SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Frente a una corona fúnebre que reza “Héroes de abril 1965: ante la indiferencia de los gobiernos y muriendo por una pensión”, yacen en colchones y cartón, 12 mártires abandonados a su suerte.
A base de suero y agua llevan 14 días de huelga de hambre los ex combatientes civiles de la Revolución del 1965 en reclamo de una pensión para poder sobrevivir.
“¿Porque nosotros tenemos que seguir sufriendo y pasando hambre?, si son personas que arriesgaron sus vidas para que haya una patria libre que lucharon por el gobierno del doctor Juan Bosch para restablecerlo”, reclamó Moisés Ramírez mejor conocido como “El Comandante Bigotes”.
Ocho hombres y 4 mujeres que sufren de diabetes, hipertensión, padecen del miocardio, osteoporosis y otros males esperan la muerte en el garaje de la casa donde se encuentra la fundación de Ex Combatientes Civiles y Militares de la cual según dice el Comandante Bigotes pronto serán desalojados.
“En el año 2009 el presidente de la República en ese entonces Leonel Fernández, mando a la Lotería Nacional a otorgarnos una pensión de 8 mil pesos a 126 miembros, 1000 raciones alimenticias mes por mes, 40 mil pesos de subvención para pagar los gastos del local, un seguro de Senasa y la adquisición de un vehículo, pero ninguna de esas cosas fueron cumplidas en su totalidad”, detalló el Comandante y ex combatiente constitucionalista.
Explicó que de estos solo a 15 les otorgaron pensiones y los demás llevan 5 años en la espera, así como requieren el dinero para el pago del local que tiene un atraso de 8 meses.
“Hace como 5 meses a mi me dieron una pensión pero aún faltan más de 100 miembros por recibirlas”, resaltó Altagracia Fidelina viuda Marmolejos, ex miembro del comando de Puerto Plata.
Con afecciones en todo el cuerpo y tristeza, narró que participó junto a Las Ranas y Caamaño en la Revolución del 1965 siendo de las pocas mujeres presentes. “Desde que el doctor Peña Gómez abrió la boca y dijo “¡todos a las calles!", yo fui la primera que cogí hacia el puente”.
Altagracia sufre de diabetes y padece del corazón, sufrió una trombosis hace poco, pero a pesar de ello prefiere seguir luchando por sus compañeros.
“No somos tomados en cuenta, al contrario hemos sido olvidados; nosotros que luchamos por nuestro país y no lo hicimos por prebenda si no por patriotismo”, enfatizó indignada Altagracia.
Asimismo, Modesto Candelario de 82 años, dice no lamenta haber luchado por la patria pero sí asegura es frustrante que eso no sea un motivo de orgullo para la población.
“Nosotros merecemos más de ahí porque somos defensores de la patria”, indicó.
De 45 que iniciaron solo quedan estos acostados, muchos no pueden ni hablar, mientras a otros les faltan algunos miembros de su cuerpo y todo lo que hacen es dormir.
“Despache a algunos pero estos que están aquí me dijeron que por favor no los despache que los deje morir”, señaló el Comandante Bigotes, presidente de la Fundación.
Pidió al presidente de la República, Danilo Medina, que acuda en su ayuda mostrando su alma humana ante estos ex combatientes civiles que lucharon contra una potencia extranjera.