13-09-15.-El exembajador de Venezuela en Colombia, Gustavo Márquez, cree que la crisis humanitaria en el vecino país es de larga data y fue provocada por los grupos irregulares que allí conviven. Está a favor del cierre fronterizo en Táchira y Zulia porque la nación había perdido su soberanía sobre ese territorio.

Márquez, en entrevista a PANORAMA, dijo  estar convencido de que el diálogo político y las vías diplomáticas son el único camino para que los gobiernos de ambas naciones resuelvan el conflicto que ya lleva casi un mes, desde el 19 de agosto cuando el presidente  Maduro decretó Estado de Excepción en la región andina.

—¿Cuáles son las claves para salir de la crisis fronteriza?

—Hay que verlo en sus antecedentes porque no se trata de un hecho aislado sino un procesos acumulativo en el que se dieron varios roces, conflictos, y esa es consecuencia de una problemática que se viene incubando y que en determinados momentos hace crisis como hoy. En este problema los actores tienen que actuar conjuntamente, no hay solución sino a partir de la voluntad política de ambos Estados. El camino es el diálogo, no hay otro, pero tiene que ser un diálogo transparente, que se enfoque en las políticas públicas que estimulan el contrabando y sus secuelas: la corrupción, la criminalidad, el desplazamiento del territorio, el narcotráfico. El contrabando ha creado una economía muy grande, estamos hablando de una estimación de 5 a 8 mil millones de dólares en los que el eje principal es el contrabando de combustible. No es posible resolver el problema de un solo lado (...).

Particularmente, pienso que el Gobierno colombiano debe responder algunas preguntas concretas: ¿por qué dese el 2000 se mantiene un mercado paralelo del bolívar operado por casas de cambio fronterizas?, ¿por qué no devuelven los bienes contrabandeados?, ¿Y por qué permiten que se expendan libremente en la economía informal y también la formal? (...)

—¿Cuánto más cree que se extienda este cierre de frontera con Táchira y Zulia?

—No, no tengo idea de eso, esa es una decisión política.  El cierre de la frontera es una medida para tratar de que el Estado recobre su soberanía sobre el territorio que ha perdido, porque ha perdido la soberanía. Lo que sí creo es que es necesario que ambos gobiernos se enfoquen en las políticas públicas, porque ambos gobiernos deben explicar cómo salen de Venezuela y entran a Colombia 7 millones de litros de combustible y grandes volúmenes de alimentos, materiales, etc. Ya sabes que del lado colombiano hay tolerancia, ya lo sabemos, está legal, pero del venezolano, definitivamente hay mecanismos que lo permiten. Se debe enfocar en el desalojo de los grupos paramilitares que están direccionando ese proceso ilegal donde se combina la parapolítica, el narcotráfico, el lavado de activos, el sicariato, porque todo eso va junto y hay que verlo en conjunto.

—Los dos Presidentes han utilizado la diplomacia de micrófonos para acusarse el uno al otro, ¿qué le parece a usted eso?

—Lamentablemente esto es consecuencia del fracaso reiterado de la otra versión, que es la diplomática, porque cuando fracasa la diplomacia vienen estas confrontaciones que no resuelven nada sino que lo agravan, por eso hay que volver a la diplomacia, pero a una diferente, que sea transparente, pragmática, activa, de cara a las comunidades, porque esto no es asunto de gobierno sino de los pueblos, y a medida que se consulte a los pueblos seguramente va a ser posible arrinconar a los grupos criminales, porque la gran mayoría está consciente de que esta situación los daña.

—El presidente Maduro dijo que se va a construir una frontera de paz, ¿cómo cree que se construye?

—La clave de todo es que el protagonismo lo deben tener los pueblos, si cae en manos de la burocracia, desde Caracas, o desde las estructuras de poder, no vamos a llegar a ninguna parte. El asunto aquí es que realmente haya una compenetración y por supuesto conducida por el más alto nivel. A las pruebas me remito, ahí tienes el caso del alcalde de Cúcuta, si tú dejas en manos de ese alcalde un asunto como éste, ¿crees que va a resolver el problema o lo va a profundizar? Se produjo lo que ya sabemos, que la gente se fue voluntariamente porque estaba en una situación de ilegalidad o porque están conscientes de que están metidos en un problema, y otros son deportados, por las mismas razones. No pueden decir que aquí, un país donde hay seis millones de colombianos. Este señor en lugar de recibir a estos compatriotas lo que hizo fue rechazarlos.

—Colombia dijo que con la situación de los deportados se creó una crisis humanitaria, ¿realmente fue así?

—Yo sí creo que en Colombia hay una crisis humanitaria pero de larga data, no por ese hecho. Ahí lo que hubo fue un acto soberano y entiendo que no se maltrató a nadie. La crisis humanitaria que sí existe desde hace muchos años son las migraciones incontroladas que vienen desde allá, producto de desplazamientos que los grupos paramilitares y violentos han venido haciendo, de campesinos, por ejemplo, en esa franja de frontera el desempleo llega al 18%. La gente se ha venido a Venezuela y los ha recibido con los brazos abiertos.

—El presidente Santos dice que el Gobierno venezolano ha cometido delitos de lesa humanidad y llevará el caso a la Corte Penal Internacional…

—Es una posición cínica, es ese tipo de cosas que se lanzan para tratar de confundir, un pote de humo. Eso no va a tener ninguna pertinencia ni asidero. Si alguien viene a investigar qué fue lo que pasó, ahí están los hechos. Lesa humanidad es lo que ha sucedido en Colombia y Santos ha sido protagonista de eso, por ejemplo, los falsos positivos de Uribe y Santos era ministro de Defensa.