Bogotá, 22 Mar. ABN. - El embajador de Ecuador en Colombia, Francisco Suescum, acusó el pasado viernes a las autoridades militares de Colombia de secuestrar ciudadanos de su país, matarlos y disfrazarlos para luego hacerlos parecer guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reportó TeleSur.
Las declaraciones del embajador se producen como consecuencia del pronunciamiento de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), la cual indicó este viernes que el cadáver que las fuerzas colombianas sustrajeron tras el bombardeo del pasado 1 de marzo en territorio ecuatoriano, y que fue presentado como del guerrillero de las Farc Julián Conrado, pertenece en realidad al ciudadano ecuatoriano Franklin Guillermo Aisalia Molina.
Los padres de Aisalia Moreno, un cerrajero de 38 años de edad, que había desaparecido el pasado 21 de febrero antes del ataque colombiano, reconocieron el cadáver de su hijo junto al del comandante de las FARC, Raúl Reyes, en fotografías difundidas por diferentes medios de comunicación.
'Ciudadanos ecuatorianos han sido, si cabe el término, secuestrados y asesinados por Fuerzas Militares o paramilitares del lado de Colombia y después devueltos o disfrazados como si fueran guerrilleros, haciendo creer una realidad totalmente contraria', lamentó el embajador.
El embajador Suescum aseguró que el hecho de que continúen con la campaña mediática en contra de Ecuador complica el posible restablecimiento de las relaciones entre ambos países.
'El hecho cierto es que la confianza, como lo dijo nuestro presidente Rafael Correa, no se restablece de la noche a la mañana. Eso no quiere decir que no perdonemos, se perdona pero no se olvida', señaló el diplomático.
'Mas aún cuando hay hechos que demuestran que definitivamente se ha continuado con una campaña difamatoria hacia la dignidad del gobierno, del pueblo ecuatoriano', sentenció el diplomático.
El embajador también reiteró que es indispensable el cumplimiento, por parte de Colombia, de los compromisos plasmados en la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde Bogotá prometió que no repetirán violaciones a la soberanía ecuatoriana.
