2 de octubre de 2010..- San Francisco, una ciudad con una larga historia de medidas estrictas sobre la salud pública y el medio ambiente, encontró otro contrincante potencial: Ronald McDonald.
Una propuesta de ley local prohibirá que McDonald's coloque juguetes en la llamada "Cajita Feliz'' (Happy Meal) a menos de que se le añadan porciones de frutas y verduras, además de que se limiten las calorías que contiene este paquete de alimentos. La propuesta entraría en vigor para todos los restaurantes, sean o no de la cadena McDonald's, pero el centro de atención son obviamente esos establecimientos y sus famosas cajitas que suelen incluir hamburguesa, papas fritas, refresco y juguete.
El supervisor Eric Mar dijo que la propuesta de ley protegerá la salud de sus residentes, pero McDonald's ha prometido luchar con todas sus fuerzas para detener la medida. Un grupo de ejecutivos de McDonald's Corp. se presentó en el ayuntamiento de la ciudad para argumentar que la legislación es una iniciativa severa que amenaza el modelo de negocio de la compañía, de años de experiencia, y la libre elección de los clientes.
La propuesta de ley apodada "Happy Meal", es la más reciente de una serie de normas para San Francisco destinadas a proteger la salud pública. La ciudad recientemente amplió una prohibición a la venta de tabaco en las farmacias, con en fin de impedirla también en las tiendas de abarrotes y los supermercados que cuenten con farmacias.
El alcalde Gavin Newsom firmó este año una orden ejecutiva en la que prohibía la venta de bebidas endulzadas como la Coca Cola y la Pepsi en las máquinas de golosinas dentro de las propiedades de la ciudad, y algunos líderes locales revisaron recientemente iniciativas que habrían impuesto una cuota a los negocios que venden bebidas endulzadas y alcohol, aunque al final la desecharon.
Pero las medidas podrían verse frenadas por la política. Newsom aminoró su apoyo a algunas iniciativas de salud después de que lo atacó su oponente en la contienda por el puesto de vicegobernador.
El actual vicegobernador Abel Maldonado lo tildó de ser ``el policía de la comida''. El alcalde vetó las cuotas para los comercios que venden alcohol y sodas además de que ha dado indicios de que podría hacer lo mismo para la ley sobre la Cajita Feliz. La Junta de Supervisores podría revocar el veto, pero necesita los votos de ocho de los 11 supervisores para hacerlo.
