El desarrollo del componente formativo del trabajo implica necesariamente una revisión radical del trabajo, desde su concepto hasta su operativización, es decir, ¿Qué es trabajo dentro de la gestión socialista de los medios de producción? y ¿Qué es trabajo dentro de la perspectiva humanista integral?, fuera del esquema de la explotación y de las relaciones perversas de producción, de sobreproducción destinadas al consumismo y al lucro, no a la satisfacción de las necesidades humanas.
¿El trabajo es solo la aplicación de la fuerza mecánica y cinética para producir un movimiento material dentro del espacio-tiempo? Este concepto mecanicista del trabajo sustenta el conflicto producción-formación, la separación formación-trabajo, trabajo manual-trabajo intelectual y la clasificación jerárquica salarial: obrero-empleado, jefe-dueño.
Sin la superación de estas dicotomías será imposible desarrollar un sistema de formación a través del trabajo. Por eso que la autoformación solo se puede dar dentro de la toma de los medios de producción por la clase trabajadora, ejerciendo el poder popular democráticamente de manera radical.
La toma de los medios de producción, sin embargo, no es un asalto destructivo anárquico, sino el cambio de las relaciones de producción, sustituyendo las dicotomías por la colectivización a través de una democracia radical. Dentro de este contexto el Curso Introductorio debe desembocar en un plan de nuevas relaciones de producción y reorganización de la producción, asumiendo el trabajo de verdad como un proceso social formador y transformador del ser humano y de la sociedad.
Para la autoformación liberadora de la clase trabajadora se necesitan relaciones de producción enmarcadas dentro de la gestión colectiva de los medios de producción, puesto que la misma requiere de una serie de decisiones que afectan todo el proceso social del trabajo.
Dr. UBTJR Estado Lara*
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