20 de junio 2008. - Congresistas de la mayoría demócrata en el Congreso de Estados Unidos acusaron al inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, de preparar el camino para que sus colegas petroleros continúen generando ingresos, con su insistencia en buscar petróleo en aguas oceánicas y en la región de Alaska.
"Existen 68 millones de acres bajo un contrato de arrendamiento para la producción de petróleo que no están siendo utilizadas, que solo están siendo almacenadas, que están fuera del mercado. Es una falacia decir que debemos perforar mas", denunció Ed Perlmutter, congresista demócrata por el estado de Colorado.
Bush llamó el miércoles al Congreso a levantar la prohibición para la prospección petrolera en el mar, cuando los precios del crudo y de la gasolina constituyen un tema prioritario de la agenda en la campaña presidencial.
Aprovechando que el pueblo estadounidense se encuentra al borde de la desesperación por los altos precios de la gasolina, la administración Bush relanza así su campaña para convencer al Congreso que autorice explorar petróleo en zonas protegidas costas afuera, prohibida desde hace 27 años.
El presidente estadounidense argumentó que "los expertos creen que la plataforma continental exterior puede llegar a producir 18 mil millones de barriles de petroleo". Según Bush, "eso seria suficiente para equiparar la actual producción petrolera por casi 10 años".
Pero varios congresistas estiman que liberar las reservas ecológicas para iniciar proyectos de exploración, explotación y refinación no solucionaría el problema a corto plazo en el mercado petrolero.
"Yo creo que lo que el gobierno puede hacer es asegurarse de que los estadounidenses no dependan de la misericordia de las especulaciones del mercado de energía, porque nosotros hemos instalado nuestro propio sistema de bolsa de valores y la dirigimos y se supone que tenemos control de ello", indicó por su parte Bill Griffin, del Centro para la Concertación (Center for Concern).
Bush refuerza postura republicana
El llamado de Bush refuerza la postura de su Partido Republicano al respecto, luego de que el candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, realizara la víspera un pronunciamiento similar.
El presidente urgió también al Congreso a permitir la exploración en el Refugio nacional de vida natural del Ártico, un gigantesco parque natural de 7,7 millones de hectáreas situado en Alaska, iniciativa a la que McCain dice oponerse, contrariamente a la mayoría de los republicanos.
La prohibición de perforar en la Plataforma Continental Externa data de 1981, pero Bush señala que la medida resulta "obsoleta y contraproducente" ante las elevadas cotizaciones del crudo.
Analistas y políticos de estados costeros como Florida refieren que los precios responden a la especulación de las petroleras, por lo cual rechazan que la perforación costa afuera resuelva el problema.
La explotación de dichos recursos frente al litoral norteamericano provocaría, además de daños ecológicos, afectaciones a la industria turística e inmobiliaria, así como a la pesca.
