacredito publico, pero, a pesar de ello compatriota, hay muchas razones para esperanzarnos, y esta victoria es muestra de ello, así que cobremos fuerzas hermanos para seguir adelante, en el trajinar de la forja del verdadero revolucionario que ama a su patria y debe permanecer como centinela vigilante de ella, de día y de noche.

Esos dos meses que estuvo el camarada William fuera, fue una verdadera prueba de fuego, por lo cual lo elogio, por su firmeza, templanza y dignidad inquebrantable en esos tormentosos días en los cuales fue expuesto a la incertidumbre e inestabilidad de lo que habría de venir.

Gracias al Altísimo, a nuestro Dios primeramente, por hacernos regresar a casa con el estandarte de la victoria, por impregnarnos con ese espíritu de resistencia, determinación, persistencia y esperanza.

Estimado compatriota claro que hay suficientes razones para confiar en el Estado de Derecho de nuestra Patria y sus leyes, en las instituciones, que poco a poco con el accionar participativo y protagónico de los trabajadores se logrará el perfeccionamiento de éstas; Confiar que así como hay discípulos del mal, hay muchos mas ciudadanos, funcionarios y gente buena dispuesta a dar mucho de si para que esta patria no caiga.

Te invito compatriota de vida, camarada de mil batallas, a zafarte, a soltarte de esas amarras del miedo, del silencio impune, de esa dejadez e indiferencia, y resucitar en ti ese espíritu de libertad, de lucha, de reivindicación, avivando la esperanza, desempolvando esas banderas que hicimos flamear en el pretérito glorioso de nuestros días.

Hermanos, patriota que amas a esta empresa, casa de muchos, no quiero terminar el presente escrito sin antes no recordar por qué el comandante Chávez nos repetía incansablemente, uníos, uníos, uníos, esa debe ser nuestra premisa, esa es la clave, recomponer las fuerzas de ese ejército forjador de tantas victorias, de aquella del 4 de febrero, de aquel 13 de abril, de aquel 2002, 2003...cuantas victorias; Levantaos, unidos y firmes haremos que prevalezca la justicia, porque solo la justicia garantiza la paz y la mayor suma de felicidad.

He dejado este último espacio para hacer notorio y agradecer inmensamente a ese grupo de colaboradores y amigos que con su apoyo, orientación y ayuda nos acompañaron e impulsaron la reversión, restitución y resarcimiento de los derechos violentados al Camarada Torcatiz; Al Viceministerio del Trabajo, Inspectoría del Trabajo; Diputados de la Asamblea Nacional; Diputados del Consejo Legislativo Estadal, Diputado Alber Narvaes, PCV, Ministerio Publico, Defensoría del Pueblo;, Diputados del Parlatino; Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialista de Venezuela, Capitulo Monagas; Colectivo Socialista de Trabajadores Petroleros 4 de febrero; y el batallante camarada Dr. Jhon Bracamonte; a todo ese ejercito, Dios y la Patria les premie, por apegados al uso y respeto de la autoridad que pueblo venezolano le ha entregado han respondido a las demandas sin vacilación; Dios los guarde a todos.

Mis más fraternos saludos.

acunaar.pdvsa@gmail.com,



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