El realista Ugalde maldice a Bolívar y se mofa de nuestra patria

(ENSARTOS.COM) Hoy, este infame divulgador de miserias llamado Luis Ugalde, en un vulgar artículo contra la patria, que trae El Nacional, dice que nosotros durante la independencia no peleamos contra los españoles sino que ese fue un peo de venezolanos contra venezolanos. Es decir, que fue todo un cuento lo de la expedición de Pablo Morillo quien llegó a nuestras costas con 65 buques principales, 18 de los cuales eran de batalla. Solamente el navío “San Pedro de Alcántara” traía la friolera de 64 cañones, unos 15.000 hombres: un ejército de 10.612, con 6 batallones de infantería, 2 regimientos de caballería, 2 compañías de artilleros, un escuadrón a caballo, y un piquete de ingenieros militares, pertrechos y víveres. Cuando este “Pacificador” desembarca en Margarita, el realista Morales tiene 5.000 hombres en Oriente. Por otro lado, unos 400 patriotas andan desperdigados por Urica y Maturín, al mando de José Tadeo Monagas, con garrotes con púas y sin lanzas. Llevan tribus caribes capitaneadas por Tupepe y Manuare. Se alimentan de cueros tostados de sus monturas. Pura gente humilde y analfabeta.

Morillo escribe a España, que no quedan casi blancos en Venezuela: “esta ha sido una guerra de negros contra blancos”. Aquel Mariscal de Campo que ha batido a los franceses en Tolón, Trafalgar y Bailén, llega con un ejército espléndidamente trajeado que al ver a los criollo que comanda el realista Morales dirá en tono burlón: “Si estos pobres diablos son los vencedores, ¿quiénes serán los vencidos?” Váyase enterando y aprendiendo un poco historia, miserable cura suelto Luis Ugalde. A los pocos días el imperio español recibe una tremenda lección: el 23 de abril de 1815, hace exactamente 185 años, en la isla de Coche, y por la noche el SAN PEDRO vuela y se va a pique con municiones, vestuario, víveres, toda la artillería, 8.000 fusiles e incalculables pertrechos. Toma tu guerra entre venezolanos, curita Ugalde.

En su artículo hoy en El Nacional, este gachupín de siete suelas exclama: “Nada bueno se puede construir sobre la mentira o el autoengaño. En enero, Caracas apareció llena de costosos afiches del bicentenario que dicen: 200 años combatiendo imperios. ¿Buscan alimentar la épica antiimperialista y justificar el armamentismo? Lamentable falsedad y errado propósito.” Este bestial cínico cuyo primer mandamiento es mentir como un bellaco sabe que  Venezuela es uno de los países que menos gasta en armamentos, y para ello invito a todo el mundo a leer el informe que aparece en la página http://justf.org/All_Grants_Country.

Dice el curita: “De 1811 hasta 1815, la guerra fue entre venezolanos y el saldo final de nuestra Independencia es de no menos de 30 venezolanos de ambos bandos, que se mataron entre sí, por cada muerto español. Miranda, Bolívar y todos los fundadores buscaron ­con toda razón y pragmatismo­ el apoyo inglés. Nuestra Independencia fue ganada en los campos de batalla y garantizada por el apoyo y reconocimiento inglés y norteamericano (C. Zumeta).” ¡Qué hijo de puta eres Ugalde! Te apoyas en el vil bandido servil de Juan Vicente Gómez, llamado César Zumeta, para decir tamaña barbaridad, cuando los gringos apoyaron hasta 1820 a los realistas y no reconocieron a la Gran Colombia sino después de la Batalla de la Boyacá. Eres un soberano ignorante que no conoces la tremenda polémica que sostuvo el Libertador con el agente gringo en Venezuela Juan Bautista Irvine, por el caso de las goletas apresadas en el Orinoco que estaban abasteciendo de armas a los realistas. Lee bien esto grandísimo imbécil: el Libertador el 25 de mayo de 1820, a José Tomás Revenga, su secretario general (posteriormente Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Hacienda):

“Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimidar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses. El secreto del Presidente (de los Estados Unidos) es admirable. Es un chisme contra los ingleses que lo reviste con los velos del misterio para hacernos valer como servicio lo que en efecto fue un buscapié para la España; no ignorando los norteamericanos que con respecto a ellos los intereses de Inglaterra y España están ligados. No nos dejemos alucinar con apariencias vanas; sepamos bien lo que debemos hacer y lo que debemos parecer”.

“Yo no sé lo que deba pensar de esta extraordinaria franqueza con que ahora se muestran los norteamericanos: por una parte dudo, por otra parte me afirmo en la confianza de que habiendo llegado nuestra causa a su máximo, ya es tiempo de reparar los antiguos agravios. Si el primer caso sucede, quiero decir, si se nos pretende engañar, descubrámosles sus designios por medio de exorbitantes demandas; si están de buena fe, nos concederán una gran parte de ellas, si de mala, no nos concederán nada, y habremos conseguido la verdad, que en política como en guerra es de un valor inestimable. Ya que por su anti-neutralidad la América del Norte nos ha vejado tanto, exijámosle servicios que nos compensen sus humillaciones y fratricidios. Pidamos mucho y mostrémonos circunspectos para valer más...”

El canalla Ugalde nos aconseja que nos quedemos tranquilito porque “es importante no provocar a perro poderoso y dispuesto a morder. Lo contrario hizo la boconería nacionalista de Cipriano Castro y nos entregó atados de pies y manos al policía norteamericano. Su guerra verbal antiimperialista provocó a los europeos y la desvergonzada agresión armada de estos a nuestros puertos le ofreció en bandeja a Estados Unidos la imposición de la Doctrina Monroe con el corolario de Roosevelt.” El ignorante Ugalde añade que “Estados Unidos paró a los agresores y el ministro (embajador en Venezuela) Bowen "representó" a nuestro país en los Protocolos de Washington (1903) con las potencias europeas, garantizó nuestra sumisa aceptación y nos impuso el pago de las deudas con 30% del ingreso de las aduanas de La Guaira y Puerto Cabello.” Paro a los agresores. ¡Qué bolas! Bowen fue el que arregló todo para que los europeos nos espelucaran de la manera más criminal, más vil y siniestra. Esto lo dejaré para otro artículo, con una análisis histórico de Rufino Blanco Fombona sobre la actuación de Bowen.

En son de burla, que es lo que le queda a esta gente malograda que nos llegó de España, dice Ugalde: “No se conoce muerto norteamericano por bala antiimperialista venezolana, aunque habrá algún funcionario petrolero víctima del paludismo por picadura de mosquito.” Seguramente Bobolongo y el “Resucita-Mami” de Teodoro Petkoff celebraran estas cursis salidas, pero le debe quedar claro a este canalla que venimos padeciendo la más atroz de las miserias, represión, muerte y torturas de todo tipo por la imposición de la política yanqui en este continente. Fueron las balas imperiales las que mataron a Allende, las que acabaron con la democracia en la Guatemala de Jacobo Arbenz, las fuerzas que invadieron a República Dominicana para impedir que gobernara Juan Bosh, los de la invasión de Bahía Cochinos, el reciente derrocamiento de Manuel Zelaya, etc., etc. Con categoría de hijos de puta está uno obligado a convivir…

 


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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